
Los funcionarios de la Reserva Federal (Fed) ayer continuaron presionando con opiniones contrapuestas sobre la situación de la economía y los riesgos a los que se enfrenta, un debate que se intensificará antes de la próxima reunión sobre política monetaria del banco central estadounidense y en ausencia de datos, suspendidos debido al cierre del gobierno federal.
En sus primeras declaraciones públicas desde que el presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, iniciara un intento, hasta ahora infructuoso, de destituirla de su cargo, la gobernadora de la Fed, Lisa Cook, describió una visión de tira y afloja en el debate sobre la política monetaria, afirmando que los elevados riesgos para los mandatos del banco central en materia de empleo e inflación dejan la reunión del 9 y 10 de diciembre “abierta” a un posible recorte de tasas, pero no es algo seguro.
“Mantener las tasas demasiado altas aumenta la probabilidad de que el mercado laboral se deteriore drásticamente”, aunque por ahora éste “sigue siendo sólido”, afirmó.
Por otro lado, Cook señaló que “bajar demasiado las tasas aumentaría la probabilidad de que las expectativas de inflación se desanclaran”, aunque en este momento “es alentador que la mayoría de las expectativas de inflación a largo plazo sean bajas y estables”.
“El doble mandato está en tensión, así que estoy atenta a ambos tipos de riesgos”, afirmó Cook, que se encuentra inmersa en una batalla legal con Trump por su intento de destituirla como gobernadora de la Fed. El Tribunal Supremo de EU escuchará los argumentos del caso a principios del próximo año.
Más temprano, la presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, ofreció una perspectiva igualmente imparcial, afirmando que consideraba el recorte de la semana pasada como un “seguro” adicional contra el debilitamiento del mercado laboral y que tenía una “mente abierta” sobre la necesidad de una medida similar en diciembre.
“Sería un resultado desafortunado, que sin duda querríamos evitar, si conseguimos que la inflación llegue a 2.0% a costa de millones de puestos de trabajo»”, afirmó. Al mismo tiempo, señaló que la inflación sigue siendo demasiado alta y que la Fed debe tomar una decisión que “equilibre esos riesgos”.
Las declaraciones de ambos, que suelen coincidir con las opiniones del presidente de la Fed, Jerome Powell, “no indican que la Fed esté tratando de socializar un salto previsto para diciembre, pero confirman que la opinión del Comité ha cambiado.
Cortesía de El Economista
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