Lawfare para un candidato presidencial peruano

Desde Lima

En un caso que encaja como un lawfare impulsado desde la derecha y extrema derecha que gobierna el país desde el Congreso, el legislador y precandidato presidencial de la izquierda, Guillermo Bermejo, fue sentenciado a 15 años de prisión por terrorismo. Se le acusa de “afiliación terrorista” por supuestos vínculos con Sendero Luminoso en 2008 y 2009. En esos años, sin embargo, el grupo armado maoísta que dirigió Abimael Guzmán ya había sido derrotado varios años antes y desaparecido, lo que quedaba –y todavía existe- era un pequeño remanente en una aislada zona montañosa, con más vínculos con el narcotráfico que ideología, enfocado en la protección armada a traficantes de cocaína antes que en avanzar en un proyecto político para tomar el poder, que incluso había abandonado el nombre de Sendero Luminoso renegando de Abimael Guzmán, en ese tiempo en prisión. Por este mismo caso, Bermejo había sido absuelto en dos juicios, pero en ambos casos esos procesos fueron anulados por la Corte Suprema para abrir uno nuevo con la misma acusación. Hasta que en la tercera ocasión fue condenado. Esta cuestionada sentencia, emitida en la noche del viernes, saca a Bermejo del Congreso y de la carrera presidencial. Era precandidato de la coalición de izquierda Venceremos. Esta condena en primera instancia será apelada, pero el congresista, que estuvo en el tribunal al momento que se dictó sentencia, quedó detenido.

El fantasma de Sendero 

El fantasma de Sendero, ahora levantado para condenar a un legislador de izquierda y posible candidato presidencial, es usado por la derecha política y mediática para “terruquear” (acusar a alguien de terrorismo sin evidencias para descalificarlo y criminalizarlo) a políticos de izquierda, dirigentes populares, movilizaciones de protesta. En el caso de Bermejo, el “terruqueo” ha pasado de las declaraciones difamatorias a una sentencia judicial que lo ha llevado a prisión. Luego de esta sentencia, políticos de derecha y los principales medios se han multiplicado en el “terruqueo”.

La sentencia judicial contra Bermejo cita informes de la inteligencia policial, testimonios de colaboradores de las autoridades, que acusan a Bermejo de estar ligado a Sendero. También se mencionan viajes que entre 2008 y 2009 el legislador hizo a la amplia región del Vraem (Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro), entre la zona andina y la selva amazónica, dentro de la cual opera la columna remanente de lo que fue Sendero. Se afirma que visitó campamentos de esa columna y se reunió con sus mandos, los hermanos Víctor y Jorge Quispe Palomino, recibió “adoctrinamiento ideológico”, entrenamiento en el uso de armas y el encargo de establecer lazos con “grupos terroristas extranjeros”. Bermejo no ha sido relacionado con ninguna acción terrorista.

Bermejo niega haber visitado los campamentos de los remanentes de Sendero y haber tenido alguna relación con ese grupo armado. Asegura que viajó al Vraem para reunirse con poblaciones de esa zona, afectada por la violencia del narcotráfico, de los remanentes del senderismo y de las fuerzas de seguridad. Dos sentencias judiciales previas lo absolvieron de la acusación de pertenecer a Sendero, ambas coincidieron en que no había pruebas que sostengan esa acusación.

La tercera es la vencida

Antes de su condena, Bermejo cuestionó que se le esté juzgando por tercera vez por la misma acusación. “En ningún lugar del mundo te juzgan tres veces por lo mismo”, denunció. Precisó que “han sido dos salas judiciales nacionales las que me han absuelto por unanimidad en dos ocasiones”. Antes de entrar al tribunal que lo condenó declaró estar tranquilo y confiado en una nueva absolución. “Estoy sumamente tranquilo porque tengo la conciencia en paz. Estoy seguro de que, si no hay injerencia política ni mediática, saldré absuelto por tercera vez”. Pero esta vez no fue absuelto, las mismas pruebas que antes habían sido rechazadas por dos tribunales ahora se declararon “suficientes” y fue condenado.

El abogado de Bermejo, Ronald Atencio, denunció que su defendido “es un preso político”. “Hemos visto por primera vez a un político que se somete a dos procesos, a dos sentencias, a dos absoluciones y hoy, sin ninguna prueba nueva, sin ningún dato diferente, sin ningún hecho diferente, es condenado”, declaró el abogado después de la sentencia al congresista.

Guillermo Bermejo fue electo congresista en 2021. Fundador del partido Voces del Pueblo, era precandidato a la presidencia de la alianza Venceremos, formada por Voces del Pueblo y el partido Nuevo Perú, la agrupación de la excandidata presidencial Verónika Mendoza, que tiene como precandidato de esa alianza al dirigente aymara Vicente Alanoca, quien rechazó la sentencia judicial que saca de carrera a su rival por la candidatura presidencial de Venceremos. “Le anularon dos juicios en los que fue declarado inocente y lo sentencian ahora para impedirle participar en las próximas elecciones. No hay justicia en el Perú. Todas las instituciones están copadas. Vivimos en dictadura”, señaló Alanoca. En un comunicado, el partido Nuevo Perú denunció que esta sentencia judicial es “una muestra más de la instrumentalización de la justicia para perseguir a líderes y partidos de izquierda”. No solamente desde la alianza Venceremos, sino desde distintos sectores de izquierda se condenó esta sentencia como parte de una persecución política.

Este cuestionado fallo judicial se da en un contexto en el que avanzan acciones para eliminar del proceso electoral de abril de 2026 a posibles rivales de la derecha que está en el poder, con inhabilitaciones desde el Congreso o sentencias judiciales. 

Cortesía de Página 12



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