Los Dodgers de Los Ángeles rechazaron el ingreso de agentes migratorios a su estadio

Los Dodgers de Los Ángeles, vigentes campeones de las Grandes Ligas de béisbol, le negaron el ingreso a su estadio a un grupo de agentes federales de inmigración de Estados Unidos. La acción se produjo luego de varios días de críticas hacia los Dodgers, un equipo que históricamente contó con el respaldo de la comunidad latina, por no haberse manifestado en apoyo a los migrantes que, desde el 6 de junio, enfrentan temor e incertidumbre debido a las redadas masivas llevadas a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el sur de California.

“ICE fuera de Los Ángeles”

Las autoridades del ICE se presentaron el jueves en la entrada del Dodger Stadium y “solicitaron permiso para ingresar al estacionamiento”, informó el equipo en sus redes sociales. “La organización les negó la entrada a nuestra propiedad”, reportaron los Dodgers, que garantizaron que el juego programado para la noche del jueves ante los Padres de San Diego se llevara a cabo con normalidad. 

Fotos y videos difundidos en redes sociales mostraban una fila de camionetas sin distintivos y a agentes del ICE enmascarados en una de las entradas del Dodger Stadium. Cerca de ese punto se produjo una concentración de manifestantes que coreaban: “ICE fuera de Los Ángeles”. La ciudad californiana, la segunda más poblada de Estados Unidos, se convirtió en el epicentro de los operativos de detención de personas indocumentadas lanzados por el presidente Donald Trump a lo largo del país. 

Como respuesta, en Los Ángeles se registraron en las últimas semanas varias protestas contra las redadas que han incluido algunos incidentes violentos aislados. Además de movilizar a agentes del ICE, Trump ordenó el despliegue en Los Ángeles de miles de efectivos de la Guardia Nacional y cientos de marines para sofocar las manifestaciones, una medida que lo enfrentó con las autoridades de la ciudad y el gobernador de California, Gavin Newsom. 

“Es una traición al 100 por ciento”

Los populares Dodgers, que cuentan con una gran cantidad de seguidores latinos, recibieron críticas en los últimos días por no haberse pronunciado en apoyo de las personas inmigrantes de su ciudad. Hasta el jueves los Dodgers no habían hecho ninguna declaración oficial respecto a las redadas. Aún así, la tensa situación que sobrevuela la ciudad irrumpió en el Dodger Stadium en la previa del partido del sábado, cuando la cantante de pop latina Nezza desafió a la dirigencia de los Dodgers y entonó el himno nacional de Estados Unidos en español. “Sentí que era mi deber representar a mi pueblo”, dijo la artista sobre la polémica que siguió a su actuación. 

El jueves, después de que los agentes del ICE se marcharan de las inmediaciones del estadio, una manifestante declaró a la agencia AFP que se sentía decepcionada con su equipo. “Estuvieron muy callados desde que empezaron estas redadas de ICE, y creo que es muy hipócrita por su parte no decir nada cuando la mayoría de sus fans son latinos aquí en Los Ángeles”, declaró Paola, que solo quiso compartir su nombre de pila. “Se siente como una traición al 100 por ciento. Nací y crecí aquí, los he apoyado toda mi vida y que no salgan a apoyarnos en estos momentos es una locura”, reclamó esta aficionada, de 27 años. 

Dylan Hernández, columnista deportivo del diario Los Angeles Times, también criticó con dureza la posición de los Dodgers ante la política antinmigratoria de Trump. “Los Dodgers se jactan de que más del 40 por ciento de sus seguidores son latinos, pero ni siquiera se molestan en ofrecer palabras de consuelo a esta sacudida comunidad“, escribió Hernández. “Qué ingratos. Qué irrespetuosos. Qué cobardes”

Mientras los Dodgers guardaban silencio, el puertorriqueño Kike Hernández, una de las figuras de la franquicia, sí arremetió contra las redadas en un mensaje en Instagram.  “Estoy triste y enfurecido por lo que está sucediendo en nuestro país y nuestra ciudad”, escribió Hernández, quien agregó: “Este es mi segundo hogar. Y no puedo soportar ver cómo se viola, se discrimina, se abusa y se destroza a nuestra comunidad. TODAS las personas merecen ser tratadas con respeto, dignidad y derechos humanos”.

La falta de posicionamiento de los Dodgers reabrió las heridas provocadas por la construcción del estadio en los años 50, cuando cientos de familias fueron desalojadas de los barrios de Palo Verde, La Loma y Bishop, comunidades mayoritariamente mexicanas de la zona de Chávez Ravine. Las autoridades prometieron vivienda pública que nunca se construyó y presionaron a los residentes a vender sus casas por poco dinero. El terreno fue vendido luego a los Dodgers y las últimas familias fueron desalojadas por la fuerza en un operativo televisado.

El distanciamiento entre la comunidad latina y el equipo empezó a suavizarse 30 años más tarde, cuando los Dodgers ficharon a Fernando Valenzuela, un joven lanzador mexicano cuyo éxito inmediato reavivó el sentido de pertenencia de una comunidad que por décadas se sintió excluida.

Cortesía de Página 12



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