Los productos cosméticos han acompañado a la humanidad desde tiempos remotos, tanto en sus vertientes estéticas y médicas como en aquellas ligadas a lo simbólico y ritual. Las regiones bañadas por el Nilo, como Egipto y Nubia, constituyen un escenario privilegiado para rastrear estas prácticas. Un reciente estudio publicado en PLoS One en 2025 ofrece, por primera vez, un análisis químico exhaustivo de 24 muestras de cosméticos procedentes de la Baja Nubia sudanesa (c. 2055–1070 a. C.) que amplía un campo de investigación que, hasta ahora, se había centrado casi exclusivamente en Egipto.
El trabajo revela una notable diversidad de recetas, que incluían no solo la tradicional galena negra, sino también compuestos vegetales, grasas animales, minerales variados y, de manera sorprendente, un pigmento sintético nunca antes identificado en la cosmética del valle del Nilo. El exhaustivo análisis, por tanto, ha permitido tanto reconstruir los productos “básicos” de belleza de las sociedades de la región como demostrar que el maquillaje fue un espacio de innovación técnica.
La importancia del maquillaje en el valle del Nilo
Egipto y el predominio del kohl
En Egipto, el cosmético por excelencia fue el kohl. Elaborado principalmente a base de galena (sulfuro de plomo), el kohl aplicado alrededor de los ojos se convirtió en símbolo de identidad estética y hasta de protección mágica. Se han encontrado recipientes con restos de este producto en tumbas de todo tipo, desde simples fosas hasta monumentales sepulcros excavados en roca.
Los estudios previos habían demostrado que, aunque el kohl era el cosmético más común, las recetas para prepararlo variaban. Los materiales arqueológicos hallados en Nubia, por tanto, daban la posibilidad de comparar las preparaciones egipcias con aquellas procedentes de las regiones circundantes.
La Nubia del Bronce y su interacción con Egipto
La Baja Nubia, situada en lo que hoy es el norte de Sudán, estuvo en constante contacto con Egipto a través del comercio y la colonización. Así, las comunidades locales, como las del Grupo C (c. 2300–1600 a. C.) y las de Kerma (c. 2050–1500 a. C.), adoptaron el uso de recipientes cosméticos egipcios, sobre todo a partir de la ocupación del Reino Medio y la colonización del Reino Nuevo. La circulación de objetos y estilos no implicó, sin embargo, una total homogeneización cultural. De hecho, los análisis químicos han revelado el empleo de fórmulas cosméticas específicas de Nubia.

Metodología del estudio
El equipo de investigación dirigido por Rennan Lemos analizó 24 muestras de cosméticos conservados en recipientes procedentes de yacimientos como Debeira Este, Ashkeit y Buhen. La mayoría de las piezas se habían hallado en contextos funerarios bien documentados, lo que aportaba una gran seguridad interpretativa.
Para analizar los restos, se usaron técnicas combinadas, entre ellas, la microscopía óptica, la espectrometría de masas con cromatografía de gases (GC-MS), la microscopía electrónica de barrido con espectroscopia de dispersión de energía (SEM-EDS), la espectroscopía infrarroja (ATR-FTIR) y la difracción de rayos X (XRD). Esta aproximación multianalítica permitió identificar tanto los componentes minerales como los orgánicos de la cosmética nubia del Bronce.

Los ingredientes del maquillaje nubio
La galena como base predominante
Al igual que en Egipto, la mayoría de las muestras nubias contenían galena. Este mineral otorgaba el característico tono negro del kohl y se asociaba a propiedades protectoras para la piel y la vista. Más del 90% de los cosméticos analizados contenían plomo en forma de galena, aunque combinado con otros minerales y aditivos.
Arcillas, cuarzo y yeso: blanqueadores y texturizantes
Una de las diferencias más notables respecto a los productos cosméticos de Egipto fue la frecuente presencia de cuarzo, calcita, arcillas y yeso en las muestras nubias. Estos compuestos, además de modificar la textura, aclaraban el color de la mezcla, creando tonalidades grises o blanquecinas. Algunas muestras, como las halladas en Buhen, contenían yeso en proporciones significativas.
Grasas animales y gomas vegetales: los aglutinantes
El análisis orgánico también detectó la presencia de grasas animales y aceites vegetales, que servían como aglutinantes para convertir los polvos minerales en pastas que pudieran aplicarse con facilidad sobre la piel. Asimismo, se identificaron gomas vegetales, en particular la goma arábiga de acacia, pero también posibles importaciones de tragacanto desde Asia occidental. La combinación de grasas y gomas permitía una mayor adherencia del maquillaje a la piel, a la vez que aportaba flexibilidad y durabilidad.

El hallazgo excepcional: el calcio antimonial sintético
Entre los descubrimientos más sorprendentes, figura un cosmético elaborado con calcio antimonato, un pigmento blanco sintético. Este compuesto, que se produce por calentamiento a más de 1000 ºC, ya era conocido en la industria del vidrio egipcia a partir de la dinastía XVIII, pero nunca se había documentado en la producción cosmética. Según los investigadores, su uso en Nubia demuestra un alto grado de innovación tecnológica que respondía a la intención de crear productos cosméticos de tonalidad clara, diferentes de los tonos negros predominantes en Egipto.
Los cosméticos claros como marca de identidad
Varias muestras, como la contenida en un recipiente de marfil hallado en Debeira Este, mostraron fórmulas cosméticas basadas en arcillas y microfósiles calcáreos de las que la galena estaba prácticamente ausente. Estos productos permitían la elaboración de maquillajes claros. El contraste entre los maquillajes negros egipcios y los claros nubios, por tanto, parece revelar diferencias culturales en la manera de concebir la belleza y la identidad corporal.

Cosmética, cultura e identidad
Diversidad y fronteras culturales
El estudio demuestra que, aunque existía un trasfondo común en el uso del kohl, las comunidades nubias adaptaron y transformaron las recetas cosméticas para expresar tradiciones locales. Asimismo, la elección de ingredientes claros y la capacidad de innovar mediante la elaboración de compuestos sintéticos apuntan a una voluntad consciente de diferenciarse culturalmente de Egipto.
Tecnología y saberes especializados
Por otro lado, la síntesis de calcio antimonial implica un conocimiento técnico sofisticado, probablemente vinculado a artesanos capaces de manipular materias primas específicas a altas temperaturas. La presencia de este pigmento en cosmética sugiere una circulación de saberes y una capacidad de experimentación notable.
Más allá de la estética: cosmética y simbolismo
El análisis de los cosméticos de la Baja Nubia sudanesa durante la Edad del Bronce ha permitido explorar las prácticas de belleza del pasado. En Nubia, el hallazgo de cosméticos claros en recipientes de marfil ricamente decorados indica que el maquillaje también formaba parte de un lenguaje simbólico asociado al estatus y la identidad étnica. Aunque la galena negra siguió siendo el ingrediente central del maquillaje, Nubia destacó por introducir variaciones que enriquecieron el repertorio cosmético del valle del Nilo. La incorporación de minerales claros, el uso de gomas vegetales y grasas animales y, sobre todo, el uso del calcio antimonial, marcan un horizonte cultural distinto al egipcio.
Referencias
- Lemos, R., C. Zaggia, K. Fulcher, E. Lidén, L. Werkström, E. Hocker et al. 2025. “Bronze Age make-up recipes from Sudanese Lower Nubia point to a greater diversity across cultural borders in ancient Northeast Africa”. PLoS One, 20(9): e0330205. DOI: https://doi.org/10.1371/journal.pone.0330205
Cortesía de Muy Interesante
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