La cuestión sobre qué parte de la dualidad en que se divide la personalidad de Maluma predomina en el cantante colombiano de 31 años quedó despejada la noche del miércoles 6 de agosto cuando, ante quince mil personas que abarrotaron el Palacio de los Deportes, el intérprete se dejó ver más “pretty” que nunca y entregó su corazón en la Ciudad de México, luego de su última presentación en el país hace tres años.
“México, los extrañé como un hijo de puta”, confesó Maluma ante su público que, desde el primero hasta el último de los temas que cantó, le demostró al parcerito que tampoco “borró cassette” y coreó y aplaudió y celebró cada canción, cada frase, cada baile y cada indicio de que Juan Luis se sentía como en casa, acogido por los fanáticos que desde hace 14 años lo han acompañado en su travesía por la música y que, como dijo, son testigos y protagonistas de su historia.
(Alfonso Manzano / QUIÉN)
Maluma regresa a México con un recorrido por su travesía musical
Durante más de dos horas, Maluma hizo un recorrido por su repertorio musical. Desde “Borró cassette” y “El perdedor”, canciones con las que ganó fama internacional y con las que estableció su estilo: un reggaeton vivencial y con toques románticos; hasta la polémica “Cuatro babys”, que fue señalada de misógina pero que en el Palacio de los Deportes fue celebrada por un público compuesto mayoritariamente por mujeres.
Asimismo sonaron los hits en los que ha colaborado con otras grandes figuras de la música latina como “Vente pa’ca”, que grabó con Ricky Martin; y “Chantaje”, uno de los temas que comparte con su paisana, Shakira.
(Alfonso Manzano / QUIÉN)
Con “Corazón” quedó claro que es una fortuna que el cantante tenga el superpoder de darle “un pedacito a cada nena”; y lo mismo pasó con su carisma y la mirada que todavía conserva el gesto de niño, que brinda a cada rincón del recinto adonde apuntaba o se dirigía la gratitud y la conexión que ha establecido a lo largo del tiempo con el público mexicano.
“11 PM”, “HD”, “Felices los 4” y “ADMV” sonaron en la primera parte del concierto, que tuvo un momento álgido cuando Maluma, acompañado por el coro monumental formado por las 15 mil gargantas presentes, entonaron “Hawái”, uno de los temas más celebrados de la noche. Más tarde vinieron “Mojando asientos”, “Amigos con derechos”, “Cosas pendientes”, “Oh nana”, “Sobrio”, “Cada quien” e, incluso, “El rey”, el clásico de José Alfredo Jiménez, uno de los temas que cantó a dueto con su paisano Pipe Bueno, con quien brindó con un trago de (su) mezcal.
(Alfonso Manzano / QUIÉN)
Agradecido, Maluma brilla en su regreso a México… y sus joyas también
Si bien, la noche transcurrió in crescendo por el viaje musical, hubo otros detalles que también brillaron en el regreso de Maluma a los escenarios mexicanos. Los outfits y sobre todo la joyería que llevó el cantante, donde destacó la presencia de impresionantes esmeraldas tanto en el collar, el rosario como el anillo que usó esta noche, acapararon miradas.
Pero, más allá de lo material, destacó la parte emocional y el diálogo que el cantante estableció con el público y que dejó ver la evolución que como artista y como persona ha tenido en los últimos años.
(Alfonso Manzano / QUIÉN)
No sólo por cuánto ha avanzado y diversificado su carrera (ahora como empresario mezcalero o, incluso, como colaborador de Olivier Rousteing y la colección cápsula que diseñaron para Balmain), sino porque la paternidad lo ha hecho crecer en todos los sentidos y demostrar, quizá como nunca antes, su lado más “pretty”, vulnerable y honesto: sus emociones. Entre ellas, la gratitud. En particular la gratitud que profesa por sus fans mexicanos.
“Ustedes más que nadie conocen mi historia. Ustedes han estado a mi lado desde el día uno”, aseguró Maluma en una pausa del show en la que se dirigió al público con un mensaje profundo y sentido. “El país que me vio crecer, con Colombia, definitivamente es México. Ustedes han estado conmigo durante más de 14 años de carrera, hijo de puta”, añadió.
(Alfonso Manzano / QUIÉN)
“Me acuerdo muy bien que la primera vez, mi primer concierto, fue en un lugar llamado Pepsi Center, donde si no estoy mal estaban alrededor de dos mil o tres mil personas; era el primer concierto grande que hacía afuera de mi país, Colombia. Nunca me voy a olvidar del cariño que ustedes me han dado, muchísimas gracias. Hoy contamos otra historia, una historia hermosa, una historia de la que ustedes son protagonistas y en esta gira estamos haciendo tres noches sold-out de 15,000 personas”, detalló.
Maluma dijo que prefirió no hacer un concierto en el Zócalo de la Ciudad de México porque prefiere los conciertos más íntimos (tan íntimos como las quince mil almas que estuvieron en el Palacio de los Deportes). “Donde nos podamos ver, nos podamos abrazar desde la distancia y solamente quiero tomarme este espacio, este tiempo, para agradecerles porque México se escribe con la M de Maluma, cabrones. No existiría un Maluma baby sin México. Gracias, gracias, gracias”.
(Alfonso Manzano / QUIÉN)
El importante mensaje de Maluma sobre la salud mental: ‘No están solos’
En este momento de total sinceridad, Maluma habló sobre salud mental y señaló la importancia de buscar ayuda en los seres queridos cuando en la vida hay que enfrentar situaciones difíciles que producen crisis existenciales y emocionales.
“Si alguno de ustedes está pasando por una situación negativa en su casa, que seguramente son muchos de los que están acá…, déjeme decirle dos cosas. La primera es que ustedes no están solos. Hay personas que los quieren, que los aman, personas que los van a abrazar, personas que los van a escuchar y si están pasando por algo difícil, no tengan miedo de decírselo a su familia, que para eso está la familia, los problemas están para superarlos, ustedes no están solos”, dijo y añadió: “Sí se puede, parcero, sí se puede salir”.
(Alfonso Manzano / QUIÉN)
Finalmente, subrayó: “Y dos, si están pasando por algo maluco, por algo negativo, regálense este momento, regálense este espacio y convierta este escenario en su lugar seguro, en su lugar favorito. Aquí no hay espacio para la tristeza, no hay espacio para la ansiedad, no hay espacio para la depresión. Aquí solo hay espacio para la alegría, para la plenitud y el gozo, mi gente”.
Cortesía de "quien.com"
Dejanos un comentario: