Las vestimentas tradicionales que León XIV recuperó en su presentación como nuevo papa

Fuente de la imagen, Getty Images

  • Autor, Juan Francisco Alonso
  • Título del autor, BBC News Mundo

“El hábito no hace al monje”.

El cardenal estadounidense Robert Francis Prevost no cree que este refrán popular sea cierto o, al menos, esa es la impresión que podría haber dejado su primera aparición pública como nuevo papa de la Iglesia católica.

Poco más de una hora después de su elección, León XIV apareció en el balcón central de la Basílica de San Pedro del Vaticano, trajeado con las vestimentas tradicionales que los pontífices romanos vienen utilizando desde hace siglos.

Aunque este gesto pareciera indicar una ruptura con la senda trazada con el fallecido papa Francisco, el discurso del nuevo pontífice ha indicado lo contrario.

“Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes, que dialoga y que siempre está abierta, como esta plaza (en referencia a San Pedro), a recibir con los brazos abiertos a todos los que necesitan nuestra caridad, nuestra presencia y amor”, dijo.

Las palabras fueron muy similares de las del difunto papa Bergoglio, quien en 2023, pidió a los religiosos no convertir a la Iglesia en una “aduana para seleccionar a quienes entran y quienes no”.

Papa Francisco en 2013

Fuente de la imagen, Getty Images

Las prendas en detalle

Casi a las 7 de la tarde, hora romana, León XIV se asomó al balcón central de la basílica vaticana para saludar a los miles de congregados en la plaza de San Pedro vistiendo la muceta y la estola.

La muceta, que es una especie capa corta que cae sobre los hombros de color rojo y que puede tener unos remates en blanco, simboliza la autoridad del papa y su llamado a la compasión, se lee en un artículo de la Agencia de Noticias Católica.

La estola, por su parte, es el trozo de tela rojo y bordado en dorado que iba alrededor del cuello del nuevo pontífice, y que es empleada por los sacerdotes y obispos al momento de oficiar actos litúrgicos.

La estola representa los poderes sagrados que reciben los sacerdotes como maestros y guías, y busca emular al pastor que lleva a sus ovejas sobre sus hombros.

El origen de la primera prenda es algo oscuro. Sin embargo, hay testimonios de que ha sido usada por lo menos desde la segunda mitad del siglo XV, como lo muestra un fresco del pintor Melozzo da Forli (1438-1494), en el cual se ve al papa Sixto IV llevándola.

Por su parte, Stefano Sanchirico, quien fue maestro de ceremonias papales, indicó que la capa fue introducida en la vestimenta papal durante la época en la que los pontífices se trasladaron a la localidad francesa de Aviñón.

“La muceta, cuyo uso se inició en Francia, debe entenderse como un añadido a la vestimenta habitual del papa, similar a la de los cardenales”, escribió el experto en un artículo publicado en L’Osservatore Romano.

“El primer papa que vistió muceta y estola al tomar posesión de (la Basílica romana de San Juan) Letrán fue Clemente VII, el otro papa Medici, en 1525. Su sucesor, Pablo III, hizo lo mismo, mientras que San Pío V también usó la falda más corta y lo mismo hicieron sus sucesores”, agregó.

Otro elemento tradicional que León XIV recuperó fue la cruz pectoral y el roquete, una sobrevestidura blanca hecha de lino que cubre la sotana desde los hombros hasta las rodillas.

Aunque las cámaras de televisión no lo mostraron, es probable que el nuevo líder de la Iglesia católica haya optado también por utilizar los zapatos rojos carmesí que los pontífices han venido calzando desde hace siglos.

Una de las sotanas para el nuevo papa

Fuente de la imagen, Getty Images

Los obligatorios

La imagen de León XIV era muy similar a la que se registró en el mismo balcón el 19 de abril de 2005, cuando el cardenal alemán Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, fue elegido papa y diametralmente opuesta a la que se vio el 13 de marzo de 2013, cuando se produjo la elección del papa Francisco.

El hasta hacía solo unas horas cardenal Jorge Mario Bergoglio optó por vestirse solamente con la sotana blanca reservada exclusivamente para los papas y decidió seguir utilizando el mismo crucifijo que venía colgando de su cuello desde que fue designado obispo, a principios de la década de 1990.

Con estos gestos el pontífice argentino quería mostrar su sencillez y rechazo a los lujos materiales.

Otros símbolos que exhibió el papa Prevost en su primera aparición fueron el solideo (el casquete blanco que los pontífices se colocan en la cabeza) y el anillo del pescador que portaba en el dedo anular de la mano izquierda.

El aro es un accesorio que solamente puede usar el papa y tiene la imagen del discípulo de Cristo pescando en un bote, así como el nombre del papa en turno escrito en latín.

La primera referencia conocida de este anillo data del siglo XIII, cuando el papa Clemente IV escribió a su sobrino Pedro Grossi una carta en la que menciona que esta pieza, la cual era utilizada para sellar su correspondencia privada sobre cera.

Hasta el siglo XVI el anillo pasaba de un papa a otro, pero desde el pontificado de León X se implantó la costumbre de que tras la muerte del papa el camarlengo debe entregarlo al maestro de ceremonias del Vaticano, quien debe destruirlo junto al sello papal para evitar la falsificación de documentos.

Benedicto XVI en su elección en 2005.

Fuente de la imagen, Getty Images

La simbología de los colores

El rojo y el blanco dominaron en la primera aparición del 267 líder de la Iglesia católica.

¿Por qué esos colores?

“Los colores blanco y rojo hacen visible lo que el papa representa: la persona de Cristo y la Iglesia, su cuerpo místico”, escribió Sanchirico.

“El Sumo Pontífice aparece siempre vestido con un manto rojo por fuera, pero por dentro está cubierto con una túnica blanca, porque el blanco significa inocencia y caridad, mientras que el rojo exterior simboliza la sangre de Cristo. (…) El papa, de hecho, representa a la persona (Cristo) que por nosotros hizo roja su vestidura”, agregó.

Sin embargo, otros documentos históricos disponibles en el sitio web del Vaticano dan otra explicación sobre la escogencia de los colores.

“Por concesión del emperador Constantino, el Romano Pontífice puede llevar la clámide púrpura y la túnica escarlata y todas las vestiduras imperiales: cetros, estandartes y ornamentos, la cruz lo precede dondequiera que va para indicar que a él, más que a ningún otro, le conviene el dicho del Apóstol: no haya gloria sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, y para que sepa que debe imitar al crucificado”, reseñó el cronista Guglielmo Durando, en su Rationale divinorum officiorum, escrita alrededor de 1286.

En este texto, se deja en claro que muchos de los ornamentos y vestimentas empleados por los papas y demás jerarcas de la Iglesia fueron heredados del imperio romano.

Estatua de Constantino.

Fuente de la imagen, Getty Images

Más allá de la portada

Aunque la vestimenta de León XIV pudiera ser interpretada como un regreso al pasado, sus palabras parecen indicar que la apertura y reformas iniciadas por el difunto papa Bergoglio seguirán.

“Dios nos ama, nos ama a todos, el mal no prevalecerá”, dijo, al tiempo que reconoció la “voz siempre valiente” de su antecesor.

“Ayúdennos a nosotros, y luego unos a otros, a construir puentes de diálogo y encuentro. Uniéndonos a todos en un solo pueblo siempre en paz”, pidió.

Ropas papales.

Fuente de la imagen, Getty Images

Raya gris

Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Cortesía de BBC Noticias



Dejanos un comentario: