
Salir de las crisis requiere del trabajo en equipo, sobre todo cuando se requieren soluciones estratégicas y urgentes, en estos casos el liderazgo democrático es ideal, porque no solo permite salir de la situación, sino que permite conectar con los colaboradores.
En este contexto, el liderazgo democrático es adecuado cuando se trata de ejecutar decisiones difíciles, mismas que no pueden ser tomadas por una sola persona y se necesita del punto de vista de los demás para que el líder estructure la mejor una decisión.
De manera que, si una organización pasa por un momento complicado, promover la participación de los colaboradores por parte de sus líderes aumenta la moral y la esperanza, el cual 56% de los empleados considera que este último destaca para fortalecer la lealtad, de acuerdo con Gallup.
En tiempos de crisis, el liderazgo democrático no es un lujo, es una necesidad, porque la gente necesita sentirse parte de ese camino”, explica Ale Marroquín, consultora en liderazgo en Lidera.
Beneficios del liderazgo democráticos
Cuando un líder pide opiniones a su equipo, impacta positivamente porque los colaboradores se sienten escuchados y tomados en cuenta, así como la reducción de estrés en el líder por intentar resolver los problemas por sí mismo.
Durante la crisis, los líderes deben evitar dejarse llevar por la emoción para no tomar decisiones impulsivas, por lo que se recomienda aceptar la situación y pedir el apoyo de los demás, menciona Ale Marroquín.
3 tips para ser un líder democrático
Cuando un líder pide apoyo en la toma de decisiones, genera empatía con su equipo y puede crear mejores relaciones con los colaboradores, por lo que estas son tres consideraciones para ejercer el liderazgo democrático con éxito:
1. Hablar con claridad: Para ejercer el liderazgo democrático o participativo, los líderes deben plantear con claridad el problema y ser transparentes, con la finalidad de que los colaboradores puedan participar o involucrarse.
2. Respetar la opinión: Debido a que hay más de una generación en las organizaciones, los líderes no deben juzgar las aportaciones del equipo.
“Todos tienen mucho que aportar, todos tienen buenas ideas y es por eso que el líder debe tener apertura de escuchar y saber que todos pueden aportar algo valioso”, añade Ale Marroquín.
3. Ser un mediador: Un líder que ejerce la democracia debe ser neutral en cada opinión y escuchar activamente, así como impulsar la participación de todos y ser un mediador por si la situación se vuelve tensa.
Cortesía de El Economista
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