Las protestas en las calles que llevaron a que el Congreso destituya a Dina Boluarte no le dan tregua al nuevo presidente, José Jerí, que se ha estrenado con un amplio rechazo y una inestabilidad que pone en duda su continuidad en el cargo. Ha sido recibido con la convocatoria a movilizaciones de protestas en su contra para este domingo y para el miércoles 15. Las protestas contra Boluarte eran también contra el Congreso que la protegió de acusaciones por violaciones a los derechos humanos y corrupción, y gobernó con ella hasta que se volvió insostenible, y Jerí es parte de esa mayoría parlamentaria de derecha y extrema derecha repudiada por más del 90 por ciento de la población. Es visto como el continuismo. Una acusación de este año en su contra por violación sexual –archivada hace unas semanas por el fiscal general Tomás Gálvez señalado de pertenecer a una mafia judicial- y otras por enriquecimiento ilícito y recibir coimas, aumentan la indignación ciudadana en su contra. Al festejo por la caída de Boluarte, le ha seguido el rechazo por el nombramiento de Jerí como presidente. La demanda “que se vayan todos” no ha cedido.
Requisa
Jerí juró como presidente el viernes en la madrugada y hasta ahora no nombra ministros. En un intento de proyectar una imagen de acción frente a la delincuencia, cuyo desbordado incremento detonó el derrumbe del gobierno de Boluarte, en la madrugada de este sábado Jerí encabezó un operativo policial de requisa en una cárcel de alta seguridad en Lima. Este tipo de requisas no son algo excepcional, pero esta vez fue un espectáculo montado con el presidente al frente para mostrarlo actuando en primera fila contra la delincuencia, que se ha convertido en la mayor preocupación de la población. Una movida para buscar contrarrestar el rechazo a su nombramiento. Lo primero que hizo como presidente fue reunirse con los altos mandos militares y policiales, y en sus primeras declaraciones como presidente ha dicho que la prioridad de su gobierno es enfrentar la delincuencia. También se reunió con los titulares de la fiscalía y el poder judicial.
Con una movilización ya convocada en su contra para este miércoles, Jerí logró desactivar un paro del transporte público anunciada para ese mismo día. Se reunió con dirigentes de los transportistas, que ya han realizado varios paros y habían anunciado otro para el miércoles demandando acciones del gobierno contra los extorsionadores que les exigen cupos y matan a los que se niegan a pagar. Ya han sido asesinados cerca de medio centenar de transportistas. El levantamiento del paro del transporte público alivio en algo la difícil situación del recién estrenado presidente.
Generación Z
Los jóvenes de la Generación Z que en las últimas semanas salieron a las calles contra el gobierno de Boluarte han anunciado la continuidad de esas protestas contra el presidente Jerí. Han anunciado movilizaciones para este domingo y para el miércoles. Los jóvenes demandan la salida de Jerí, como antes lo hicieron con Boluarte hasta que cayó. El rechazo al Congreso está en el centro de esas movilizaciones. Han convocado a los ciudadanos a unirse a una protesta que califican como una “insurgencia pacífica y masiva”. En un comunicado convocando a las movilizaciones de protesta, la Generación Z señala que no reconoce a Jerí “como nuestro representante legítimo”, y agrega: “estamos convencidos que la mayoría del pueblo peruano comparte nuestro sentir y repudio, conocemos tu historial José Jerí y los valores que representas”. Señalan que su objetivo es “expulsar a este pacto corrupto (la coalición que es mayoría en el Congreso) que nos impone un presidente inmoral, manchado y no digno”. Dicen tampoco reconocer la legitimidad del Congreso “que ha traicionado la voluntad del pueblo”. Acusan al fujimorismo de estar detrás del gobierno de Jerí como antes lo estuvo de Boluarte, y ser responsable central de la crisis y la corrupción política: “Sabemos que Keiko Fujimori, investigada como presunta cabecilla de una organización criminal, encabeza también este pacto que mantiene el impune secuestro político del país. No lo permitiremos”.
En diálogo con Página/12, el historiador y antropólogo Carlos Monge, señala que la coalición parlamentaria de derecha y extrema derecha, encabezada por el fujimorismo, destituyó a Boluarte “por cálculo electoral porque las elecciones están cerca, después de haberla sostenido pese a un rechazo del 97 por ciento a cambio de haberla tenido a su servicio” y que ahora ha nombrado en su reemplazo “a un señor sin ninguna capacidad demostrada de poder gestionar el país, acusado de violación y corrupción, que ni siquiera tuvo el respaldo electoral suficiente para entrar al Congreso y lo hizo porque inhabilitaron a Martín Vizcarra y él entró en su reemplazo. Poner a Jerí en lugar de Boluarte es cambiar mocos por babas”.
Monge dice que la mayoría parlamentaria le ha escrito a Jerì el guion de poner mano dura frente a la creciente delincuencia. “Keiko Fujimori le ha escrito a Jerí el guion de la mano dura, de jugar al Bukele local”. Califica la situación de Jerí de “gran precariedad”. “Para que Jerí pueda conseguir algo de legitimidad tendría que hacer algo sustantivamente diferente de Boluarte para enfrentar la delincuencia, como una reforma sustantiva de la policía, la fiscalía y el poder judicial, pero no creo que tenga la capacidad y el liderazgo para hacerlo, y el Congreso al cual pertenece y del cual es rehén ha aprobado con su voto leyes que han debilitado el aparato legal de lucha contra la corrupción y el crimen organizado para proteger a sus líderes. La única menar que esta crisis no se profundice es que el Congreso decida declararse en receso permanente y se quede funcionando solo la comisión permanente y se nombre un nuevo presidente de transición, que tendría que ser alguien ajeno a la coalición de la mayoría parlamentaria, que forme un gobierno que garantice elecciones limpias. Para que eso ocurra la gente tiene que salir a las calles, que es lo que hizo caer a Boluarte, y esa presión haga retroceder a esa mayoría parlamentaria. Eso haría que de alguna manera se cumpla la demanda que se vayan todos”, señala Monge, investigador asociado del Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo (Desco).
Continuidad o caída
En opinión del abogado y politólogo Juan de la Puente, la próxima semana es decisiva para la continuidad o caída del recién nombrado presidente. “Jerí tiene muchas dificultades para lograr estabilidad, incluso para dar curso a un gobierno con un nivel de inestabilidad tolerable. El escenario de la calle será decisivo. Bajo la presión de las protestas, la mayoría del Congreso podría decidir nombrar otro presidente de transición en reemplazo de Jerí. Creo que la principal tendencia es que ese tema se discuta en el Congreso. Me parece que en la coalición de la mayoría parlamentaria todavía hay personas que podrían ejercer la presidencia con menos cuestionamientos que Jerí. La exigencia es que el presidente tendría que tener al menos cierto grado de independencia del Congreso”, señala de la Puente.
Monge califica al presidente Jerí con una frase lapidaria, que resume cómo es percibido por una mayoría de los peruanos: “Es otro pelele del Congreso”.
Cortesía de Página 12
Dejanos un comentario: