Toyota y Harvia, dos gigantes de mundos muy distintos, se unieron para presentar algo que nadie vio venir: la primera sauna del mundo alimentada por hidrógeno. El debut global de este concepto se realizará este mes en el World Sauna Forum en Jyväskylä, Finlandia, y también se mostrará durante el Rally de Finlandia. ¿El objetivo? No solo crear una experiencia única, sino demostrar cómo el hidrógeno puede tener un papel real más allá del volante. En esta historia, el vapor reemplaza al escape, y el bienestar se encuentra con la neutralidad de carbono.
El diseño del prototipo combina tradición y futuro. Desde el exterior, el módulo conserva la estética rústica de las saunas finlandesas de humo, con madera tratada que disipa el calor y una silueta pensada para integrarse en entornos naturales. Pero en su corazón hay ingeniería japonesa: el sistema de combustión de hidrógeno de Toyota no genera CO₂. Solo produce vapor y aire caliente. Cuando el agua toca las piedras, el löyly (el alma del ritual finlandés) promete aparecer, cálido, puro y completamente libre de emisiones.
Toyota aportó la tecnología que durante años ha desarrollado para vehículos como el Mirai, ahora adaptada a una experiencia completamente distinta. Harvia, con décadas de experiencia diseñando calentadores de sauna, diseñó un sistema que canaliza las llamas de hidrógeno a través de un compartimiento con rocas naturales, calentándolas uniformemente. Así se consigue un calor envolvente, similar al que ofrecen las saunas de humo, pero con una huella ambiental prácticamente nula. No hay olor a gas, no hay cenizas, solo el sonido del vapor y el crujir suave de la madera.
En el interior, el diseño no escatima en tecnología y confort. La cabina cuenta con paneles de control digitales, monitoreo de temperatura y humedad en tiempo real, e integración con plataformas de bienestar a través de una pantalla táctil que permite desde elegir la música hasta programar rutinas de respiración guiada. La luz LED ambiental busca reforzar la sensación de calma. Toda la estructura está construida con materiales resistentes al calor y a la humedad, muchos de ellos reciclados o provenientes de fuentes sostenibles.
Sauna de Toyota.
Este proyecto nace de una alianza que va más allá de lo comercial. La ciudad de Jyväskylä y la Fundación de Movilidad de Finlandia Central han impulsado esta colaboración para posicionarse como referentes en el uso comunitario del hidrógeno. La visión es clara: si el hidrógeno puede usarse de forma segura en una sauna, puede usarse en muchas más cosas. La movilidad se expande y empieza a redefinir otros aspectos del día a día, incluso aquellos que parecían inmutables.
Toyota no construyó esta sauna para venderla. La construyó para provocar preguntas. ¿Puede el hidrógeno reemplazar el gas en las casas? ¿Puede el bienestar ser también sostenible? ¿Y si el futuro no huele a gasolina, sino a vapor limpio? La marca japonesa lleva tiempo diciendo que quiere dejar de ser solo una automotriz. Esta sauna parece ser una forma bastante convincente de demostrarlo.
Cortesía de Xataka
Dejanos un comentario: