Las transferencias del gobierno federal a los estados para seguridad, a través del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), disminuyó 41.9% en términos reales desde 2001 a 2024, de acuerdo con estimaciones de TKA Analytica elaboradas con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En medio de la crisis de violencia e inseguridad, el gobierno federal recortó el flujo del dinero etiquetado para que los estados hagan frente a esta problemática que afecta al país desde hace más de 20 años.
“En general el comportamiento de las aportaciones no ha sido lo que debería ser en los últimos 24 años, y a partir de 2018, empezó a empeorar. Llama la atención los descensos en lo que se transfiere para seguridad a través del FASP, de todos los fondos de aportaciones, este es el único que decreció en términos reales”, apuntó Tamón Takahashi, chief economist de TKA Analytica, centro de análisis e investigación.
México vive una ola intensa de violencia. En días recientes ha sido el centro de atención de la opinión pública global, luego del hallazgo de una fosa clandestina , y centenares de objetos personales en un rancho ubicado en Jalisco.
De acuerdo con el artículo 45 de la Ley de Coordinación Fiscal, los recursos del FASP se destinan exclusivamente para la profesionalización de recursos humanos; percepciones extraordinarias para los ministerios públicos, peritos, policías ministeriales y procuradurías de justicia; equipamiento de los policías; establecimiento y operación de bases de datos; y la construcción, mejoramiento, ampliación o adquisición de instalaciones para la procuración e impartición de justicia.
A diferencia de otros fondos de aportaciones para los estados, que tienen fórmulas de acuerdo a distintas variables económicas, los recursos del FASP los determina cada año la Secretaría de Gobernación, en una propuesta a Hacienda. El enfoque en este caso es meramente la seguridad pública.
Registros de la SHCP refieren que fue hasta 2020 cuando los montos del fondo variaban de acuerdo a cada entidad, con Jalisco y Nuevo León como los estados con las caídas más pronunciadas, con -8.0 y -8.5%, respectivamente. A partir de 2021, en la administración de Andrés Manuel López Obrador, todos los estados muestran un dinamismo similar: ese año cayeron -2.1%, en 2022 descendieron -3.8%, y fue hasta 2023 que lograron crecer 4.2%.
TKA Analytica destacó que en los últimos cuatro sexenios, salvo el de Felipe Calderón, las transferencias a través de este fondo disminuyeron.
La reducción en los recursos para el FASP generó un círculo nocivo en el que los estados no consiguen con dinero propio hacer frente a la violencia, mientras que el gobierno federal ocupa cada vez más espacios en la vigilancia activa en las entidades federativas. La centralización de la seguridad pública tuvo su mayor avance en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, con la creación de la Guardia Nacional.
No obstante, el mayor número de homicidios dolosos por sexenio lo reportó el propio López Obrador, con 199,619; seguido de Enrique Peña Nieto con 157,158 homicidios; Felipe Calderón con 121,613, y Vicente Fox con 60,162, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad.
Cifras de Fundar, un centro de análisis, refieren que lo aprobado para 2025 al FASP suma 9,565 millones de pesos, que en términos reales significa una disminución de 0.43% frente a 2024.
Los que más disminuyen
Chiapas, Sonora, Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León y Jalisco son las seis entidades que reportan los mayores decrecimientos promedio en las transferencias federales para seguridad a través del FASP de 2001 a 2024, según cifras de Hacienda.
“Esto no representa meramente que los estados, en sí mismos, estén gastando menos en seguridad, pues adicional a las transferencias federales, las entidades complementan gastos. Lo que sí es un hecho es que se está destinando menos a los estados en seguridad, desde la federación, a través del FASP”, comentó Takahashi.
El subíndice de Derecho del Índice de Competitividad Estatal 2024 del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (COMCE), que mide la seguridad en las entidades, refiere que de estos seis estados, tres tienen nivel medio-bajo, Sonora, Veracruz y Jalisco, y ocupan las posiciones 18, 23 y 20, respectivamente, a nivel nacional. Chiapas, Tamaulipas y Nuevo León, tiene un nivel medio-alto en las posiciones 10, 13 y 14.
La estrategia fallida hacia la pacificación
Con el triunfo de López Obrador, México tomó varias medidas para caminar hacia la pacificación. Una de ellas fue el resurgimiento de la Secretaría de Seguridad Pública, luego de que en el gobierno de Enrique Peña Nieto fue absorbida por Gobernación, se creó la Guardia Nacional y se facultó a militares para realizar tareas de seguridad pública.
Sin embargo, los resultados llegaron a cuentagotas. Los primeros años de su gobierno, México registró más de 36,000 homicidios dolosos, en promedio 101 cada día, pero en la recta final bajaron a 83, pero su gobierno cerró como el sexenio más violento con más de 200,000 asesinatos (entre homicidios dolosos y feminicidios).
A pesar de contar con alrededor de 130,000 elementos, la Guardia Nacional no fue clave para la seguridad de país. De acuerdo con el Censo Nacional de Seguridad Pública Federal 2023 elaborado por el Inegi, la corporación realiza siete detenciones por día de presuntos delincuentes.
Varios estados ajenos a la espiral de violencia hoy sufren disputas entre organizaciones e incremento en delitos como extorsión, desplazamientos, robos, homicidios.
Guanajuato, Baja California, Estado de México, Chihuahua y Jalisco fueron las entidades donde más homicidios ocurrieron en este sexenio. De acuerdo con cifras oficiales, casi 4 de cada 10 delitos ocurrieron en esas entidades.
Sheinbaum apuesta por la inteligencia
El gobierno de Claudia Sheinbaum apuesta por la inteligencia, la coordinación y la consolidación para combatir la violencia en México. El 8 de octubre, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, presentó la estrategia nacional de seguridad , la cual busca una paz duradera a través de cuatro ejes y tres objetivos, así como la coordinación de la federación con las 32 entidades.
Los cuatro ejes de la estrategia son los mismos que, como candidata a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum presentó: atención a las causas, consolidación de la Guardia Nacional, fortalecimiento de Inteligencia e Investigación y coordinación absoluta en el gabinete de Seguridad y con las entidades federativas.
Un incremento de recursos a través del FASP no estuvo en la mesa de esta estrategia.
Con información de Lidia Arista.
Cortesía de Expansión
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