La relación entre las organizaciones agrícolas y el Gobierno de Claudia Sheinbaum amenaza con entrar en un punto de ebullición. Los grupos de manifestantes cerraron por diez horas del lunes garitas, carreteras, aduanas y puentes fronterizos, una protesta que cuenta con el apoyo de los transportistas. Los manifestantes amagan con avivar en las próximas horas el desafío al Ejecutivo en su exigencia de seguridad en los caminos y mejores precios para sus cosechas. Las organizaciones quieren elevar la temperatura en respuesta a los dichos de Rosa Icela Rodríguez, la secretaria de Gobernación, quien descalificó las protestas diciendo que tenían tintes políticos y afirmando que se han abierto “carpetas de investigación” a los liderazgos de las protestas por los cortes.
La respuesta a la encargada Gobernación fue casi inmediata. “Decir que hay intereses de partidos políticos es el discurso más tonto que he escuchado”, señaló Eraclio Rodríguez, integrante del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano y exdiputado federal por Chihuahua del PT, uno de los aliados de Morena. Rodríguez y los campesinos exigen una mayor remuneración para las cosechas de frijol, maíz, tomate, melón y aguacate. “Sabemos lo que hacemos; si nos encarcelan, mínimo nos van a dar comida y si nos matan, nos hacen un favor”, ha lanzado el líder en respuesta a las amenazas de Rosa Icela Rodríguez sobre la judicialización de algunos de los manifestantes.
Los manifestantes piden que sus cosechas sean compradas con el 100% del costo de producción, más un 30% de utilidad. Esto en lugar del 50% de la producción ofrecido por la Administración de Sheinbaum. “Estamos perdiendo el 50% de la inversión. No queremos llegar a los costos de producción, queremos la utilidad”, explica el líder campesino. Los grupos consideran los montos de compra como una parte indispensable en la negociación. “Estamos en plena cosecha y necesitamos vender para pagar todos los compromisos financieros que tenemos con las casas comerciales, que son los únicos que no fían y no podemos quedarles mal”, sostiene Eraclio Rodríguez.
Para presionar al Gobierno, los campesinos, con apoyo de los transportistas, cerraron 40 vías claves del tránsito nacional, entre ellas la autopista México-Toluca; la México-Puebla, algunos tramos de la México-Querétaro, además de bloqueos parciales en Guanajuato, Aguascalientes. Otro grupo de agricultores tomaron por varias horas el puente internacional Córdova, en Ciudad Juárez (Chihuahua), uno de los cruces más importantes entre México y Estados Unidos.
La necesidad de los productores de aumentar los ingresos por sus productos ha desplazado a otras de las exigencias en el pliego petitorio de los manifestantes, entre ellos la aprobación vía rápida de la Ley de Aguas de la presidenta Sheinbaum, que se encuentra en manos del Congreso. “La Ley de Aguas no es lo más importante para nosotros, necesitamos que el Gobierno nos pague a precios justos las cosechas”, lanzó el líder campesino. Los líderes parlamentarios de Morena han tendido la mano y se han ofrecido a ajustar la norma, que debe aprobarse antes del 15 de diciembre.
Entre los cambios que legisladores del bloque mayoritario han adelantado a este diario se encuentran cambios a las concesiones para el uso del agua, que ya no podrán ser transmitidas entre particulares, teniendo que volver al Estado para que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) las pueda reasignar. De acuerdo con los campesinos entrevistados, esto les imposibilitará heredar o vender sus tierras, ya que sin el permiso para uso del agua no tienen valor.

La apertura del Legislativo para enmendar la ley no ha surtido efecto para desactivar las movilizaciones. Las organizaciones campesinas y de transportistas, aunque abrieron algunos puntos a la circulación la tarde del lunes, han decidido mantener la jornada de protestas hasta que haya una respuesta oficial favorable. No descartan que los tractores, camiones de carga, autobuses y vehículos de todo tipo vuelvan a entorpecer el tráfico en algunos de los 22 Estados que este lunes registraron cortes. “Esperábamos llegar a un acuerdo, esperábamos que la presidenta y la secretaria de Gobernación fueran más mesuradas en su discurso, que no abona nada a la gobernanza”, ha dicho.
El cable se ha tensado en las últimas horas a consecuencia de los dichos de la secretaria de Gobernación. Los vínculos políticos de las caras de la protesta han sido el primer golpe del Gobierno. “No le están informando a la secretaria y a la presidenta cómo están las cosas. ¿Cómo cree que los del PRI y del PAN van a mover a toda la gente que estamos moviendo? Ni el PRI, ni el PAN, ni Morena juntos pueden movilizar a la gente que está movilizada hoy”, ha sostenido Rodríguez, el líder campesino.
Los amagos sobre posibles detenciones de sus líderes tampoco les han hecho retroceder. “Sí tenemos miedo, pero estamos obligados a salir a las calles a defender a nuestras familias. Un campesino que no defiende a su familia vale madres”, añadió el productor. Con todo, han dejado la puerta abierta de par en par al diálogo y han sostenido que se presentarán a la mesa de diálogo convocada por el Gobierno la mañana de este martes. “Estamos dispuestos a dialogar, esperamos que cambien su actitud y sentarnos a conversar de buena manera”, ha zanjado el líder campesino.
Cortesía de El País
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