Para quienes aman el espíritu navideño pero no la cocina complicada, existe el menú navideño para flojos. Y aunque suene caótico, en realidad es casi un acto de amor propio.
Cocinar sin estrés y aun así lucir como si hubieras tomado un curso con Gordon Ramsay es posible, y te juro que nadie notará que tus recetas tienen menos pasos que un TikTok de 60 segundos.
Menú de Navidad para flojos paso a paso
La clave para triunfar con tu menú de Navidad para flojos está en apostar por preparaciones que parecen más sofisticadas de lo que son.
La ciencia dice que el cerebro interpreta como “extra especial” todo lo que mezcle ingredientes festivos y texturas suaves sin necesidad de técnicas complicadas.
Según BBC Good Food, la Navidad es la época donde más se buscan recetas foolproof o sin falla, lo que básicamente es código para flojos inteligentes que no quieren arriesgar el prestigio familiar alrededor del árbol.
NYT Cooking lo confirma cada año cuando publica sus recetas virales, la gente quiere calidad sin esfuerzo, sabor sin drama y algo que se vea instagrameable sin destruir la cocina en el proceso.
(zamrznutitonovi/Getty Images)
Así que vamos a lo bueno. Arranca con un dip caliente de queso brie con miel y nueces que solo metes al horno siete minutos.
Después, un tiradito de salmón con soya, chile serrano, miel y limón que literalmente se cocina solo, pues es una de las proteínas más fáciles de hacer para cenas grandes.
Para el toque “navideño tradicional pero sin esclavitud”, unas papas aplastadas crujientes que requieren exactamente cero técnica, y una ensalada con granada que se arma en tres minutos pero da la ilusión de que te importó la paleta de color del plato.
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El postre más sencillo para Navidad
¿Y el postre? Aquí viene el verdadero truco maestro, compra un panqué de vainilla y cúbrelo con crema batida y frutos rojos. Fin. Gourmet instantáneo.
Los postres “assemblage”, o sea, los que sólo ensamblas, son la tendencia favorita de quienes quieren resultados lindos sin complicarse la vida.
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Al final, un menú navideño para flojos no es sinónimo de mediocridad, sino de eficiencia.
Cocinas rico, pasas menos tiempo sudando frente al horno y más tiempo riéndote con tu familia, tus amigos o tu playlist triste de Navidad (todos tenemos una).
Ésta es la versión realista de la fiesta, la que sabe que la magia también está en las cosas simples.
Cortesía de "quien.com"
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