Los problemas económicos de Nissan provocarán que tomen una decisión drástica, pero necesaria: vender a su equipo de fútbol, según reporte

Nissan atraviesa una tormenta financiera que ya no puede ocultar. La compañía japonesa, que durante años presumió de estabilidad, enfrenta pérdidas cercanas a los 4,500 millones de dólares. Esa cifra encendió las alarmas y obligó a la marca a tomar una decisión que suena impensable: desprenderse de su equipo de fútbol, el Yokohama F. Marinos.

La noticia sorprendió porque no se trata de un club cualquiera. El Yokohama F. Marinos nació en 1972 como un modesto equipo interno de Nissan. En cuatro años ya levantaba títulos regionales y con el tiempo se convirtió en un referente del fútbol japonés. Hoy, la empresa controla cerca del 75% de la institución y esa parte está en la mesa de negociación.

De acuerdo con Nikkei Asia, Nissan ya inició conversaciones con varias compañías interesadas. Una empresa de tecnología encabeza la lista y el acuerdo podría cerrarse en 2026. El cambio no sería menor, porque implicaría la transferencia de los derechos de gestión y un giro en la identidad de un club de fútbol que siempre llevó la marca en el corazón.

La pregunta es inevitable: ¿por qué vender algo tan simbólico? La respuesta está en el desastre económico que vive Nissan. El plan de recortes empezó con fábricas, como la de Oppama en Japón y CIVAC en México, y se extendió hasta sus centros de diseño y personal administrativo, pero ahora alcanza al deporte. Terreno que Carlos Ghosn había blindado durante su gestión. La situación actual obliga a dejar el sentimentalismo a un lado.

Planta de Nissan en CIVAC.

Dentro de la compañía hay voces que señalan que esta decisión debió tomarse antes. La lógica era concentrar recursos en los autos y no en el fútbol. Sin embargo, la conexión emocional con el equipo deportivo pesó más durante décadas y retrasó una venta que ahora se percibe como inevitable.

Para los aficionados del Marinos la noticia golpea fuerte. El club no solo representa a Yokohama, también es parte de la historia de Nissan y del fútbol japonés. El miedo es que un cambio de dueños transforme al equipo en un producto más del mercado y diluya la esencia que lo volvió legendario.

Yokohama F Marinos 2020 Nissan

Plantillas del Yokohama F. Marinos en 2020.

Fútbol y automóviles, una eterna simbiosos

En realidad, la unión entre el mundo automotriz y el fútbol no es extraña. El Wolfsburgo es respaldado por Volkswagen y la Juventus lució durante años el logo de Jeep en el pecho. En México, la firma alemana patrocinó al Puebla hasta 2013, cuando un conflicto comercial rompió la relación de tajo. El episodio más recordado ocurrió en un duelo contra Pumas, donde el club apareció con el escudo tapado por un parche, evidenciando que los acuerdos se habían roto de manera abrupta.

El caso del fabricante de vehículos de origen japonés también revela hasta dónde llegan las crisis corporativas. Una marca que parecía intocable ahora debe entregar parte de su identidad para sobrevivir. La venta de un club con más de medio siglo de historia no es un movimiento ligero, es una muestra de la gravedad que rodea a Nissan.

Nissan Equipo Futbol Yokohama Venta

Yokohama F. Marinos campeón en 2022.

La incógnita es qué pasará después. Si la operación se concreta, Nissan quedará fuera del fútbol herramienta que utilizó como escaparate de su imagen global. La decisión no está tomada a la ligera. Es la medida desesperada de una empresa que intenta escribir un nuevo capítulo en medio de una tormenta. Para Nissan, vender al Marinos no es solo un movimiento económico, es un sacrificio histórico con la esperanza de salvar su futuro.

Cortesía de Xataka



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