Leyendas del ska y el rock llegan a la Arena Guadalajara


El ska y el rock mexicano vuelven a tomar fuerza en Guadalajara con el regreso de Maldita Vecindad e Inspector, que por primera vez compartirán en igualdad plena el escenario de la Arena Guadalajara, uno de los recintos más modernos de Latinoamérica. El concierto representa un acontecimiento para la ciudad y para la historia del rock nacional, pues ambas bandas llegan en plena madurez artística, conscientes de su papel en la memoria colectiva de varias generaciones.

 En entrevista con EL INFORMADOR, Big Javy y Enrique Montes “Pato” reflexionan sobre el camino que los trajo hasta este momento, el valor de unirse en el escenario y la emoción de ver a familias completas celebrando su música.

La relación entre ambas agrupaciones se ha construido a lo largo de innumerables conciertos, festivales y coincidencias que, aunque breves, fueron creando una familiaridad casi fraterna. Para ellos, Monterrey fue el escenario de un reencuentro distinto: más íntimo, más consciente, en un formato que les permitió compartir no solo la tarima en mayo de este año, sino también la ovación completa del público. Big Javy reconoce que lo que vivieron ahí marcó un antes y un después, un momento de conexión que redefinió la colaboración entre ambas bandas.

“Realmente el encuentro yo creo que sí fue mágico… Lo de menos es cómo; lo demás es que estamos juntos y en la Arena Monterrey vivimos esa experiencia. Hemos tenido infinidad de encuentros musicales en festivales, pero luego a veces por los horarios no nos vemos; nos saludamos. Y en Monterrey sí fue un concierto muy especial porque nunca habíamos estado juntos así, los dos nada más. Tuvimos casa llena, sold out. Ahora surgió la oportunidad de estar aquí en Guadalajara, precisamente inaugurando para el rock mexicano este hermoso recinto que es la Arena Guadalajara, que es de lo más moderno en todo el país y en Latinoamérica. Es el espacio que se merece el rock mexicano”.

La emoción por presentarse en un lugar de esa magnitud se mezcla con la memoria colectiva acumulada en bares, foros improvisados y parques que marcaron el pulso del rock tapatío: Guadalajara, de muchas maneras, ha estado presente en la historia de estas dos agrupaciones, y fue una ciudad que los cobijó desde antes de que fueran nombres imprescindibles del rock nacional.

“Hay un recorrido que hemos hecho Inspector y Maldita Vecindad aquí en Guadalajara y con lo cual también hay un profundo agradecimiento a toda esta fidelidad”, dice “El Pato”. “El público estuvo en lugares inimaginables: el Roxy, el Parque Agua Azul, la Plaza de Toros La Antigua, la FIL… Y ahí seguimos, con esta fraternidad tan amorosa a través de la música”.

Viejas y nuevas generaciones

La pregunta sobre el estatus que hoy ocupan en la música mexicana revela un contraste: mientras desde fuera se les ve como pilares de una escena, ellos recuerdan sus inicios como un cúmulo de sueños espontáneos y exploraciones sonoras. Big Javy reflexiona sobre ese tránsito inesperado de ser un joven con ganas de cantar a convertirse en una figura central del ska nacional. “Creo que lo hicimos por ese amor que tenemos. Yo desde niño colecciono música y mi sueño era cantar con una banda”, dice el cantante. “Afortunadamente se empezó a dar y ya se hizo un estilo de vida. La gente nos considera un referente y eso es muy bonito: ser parte de una historia, de generaciones, de influencia musical. No empiezas queriendo ser contestatario o diciendo ‘tienes que hacer esto’; primero la música. Ya después el mismo público te va llevando por otros caminos. A Inspector nos tocó el camino romántico, el amor y el desamor. Somos la banda más romántica del ska y llevamos esa bandera a nivel mundial con muchísimo respeto”.

“Eso nos da profunda alegría, saber que lo que nosotros hicimos desde nuestros cuartos o cuartos de ensayo ha tenido un alcance”, dice El Pato. “Hemos tenido muchos puentes, y las canciones son como botellas al mar que tú recoges con el mensaje adentro y las lees según tu momento. Las canciones dejan de ser nuestras. Cumplen una función social: servir. Y no tendrían que servir para alentar violencia, discriminación ni ninguna forma de odio. El arte tiene otra función en la vida”.

Pato también recuerda cómo era hacer música cuando no existían las redes sociales. Habla de los primeros años de Maldita Vecindad como un territorio desconocido en el que nadie sabía dónde colocarlos. Sus anécdotas de búsqueda de música en cassette, tianguis y puestos improvisados resumen una época en la que el acceso al arte dependía casi enteramente del azar.

“No sabían dónde ponernos, porque sonábamos distinto. Nosotros íbamos descubriendo a la par un público que también se estaba germinando… Y después empezaron a aparecer bandas. Cuando apareció Inspector, me llegó un cassette que encontré en Tepito. Lo pongo y me encantó. Pensé que era de otro idioma y dije: ‘Ah… ¡Son de Monterrey!’. En esa época tu labor era detectivesca. Así llegabas a la música”.

El valor de un recinto moderno

Cuando hablan de la Arena Guadalajara, ambos músicos coinciden en la importancia simbólica del recinto. Para una generación que creció tocando en espacios precarios, inseguros o improvisados, tener ahora la posibilidad de presentarse en un lugar equipado, cómodo y pensado para todo tipo de público representa un logro colectivo. Big Javy, en particular, subraya lo que significa para ellos ver a familias enteras disfrutar del ska.

“Claro que estamos emocionados por la ciudad, la historia con ambas bandas, la tecnología, la seguridad, la comodidad. Antes los papás no querían llevar a sus hijos a conciertos; ahora puede ir una familia entera. Si el adulto se cansa, se sienta, se toma una cerveza, unas palomitas, y ve a su grupo preferido. Esa comodidad no nos tocó. Afortunadamente seguimos vigentes y nos tocan estos recintos supermodernos para compartirlos con nuevas generaciones”.

Un regreso que también es celebración

Lo que para el público será un concierto de alto voltaje, para las bandas es un reencuentro con su propia historia: la del ska y el rock mexicano que creció casi en clandestinidad, que se volvió himno urbano, que hoy llena arenas sin renunciar a su esencia. Este regreso a Guadalajara no es solo un show; es un viaje emocional hacia todo lo que han vivido y hacia el futuro que, en plena vigencia, aún están escribiendo. Guadalajara recibe a Maldita Vecindad e Inspector con décadas de cariño acumulado y una nueva generación lista para bailar. Ellos, por su parte, vuelven con la convicción intacta: la música es un puente, un abrazo colectivo, un acto de comunidad.

El concierto tendrá lugar el próximo 5 de diciembre a las 21:00 horas, en la Arena Guadalajara. Boletos desde $628 pesos en taquillas y superboletos.com.

CT

Cortesía de El Informador



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