El gobierno mexicano busca proteger el papel estratégico de las autopartes nacionales ante la decisión de Estados Unidos de imponer un arancel de 25% a los vehículos importados.
“Estamos en una mesa que se abrió con el secretario de comercio para cuidar toda la cadena productiva mexicana que tiene que ver con autopartes”, señaló el secretario de Economía, Marcelo Ebrard desde Washington.
México provee el 40% de las autopartes que utiliza la industria automotriz estadounidense. Esa participación coloca al país como un eslabón esencial dentro de la cadena productiva de Norteamérica.
Ante la nueva política comercial, el equipo mexicano planteó su preocupación de forma directa al secretario de Comercio de Estados Unidos: castigar las autopartes mexicanas afectaría también a los fabricantes estadounidenses.
Como ejemplo, Ebrard expuso el caso de un pistón que cruza hasta siete veces la frontera antes de integrarse a un vehículo. Aplicar el arancel en cada paso encarecería el producto final y rompería la lógica de integración que sustenta al T-MEC.
Estados Unidos reconoció el argumento y accedió a establecer una excepción. Las autopartes mexicanas no pagarán varias veces el impuesto. Además, se abrió una mesa de trabajo específica para vigilar el cumplimiento de este acuerdo.
El gobierno mexicano también destacó que los vehículos producidos en el país incluyen cada vez más contenido regional. Gracias a las reglas de origen del T-MEC, muchas marcas ya cumplen con porcentajes que permiten reducir el arancel final. La proclamación estadounidense ya incorpora esta condición.
México no solo busca evitar un impacto directo sobre sus exportaciones. También pretende preservar el empleo, el ingreso y la estabilidad de una industria que vincula a ambos países desde hace décadas.
El gobierno mexicano sostuvo ya seis reuniones con el secretario de Comercio y otras más con el titular de la USTR. En todas planteó el mismo punto: México necesita condiciones especiales si Estados Unidos cambia las reglas del juego.
Las negociaciones no resultaron sencillas. Sin embargo, Ebrard reconoció que la interlocución directa entre la presidenta Sheinbaum y el presidente Trump permite avanzar.
El 3 de abril, el gobierno mexicano presentará una respuesta integral. En ese documento se detallarán las acciones para defender los intereses del país y aprovechar las herramientas previstas en el tratado comercial.
Cortesía de Expansión
Dejanos un comentario: