En un tablero comercial teñido de rojo, el país pierde con casi todos sus socios asiáticos. Las cifras reflejan déficits que se repiten país tras país, sin matices. Pero entre tanto desequilibrio, una excepción rompe la regla. Hong Kong es el único socio que deja saldo a favor.
El déficit comercial con Asia suma 96,112 millones de dólares entre enero y mayo de 2025, según cifras del Banco de México (Banxico). China explica casi la mitad del desequilibrio. Las importaciones desde ese país superan los 51,000 millones, mientras que las exportaciones apenas rozan los 3,827 millones. Con Japón, Corea del Sur, India o Tailandia el patrón se repite.
Solo Hong Kong marca la diferencia. Entre enero y mayo, las exportaciones mexicanas a ese territorio ascienden a 1,050 millones de dólares, mientras que las importaciones se ubicaron en 295 millones. La balanza comercial deja un superávit de 755 millones de dólares, el único entre los once principales socios asiáticos que detalla Banxico.
El saldo tiene explicación en los datos. Las exportaciones mexicanas a Hong Kong crecen 151.3% frente al mismo periodo del año anterior. El año pasado ya mostraban una tendencia positiva, con un alza de 29.4% y un total anual de 1,089 millones de dólares.
La balanza a favor de México predomina en la última década.
Un socio de peso
Según el Consejo de Desarrollo Comercial de ese territorio asiático, entre todas las economías de América Latina, México ocupa un lugar especial en los puertos de Hong Kong. Se convirtió en su mayor socio comercial en la región.
De cada 100 dólares que Hong Kong intercambia con América Latina, 35 terminan vinculados al mercado mexicano. La relación no es nueva, pero en los últimos años tomó fuerza.
En 2024, México figuró como la cuarta fuente de las compras de Hong Kong en América Latina, con una participación de 11.6% en el total regional.
También se volvió mayor destino de las exportaciones hongkonesas en la región. Casi la mitad, 47.7%, tienen como destino el territorio nacional.
El vínculo se tejió con firmeza desde ambos frentes, con un flujo constante de mercancías, tecnología y servicios que convirtió a México en el rostro más visible de la región para los negocios hongkoneses. Entre semiconductorees, pantallas, circuitos, piezas electrónicas y equipos de computo, el intercambio encontró rutas sólidas.
Un acuerdo que impulsa la relación
No existe un tratado de libre comercio entre ambas partes, pero sí un acuerdo para proteger inversiones.
El Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones (IPPA) se firmó en 2020 y entró en vigor el 16 de junio de 2021, que ha servido como ancla para ampliar el vínculo económico. También tiene un Acuerdo Integral de Doble Tributación (ACTI) con México, vigente desde el 7 de marzo de 2013.
La Cámara de Comercio de México en Hong Kong considera a la isla como un destino clave para los intereses económicos nacionales. Existen más de 200 empresas con capital hongkonés registradas en México, cuya inversión acumulada asciende a 1,683 millones de dólares, refieren datos de la Secretaría de Economía.
De acuerdo con InvestHK, Hong Kong y Zhuhai cuentan con una plataforma estratégica para atraer inversión mexicana hacia el Gran Delta del Río de la Perla, una de las regiones con mayor dinamismo económico en China. Ofrecen ventajas clave: sistema tributario simple, libre flujo de capital, certidumbre jurídica y talento especializado.
La zona de Hengqin suma incentivos fiscales, facilidades logísticas y políticas sectoriales en tecnología e innovación. El mensaje a las empresas mexicanas apunta a la integración en cadenas regionales de alto valor, con costos de operación competitivos y acceso inmediato al mercado del sur de China.
México se perfila ante los ojos de Hong Kong como una economía diversa, robusta y estratégicamente ubicada. Su segunda posición en el ranking latinoamericano no se sostiene en promesas, sino en hechos: una base industrial sólida, capital privado en expansión, recursos naturales disponibles y un entorno amigable con el capital extranjero.
Su red de tratados comerciales abre paso a medio centenar de países, y le permite integrarse sin fricciones a las cadenas de valor más exigentes del mundo.
Con Claudia Sheinbaum al frente del país , el escenario político apunta hacia un pragmatismo económico que combina gasto social con infraestructura e inversión. El Plan México traza una hoja de ruta que busca detonar sectores estratégicos, elevar el contenido nacional en las exportaciones y expandir parques industriales de alta gama.
El horizonte no luce opaco para Hong Kong, pues México ancla su apuesta en la innovación, los incentivos fiscales y la promesa de una integración más sofisticada al comercio global.
Cortesía de Expansión
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