El secretario de Seguridad del Pueblo en Chiapas, Óscar Alberto Aparicio Avendaño, informó que como parte del combate a la corrupción, más de 500 policías entre municipales, estatales y de investigación, han sido detenidos por distintos delitos, como parte de una política de cero impunidad y depuración de corporaciones de seguridad.
Reiteró que mantienen el despliegue permanente de seguridad en los 124 municipios, con presencia institucional en zonas donde antes no se tenía acceso, así como resultados que colocan al estado en primeros lugares nacionales en materia de seguridad.

Destacó que actualmente operan 750 elementos de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal, además de corporaciones estatales y federales, lo que ha permitido erradicar los robos y bloqueos carreteros, sin que se registre un solo caso en el último año.
Existió trabajo coordinado
Subrayó que estos resultados derivan de la coordinación entre los tres niveles de gobierno, con participación del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Secretaría de Marina, Fiscalía General del Estado y dependencias federales, bajo una estrategia conjunta de seguridad.

En el tema fronterizo, dijo que la zona se encuentra blindada completamente, con un despliegue de más de 500 elementos, apoyo aéreo con helicóptero, avión tripulado, drones de vigilancia y equipos tecnológicos de monitoreo permanente. Finalmente, reiteró que los operativos continuarán en todo el estado y que no se bajará la guardia en materia de seguridad y más en esta temporada en la que muchos visitantes de todo el país llegan a la entidad de paseo.
Es una estrategia integral
Combatir la corrupción en las policías de Chiapas requiere una estrategia integral, sostenida y coordinada entre los tres niveles de gobierno, con énfasis en la prevención, la sanción y la profesionalización; en primer lugar, es indispensable fortalecer los procesos de depuración policial, aplicando controles de confianza periódicos, evaluaciones patrimoniales y seguimiento continuo al desempeño de los elementos, estos mecanismos permiten identificar conductas irregulares y separar de las corporaciones a quienes no cumplen con los estándares éticos y legales.
Otro eje clave es la cero impunidad, la detención y procesamiento penal de policías involucrados en delitos envía un mensaje claro de que la ley se aplica sin excepciones, para ello, es fundamental reforzar la coordinación entre las corporaciones de seguridad, las fiscalías y el Poder Judicial, garantizando investigaciones sólidas y sanciones efectivas.
La profesionalización policial también juega un papel central, mejores salarios, capacitación constante, acceso a derechos laborales y planes de carrera reducen los incentivos para incurrir en prácticas corruptas, a esto se suma la formación en derechos humanos, ética pública y proximidad social, lo que contribuye a recuperar la confianza ciudadana.
Asimismo, el uso de tecnología y supervisión, como cámaras corporales, sistemas de monitoreo, drones y plataformas de denuncia anónima, permite mayor transparencia y control interno, finalmente, la participación ciudadana es indispensable: fomentar la denuncia, proteger a los denunciantes y promover la rendición de cuentas fortalece el combate a la corrupción.
Cortesía de El Heraldo de México
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