
La relación bilateral con los Estados Unidos depende, en gran medida, de la política de seguridad nacional y el secretario Omar García Harfuch lo sabe. Este jueves, casi al mismo tiempo que el presidente Donald Trump anunciaba una nueva postergación de los aranceles, el hombre fuerte del gabinete anunció el arresto de Roberto “N” y Leonel “N”, dos líderes criminales con pedido de extradición por parte de las autoridades del país vecino.
El primer anuncio fue el de Roberto “N”, también identificado como “Gordo Jr.”, un hombre con pedido de captura en los Estados Unidos por el servicio de Marshals, que lo acusa de distribuir diferentes tipos de droga en territorio norteamericano y de tener vínculos con el crimen organizado. Según informó la Secretaría de Seguridad, el líder criminal fue arrestado en la colonia Paraíso de Cuernavaca, luego de un trabajo de inteligencia y seguimiento que contó con la coordinación de las Fuerzas Armadas y la Policía.
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Minutos después, Harfuch anunció un segundo arresto. En este caso, el de Leonel Salas Fabela, alias “El Sobrino”, uno de los diez hombres más buscados en el estado vecino de Texas y de Chihuahua, donde está acusado de pertenecer al grupo criminal “Los Cabrera”, vinculado al Cártel de Sinaloa. Su detención se llevó a cabo en Durango junto a otras dos personas que también fueron puestas bajo las autoridades judiciales a la espera de la definición de su situación procesal.
De esta manera, Harfuch profundiza la estrategia de seguridad, uno de los pilares fundamentales de la relación bilateral con los Estados Unidos, que demanda avances en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. Los arrestos de criminales con pedidos de extradición del otro lado de la frontera no son azarosos porque permiten avanzar con su salida del país y demostrar, de esta manera, resultados ante Washington.
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Además, Harfuch lideró la mega extradición de 29 capos criminales hacia los Estados Unidos, una medida sin precedentes en la relación bilateral que representó un fuerte mensaje para la Casa Blanca. Entre ellos estuvo, por ejemplo, Rafael Caro Quintero, el histórico líder del extinto Cártel de Guadalajara que era intensamente buscado por estar acusado de haber participado del secuestro y asesinato del entonces agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena.
Cortesía de La Política Online
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