Malestar en el gabinete por Birmex: Buenrostro en la mira de la Sedena, tensión con Andy y sigue la pelea por el IMSS

 La determinación de Claudia Sheinbaum de intervenir sobre una trama de supuesta corrupción en Birmex cuyo monto superaría los 10 mil millones de pesos está generando movimientos tectónicos en el morenismo, donde el listado de actores involucrados es amplio y con terminales que derivan en Palenque.

Es tan sensible la pesquisa que por eso ayer sábado Sheinbaum tuvo que “elogiar” a Birmex, empresa estatal iniciada en el sexenio anterior, cuando sugirió que esa firma podría fabricar medicinas. Un equilibrio constante entre lo que se dice para la base y lo que sucede al interior del Gobierno.

El pasado jueves Raquel Buenrostro conversó con algunos allegados y dijo, según pudo conocer esta redacción, que existiría una campaña en su contra dirigida por empresarios allegados al general Luis Crescencio Sandoval, exmandamás de la Sedena. Estos hombres de negocios tendrían un papel troncal en los sobrecostos detectados en la compra de 175 claves de insumos médicos.

Para Buenrostro es una situación difícil porque siempre cultivó una imagen de honestidad que ahora viene a estar cuestionada por una campaña que vendría a sugerir que ella tenía conocimiento de lo sucedido. La presidente, por su parte, solo habla del tema con el subsecretario Eduardo Clarck que es quien ha analizado a fondo esta trama que supera los desvíos en Segalmex.

Cerca de Sandoval señalan que si bien en los negocios de Birmex, donde Sheinbaum despidió a cuatro directivos, también participaban recomendados de Andy López Beltrán, actual número dos del morenismo. Se habla además de un allegado a Daniel Chávez, dueño de la cadena de hoteles Vidanta y amigo de Andrés Manuel López Obrador.

Para el general es el segundo disgusto en poco tiempo: también tendría cierta tensión con las embestidas a fondo de Omar García Harfuch contra el huachicoleo. El enigma del buque tanque Challenge Procyon en el puerto de Altamira, Tamaulipas, podría tocar fibras muy delicadas, no solo por los 500 mil millones de pesos de evasión fiscal que implica este tipo de maniobra criminal, sino por todo el sigilo que envuelve a ese hallazgo. Todavía no hay responsables detenidos pero esta semana pudiera aportar nuevos episodios. El encargado de Aduanas Rafael Marín está empeñado en que así sea, fundamentalmente para aportar cualquier manto de sospecha sobre su persona al otro lado de la frontera y así poder cumplir su meta de gobernar Quintana Roo.

El caso de Birmex tiene además otro flanco más acuciante: conocer si habrá desabasto de medicamentos. Clarck le dijo a la presidente que de las 3000 claves de insumos médicos a comprar solo aparecieron problemas en aproximadamente 200. No debería haber inconveniente, al menos en las principales ciudades.

Como sea, el mandamás de IMSS Bienestar, Alejandro Svarch, ha comenzado a mover sus piezas para reemplazar a Zoé Robledo en el IMSS, uno más que se suma a esa disputa, a pesar de que en el pasado fue cercano al político chiapaneco. Svarch cree que habrá desabasto, no confía en Clarck y, especialmente, no quiere estar en su oficina cuando comiencen los problemas y el IMSS Bienestar recorra un sendero similar al del Insabi.

Es una jugada compleja. Robledo mantiene una relación con
Sheinbaum que para Svarch es impensada. Hace una semana que habla a diario con la presidente.

Cortesía de La Política Online



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