Los 40 bares ruidosos de la Americana


Con voluntad política, Guadalajara puede frenar el exceso de ruido en la colonia Americana.
Basta actuar sobre los 40 bares, restaurantes y terrazas con más denuncias, ya identificados y mapeados por los vecinos en línea a partir de datos oficiales (comparto el mapa en @jnlomeli).

Están la Mansión Clover Lawn, el bar del Hotel Olá, la Casa de Los Abanicos, el restaurante Decenizas, Guajirita, El Desestrés, Casa Imprenta, Balva Bistró, Aguafuerte, Cantina Sin Fin, Jardín Demonaco, entre otros.

Estos lugares rebasan la norma antirruido de máximo 65 decibeles en horario nocturno (el volumen de una conversación normal). Hablé con cinco vecinos. Su salud y su paciencia se acaban.

“No puedo dormir”. “No puedo ni escuchar la televisión dentro de mi cuarto”. “Me vibran las paredes”. “Se oyen las pláticas, la música”. En un caso extremo, un vecino salió con un bate a amenazar.

El caso de la Mansión Clover Lawn que ofrece en estas fechas un espectáculo navideño es dramático. Al estar pared con pared, el ruido por las noches alcanza los 104 decibeles en el cuarto (un disparo con pistola de calibre pequeño ronda los 150 decibeles).

“Los niños de la calle Colonias, incluyendo mi hijo, tienen problemas para dormir”, me contó una vecina. Me mostró imágenes de las mediciones: “se ve que no les importa y nadie les dice nada”.

Ayer Guadalajara informó que el fin de semana había inspeccionado la Mansión, pero cumplía con la norma. Anoche una vecina me compartió un video con los decibeles arriba de lo permitido. Eso es común.

Vecinos del restaurante Decenizas soportan toda la noche un extractor industrial: “Haz de cuenta que es una moto prendida, y encima la música”.

Gabriela vive junto al Jardín Mónaco del Bar Américas. “Tengo doble cristal y me pongo tapones, pero no logro dormir. Todo el día estoy cansada, con ansiedad”.

Todos temen represalias de los dueños de los locales y algunos han recibido amenazas. Prefirieron el anonimato.

Por segundo día, el Ayuntamiento de Guadalajara clausuró dos bares y prometió que reforzaría los operativos antirruido.

Sin embargo, estas medidas —consideradas reactivas y temporales por los vecinos— no han resuelto un problema que han denunciado desde hace tres años cuando se conformaron como organización vecinal Comunidad Americana (hoy suman 685 miembros).

Sólo en la colonia Americana hay 134 bares, cantinas, restaurantes y centros nocturnos, según el DENUE del Inegi. Significa que el problema está en el 30% de los establecimientos. El resto cumple la norma y no hay problema.

“No estamos en contra de los negocios, nadie quiere que cierren, sólo queremos llevar la fiesta en paz, pero no a costa de no poder dormir”, insistió Sergio Garibi, vocero de la asociación.

La petición vecinal es que se realicen inspecciones nocturnas (no en la mañana como ocurre); clausuras a quien incumpla (algunos dueños han presumido “palancas” o arreglo con inspectores); crear normas de aislamiento acústico en negocios, terrazas y azoteas; rotar a los inspectores y contratar más personal; asimismo medidores de decibeles fijos en corredores comerciales y gastronómicos.

Hay preocupación si continúa la ausencia de autoridad. Hay reportes, mediciones y 40 nombres propios: “La frustración de los vecinos se está acumulando. Me preocupa, no sé a dónde va a escalar porque cuando no puedes dormir durante meses, la gente deja de tomar decisiones racionales”.

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Cortesía de El Informador



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