
El gobierno de México, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), alcanzó un acuerdo con la industria del maíz blanco en la región del Bajío, que establece las bases de comercialización “más altas de la última década” y un apoyo directo de 950 pesos por tonelada, en beneficio de los productores.
De acuerdo con el Aviso de Bases de Referencia para la Comercialización de Maíz Blanco del ciclo Primavera–Verano 2025, la base estandarizada de zona de consumo se fijó en 143 dólares por tonelada, con una base regional máxima de 38 dólares y una base mínima garantizada de 105 dólares, aplicable en todos los contratos de compraventa.
La dependencia explicó que este esquema representa un incremento significativo respecto a la oferta industrial inicial, lo que permitirá que el precio final al productor sea aproximadamente 25% superior al que recibiría sin este acuerdo entre los gobiernos federal y estatales.
Además, el componente en dólares se complementa con un apoyo de 950 pesos por tonelada, financiado de manera conjunta por el gobierno de México y los gobiernos estatales, con el propósito de fortalecer el ingreso de los productores del Bajío.
El Aviso establece que el precio de referencia deberá considerar el contrato a futuro con vencimiento en marzo de 2026, lo que otorga mayor certidumbre en la planeación, contratación y comercialización del grano.
Estas bases buscan ordenar el mercado nacional del maíz blanco, garantizando que la producción sea adquirida por la industria harinera, molinera y nixtamalera, en beneficio de productores y consumidores. “Es un buen acuerdo en un año de precios de maíz excepcionalmente bajos en todo el mundo”, destacó la dependencia.
De acuerdo con Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), la nueva base permite al productor recibir un precio de mercado de 5,195.38 pesos por tonelada, que, al sumarse el apoyo de 950 pesos, genera un ingreso total de 6,138.48 pesos por tonelada.
“El precio es dinámico y cambia diariamente conforme al valor del contrato futuro y el tipo de cambio Fix del Banco de México; sin embargo, este esquema ya ofrece certidumbre en el precio e ingreso del productor, con una rentabilidad estimada del 15% respecto de los costos de producción”, explicó.
Anaya subrayó que este nivel de ingreso es 52% superior al que recibe un productor en Estados Unidos, recordando que México es un país tomador de precios en el mercado internacional.
Asimismo, consideró que el acuerdo abrirá las compras de la industria harinera y de nixtamal, mientras que el sector pecuario deberá analizar sus condiciones de adquisición en función del precio del maíz amarillo, dado que el maíz blanco mantiene un precio internacional de 50 dólares por tonelada.
De acuerdo con la Sader, la base estandarizada del precio por zona de consumo se fijó en 143 dólares por tonelada, con una base regional máxima de 38 dólares y una base mínima garantizada de 105 dólares.
Cortesía de El Economista
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