Los adolescentes que se van a dormir antes y descansan más tienen mejor rendimiento cognitivo

Dormir bien es importante a todas las edades pero, según recuerdan los especialistas, esta actividad es especialmente clave en etapas críticas para el desarrollo del cerebro como, por ejemplo, la infancia y la adolescencia. Muestra de ello, los resultados de un nuevo estudio científico liderado por la Universidad de Cambridge en el que se demuestra que los adolescentes que se van a la cama más temprano, y que en general descansan durante más tiempo, tienden a tener un mejor funcionamiento cerebral y a destacar en pruebas cognitivas en comparación con sus homólogos que duermen peor. Según explican los expertos, esto podría tener implicaciones tanto en el funcionamiento de su cerebro como en su rendimiento en los exámenes.

La investigación, cuyos resultados se publican este martes en la revista Cell Reports, se basa en los datos recopilados por el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre el desarrollo cerebral infantil. En el marco de este trabajo se recopilaron mediciones objetivas sobre los patrones de sueño de más de 3.200 adolescentes de entre 11 y 14 años a partir de dispositivos portátiles como, por ejemplo, pulseras Fitbit y, además, se realizaron escáneres cerebrales y pruebas cognitivas a todos los participantes. A partir de esta información, los científicos clasificaron a los participantes en tres grupos en función de sus patrones de sueño y, a partir de ahí, estudiaron si había alguna correlación entre las horas de descanso y el rendimiento cognitivo.

El análisis demostró que los adolescentes que dormían mejor también eran los que lograban mejores resultados en pruebas de vocabulario, lectura, resolución de problemas y concentración

Según recogen los análisis, el grupo que obtuvo mejores resultados —tanto en volumen y actividad cerebral como en pruebas de vocabulario, lectura, resolución de problemas y concentración— fue aquel que dormía más tiempo, se acostaba antes y mantenía una frecuencia cardíaca más baja durante la noche. En muchos casos se observó que aumentar el tiempo de descanso en apenas 15 minutos podía marcar un impacto significativo en la salud cerebral. También se observó que, más allá de las horas de sueño acumuladas, los adolescentes que se iban a dormir antes eran los que disfrutaban de una mejor calidad del sueño y, a su vez, los que desempeñaban mejor las tareas cognitivas como, por ejemplo, la habilidad de concentrarse o de conservar buena memoria.

En general, también se observó que los adolescentes duermen una media de siete horas, una cifra muy por debajo de lo recomendado por los pediatras, que ronda entre las ocho y las diez horas diarias. En esta misma línea, un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) también apunta a que horas de sueño que deben dormir los adolescentes han caído estrepitosamente en la última década y solo tres de cada cuatro escolares cumple con el nivel óptimo recomendado. La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), por su parte, ya ha advertido de que la falta de sueño en los adolescentes es “un problema de salud pública y social” que “ya está dejando una huella profunda” tanto en sus estudios como en sus relaciones sociales.

Los registros confirman que los jóvenes duermen mucho menos de las horas indicadas por los pediatras, algo que los expertos definen como un “problema de salud pública y social”

Importancia del sueño

¿Pero por qué se produce este fenómeno? ¿De qué forma las horas de sueño inciden en la actividad cerebral? Tal y como explican los expertos, durante la noche el cuerpo humano no solo descansa sino que, además, realiza otras tareas esenciales como, por ejemplo, eliminar toxinas acumuladas en el cerebro, consolida aprendizajes y fortalece las conexiones neuronales. Además, también se ha demostrado que un buen descanso nocturno mejora el sistema inmunitario y la salud mental. “Son varias las investigaciones que han demostrado los beneficios del sueño para cuestiones relacionadas con el rendimiento académico. Por ejemplo, sabemos que dormir las horas adecuadas es un factor clave para consolidar la memoria, algo fundamental para el aprendizaje”, destaca Qing Ma, investigadora de la Universidad de Fudan y coautora de este estudio.

“Dormir las horas adecuadas es un factor clave para consolidar la memoria, algo fundamental para el aprendizaje”

Qing Ma

— Científica

Los expertos afirman que, a partir de ahora, también será clave centrarla investigación en los factores que más influyen en el descanso de los adolescentes y, en general, en todos aquellos elementos que podrían estar distorsionando los patrones de sueño. Por un lado, afirman los especialistas, se estudiarán como el uso de teléfonos móviles y de videojuegos podría estar afectando a las horas de descanso. Pero por otro lado, añaden, también se estudiará cómo la atención fragmentada entre pantallas y notificaciones podría estar alterando de forma estructural el reloj biológico de los adolescentes. Y no solo. 

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Cortesía de El Periodico



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