La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) publicó la semana pasada las convocatorias de licitación pública internacional para la construcción de los primeros frentes de construcción de los tramos ferroviarios Saltillo- Nuevo Laredo y Querétaro-Irapuato, donde se observa que para el presente año cuenta con un presupuesto de 4,284 millones de pesos, que es 63% menos de lo que planteó en los proyectos de convocatoria.
Además, a través de las Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF), se precisó que el anticipo que otorgará a las empresas ganadoras será del 20% y no del 30% de la asignación presupuestaria correspondiente al contrato para cada ejercicio de que se trate (año), como había planteado inicialmente.
Los trabajos incluyen: elaboración del proyecto ejecutivo, construcción, pruebas y puesta en servicio.
En el caso de tren Saltillo-Nuevo Laredo (el primer subtramo es de 100.5 km) en el proyecto de convocatoria se establecía que para el presente año se contaba con un presupuesto de 7,934 millones de pesos y en la versión final se puede leer que la cifra es menor:
La convocante cuenta con la suficiencia presupuestaria emitida a través del Sistema de Contabilidad y Presupuesto de Hacienda para el año 2025. La asignación para este proyecto asciende a la cantidad de 2,908.7 millones de pesos, IVA incluido, y “los compromisos para los siguientes ejercicios fiscales quedarán sujetos para los fines de su ejecución y pago a la disponibilidad presupuestaria del año subsecuente”.
Por su parte, para el primer subtramo de 30.3 km del tren Querétaro-Irapuato el monto pasó de 3,567 millones de pesos a 1,376 millones de pesos.
¿Poco tiempo?
En los comentarios que recibió la ARTF de empresas interesadas sobre los proyectos de convocatoria destacó lo escrito por Construcciones Urales y Operadora CICSA.
La primera empresa dijo: Debido a la magnitud de la obra y la necesidad de realizar trabajos complementarios sobre la ingeniería básica facilitada, solicitamos mayor plazo para la presentación de las ofertas, considerando un total deseable de 10 semanas desde la publicación de la convocatoria (en referencia al proyecto Saltillo-Nuevo Laredo)
En tanto, la segunda (en relación con la licitación para la obra del tren Querétaro-Irapuato) refirió: Dado que se trata de un proyecto con un alto riesgo para los contratistas sugerimos que se alarguen los tiempos para estudiar bien la documentación de la Ingeniería Básica facilitada.
A ambas se les respondió que sus peticiones eran improcedentes y que se debía considerar el calendario previsto, el cual refiere que las propuestas técnicas y económicas de los concursos gubernamentales se deben entregar el ocho y el siete de julio, respectivamente, y ese día se dará a conocer la fecha del falló porque la instrucción existente es iniciar los trabajos el 31 y el 30 de julio con periodos de ejecución de 960 y 671 días. Por la cantidad de información que se debe analizar, se prevé que en la etapa de juntas de aclaraciones más de una constructora pida ampliar los plazos previstos por la ARTF para entregar propuestas adecuadas en beneficio del desarrollo de las obras.
Cortesía de El Economista
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