Lesiones en la piel, ocho horas de maquillaje diarios, 15 días colgado, ataques de hipotermia y hasta una descarga eléctrica durante el rodaje, hizo que las grabaciones del protagonista de esta película basada en una de las culturas religiosas más profesadas del mundo, fueran todo un suplicio digno de la ira de Dios. Hablamos de Jim Caviezel mientras filmaba y se preparaba para representar a Jesucristo en la polémica cinta de Mel Gibson: La Pasión de Cristo. Ya que estamos en la época de Semana Santa, en Xataka Cine y TV te contamos por qué deberías volver a ver esta cinta que recién llegó a Netflix y qué cosas extrañas le sucedieron a su protagonista.
De qué trata La Pasión de Cristo
Dirigida por Mel Gibson y lanzada en 2004, esta película es una representación de la Biblia, y cuenta la historia de las últimas 12 horas de agonía que Jesús de Nazaret tuvo que soportar tras ser condenado a morir crucificado. Si bien se basa en algunos evangelios y pasajes de la Biblia, lo cierto es que también toma elementos narrativos para generar drama. Además, visualmente la cinta fue impactante, razón por la cual, la Academia nominó el filme a tres premios Oscar: mejor maquillaje, mejor fotografía y mejor banda sonora original.
En su momento la película fue polémica por dos razones: la primera, algunas personas consideraban que era demasiado violenta y sangrienta; mientras que otro sector del público y crítica alabó la cinta por ser una representación histórica casi documental y fidedigna de los pasajes de la Biblia. Y la segunda, es que tanto el director como su protagonista fueron señalados como antisemitas y casi arruina sus carreras. Pero al parecer, nada superó la experiencia de Jim Caviezel quién en plenas filmaciones, sufrió todo un suplicio.

Pareció una tortura y al mismo tiempo una experiencia espiritual
Mel Gibson estaba convencido de que la cinta sería un éxito, por eso eligió personalmente al actor Jim Caviezel para dar vida a Jesús de Nazareth, pero mientras se filmaba la cinta, el protagonista tuvo que aguantar desde heridas y hasta ataques de neumonía. Según una entrevista del medio ABC de España en marzo del 2004, Jim Caviezel habló de lo difícil que fue hacer la película más allá de las polémicas religiosas o de Hollywood.
“Me esperaba las críticas, pero no podía imaginar que el rodaje fuera tan duro”. El actor contó que pasó cinco meses en Italia, y durante ese tiempo, el invierno fue mucho más frío de lo esperado. Además, tenía que levantarse de madrugada porque el maquillaje le llevaba ocho horas implementarse; en algún momento, incluso su piel comenzó a sufrir de ampollas y lesiones debido al mismo. Aunque eso sí, menciona también que fue toda una experiencia espiritual.
Pero según lo contado, el actor tuvo que soportar muchas cosas más: estar colgado durante horas en un lapso de 15 días para grabar la crucifixión, dislocarse un hombro, sufrir ataques de hipotermia e incluso una descarga eléctrica durante una tormenta. Pero nada se compara con los latigazos, pues en cierto punto lo hacían retorcerse de dolor real: “Estaba representando a Jesús, pero me sentía enfurecido como un diablo”. Según lo expresó Jim Caviezel en la entrevista.
La Pasión de Cristo hizo más de 600 millones de dólares durante el tiempo que estuvo en los cines del mundo, se inmiscuyó en polémicas, y 20 años después hasta anunció una secuela titulada La Pasión de Cristo: Resurrección que será dirigida por Mel Gibson y llegará en 2026. Sin embargo, lo más curioso, son todas esas cosas extrañas que su protagonista sufrió, el cuál también volverá a interpretar a Jesús en la nueva cinta. ¿Volverá a sufrir la ira de Dios? Mientas lo averiguamos, la cinta de 2004 aterrizó en Netflix esta misma semana y ya la puedes ver sin costo adicional.
Cortesía de Xataka
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