La política y los videojuegos son un tema que han estado involucrándose directa e indirectamente a lo largo de los años, afectando no solo la industria, sino también a los consumidores. Y es que, la reciente propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá podría tener un impacto significativo en el mercado de los títulos físicos y digitales, afectando directamente el bolsillo de los gamers.
Y es que, según el analista y director ejecutivo de videojuegos, Matt Psicatella, cree que las entregas podrían aumentar significativamente su precio, lo que supone algo “nada bueno para el mercado“. Por si fuera poco, en Estados Unidos, el gasto anual en software físico de las entregas es menos de la mitad de lo que fue en 2021, y “está disminuyendo rápidamente“.
“Bien, pues videojuegos.
Con la imposición de aranceles del 25 % a las importaciones de México, puedo ver una marcada disminución en la cantidad de juegos en formato de disco que se lanzan físicamente en los EE. UU., ya que gran parte de esa infraestructura de producción se encuentra en México.
Si se fabrican, espero precios más altos tanto físicos como digitales”.
En qué afecta esto al mercado mexicano
México es un importante exportador de productos electrónicos y manufacturados hacia Estados Unidos, incluyendo consolas de videojuegos, accesorios y títulos físicos. La implementación de estos aranceles incrementaría los costos de importación para las empresas estadounidenses que comercializan estos productos, lo que probablemente se traduciría en un aumento de precios para los consumidores finales. Este aumento afectaría a una amplia gama de dispositivos, desde consolas de videojuegos, y cualquier otro producto proveniente de Estados Unidos.
Esto puede dar como resultado “un efecto en cadena”, donde los primeros afectados serían los ciudadanos estadounidenses con el aumento a los precios, así como también el incremento e México y otros países, los cuales no solo a los equipos físicos costarán más, sino también los productos digitales.
Este incremento en los precios podría desincentivar la compra de videojuegos físicos, impulsando a los consumidores a optar por alternativas como las entregas de segunda mano. Además, las cadenas de suministro de la industria del videojuego, especialmente aquellas con producción nacional, podrían experimentar un aumento en los costos, lo que se reflejará en precios finales más elevados para los consumidores.
La imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a México y Canadá tendría un impacto económico de gran alcance en los tres países, afectando tanto al sector productivo como a los consumidores. Esta situación generaría desafíos en términos de competitividad para las empresas de la región, así como una disminución en el poder adquisitivo de los consumidores, limitando el acceso a productos tecnológicos y afectando negativamente la experiencia de juego de los gamers.
Cabe mencionar que, según un reporte realizado por Reuters, esto comenzará en vigor a partir el 1 de febrero, por lo que hablamos de una implementación sin precedentes a poco menos de unas semanas.
Foto de Kelly Sikkema y Jacob Spaccavento en Unsplash
Cortesía de Xataka
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