Premiada en el Festival de Mar del Plata como mejor película latinoamericana, La búsqueda de Martina aborda un tema que nos toca más de cerca a los argentinos (de hecho, trata sobre la búsqueda de un nieto nacido en cautiverio), pero es una producción mayoritariamente brasileña.
Dirigida por Márcia Faria, que fue asistente del argentino Héctor Babenco en Carandiru, y de Walter Salles en Diarios de motocicleta, comienza su historia en Buenos Aires. Martina, el personaje del título, está tras la búsqueda de su nieto Ignacio, el niño que tuvo en cautiverio su hija. Abuela de Plaza de Mayo, a Martina (Mercedes Morán) le pasan un dato: Ignacio estaría viviendo en Brasil, pero desconociendo él su verdadera identidad, bajo el nombre de Ricardo Cruz.
El tema es que Martina no solamente ya está grande, sino que también tiene Alzheimer. Vemos cómo tiene anotadas las visitas a su médico en papelitos pegados en el espejo de su botiquín, sí, ése que a veces parece deformar su visión -un efecto más poético que narrativo, bien utilizado-.
Pero por suerte Martina no está sola. Tiene dos amigas de fierro, Norma (Adriana Aizemberg) y Rosa (Cristina Banegas) que estarán donde haga falta para que Martina no se pierda en su búsqueda.
La película habla del temor a olvidar, en el doble sentido de la expresión. Porque el Alzheimer puede dañar la memoria de la protagonista, pero en lo que no la afecta es en recordar que tiene un hijo y que puede ser el que está por conocer.
Por las dudas, en el viaje a Brasil, Martina se escribe el nombre de su nieto (Ricardo Cruz, como piensa encontrarlo) en la palma de la mano.
La búsqueda de Martina no está pensado como un filme en el que la pesquisa es el tópico central, porque las relaciones que están en juego es lo que prima. La desesperación que muestra el personaje, ¿no es acaso digno de complicidad por parte del espectador, de aprobación, de aplauso y de respeto? Martina podrá hacer las cosas fuera de lo que le recomiendan sus amigas, pero es su manera, su forma de encontrar a un ser querido que no conoció, pero que lo ama.
Por supuesto que el mayor peso del relato recae en las espaldas de Mercedes Morán. La intérprete aparece medida en su personaje cuando debe serlo, espontánea otras veces y sobrepasada por la realidad en más de una oportunidad.
Rodada en sus primeros momentos en Buenos Aires para luego trasladar las acciones a Río de Janeiro, ya sea en Copacabana como en las favelas, La búsqueda de Martina mantiene un ritmo tranquilo, estable, con los saltos necesarios en los momentos en que la tensión alcanza sus picos, bien suministrados por la dirección de Márcia Faria.
“La búsqueda de Martina”
Drama. Brasil, 2024. Título original: “A Procura de Martina”. 88’, SAM 13. De: Márcia Faria. Con: Mercedes Morán, Adriana Aizemberg. Cristina Banegas, Carla Ribas. Salas: Cinépolis Recoleta y Avellaneda, Lorca, Atlas Caballito, Multiplex Belgrano.
Cortesía de Clarín
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