Hacerse cada vez mayor en México es un riesgo para quien busca empleo. Lejos de premiar la experiencia, el país está entre los miembros de la OCDE que más castigan la edad en el mercado laboral. De acuerdo al informe Perspectivas de empleo de la OCDE 2025, México ocupa el cuarto lugar con la tasa de empleo más baja (73.4%) entre personas de 45 a 54 años, sólo por encima de Colombia, Costa Rica y Turquía.
El promedio en la organización es de 80.1%, lo que deja claro el rezago nacional. Esta discriminación por edad (conocida como edadismo) no es sólo una percepción. Según el estudio Tendencias de Talento 2025 de PageGroup, el 38% de las personas ha enfrentado trato injusto por razones de edad, más que por cualquier otra causa.
Estereotipos sobre adaptabilidad y tecnología
La OCDE explica que el sesgo viene muchas veces desde los empleadores, que tienden a ver a los trabajadores mayores como menos adaptables o rezagados en competencias tecnológicas. Esta percepción perjudica seriamente sus posibilidades de contratación.
Además, aunque las tasas de empleo de adultos mayores han mejorado en los últimos 20 años, el país aún está por debajo del promedio de la OCDE en varios rangos de edad. Por ejemplo, en 2023 la tasa de empleo de personas entre 60 y 64 años fue de 47.8%, frente al 55.9% del promedio internacional. El informe señala:
“La participación laboral entre los trabajadores de 45 a 65 años sigue siendo inferior al promedio de la OCDE, pero existe la posibilidad de extender su vida laboral”
También hay una brecha de género en adultos mayores
El problema no es solo la edad, también el género es una barrera. De acuerdo al informe de la OCDE, México tiene una de las brechas de empleo más grandes entre hombres y mujeres mayores. Entre los adultos de 55 a 64 años, la diferencia era de 35.8 puntos porcentuales en 2023, muy por encima del promedio de la OCDE (13.5 puntos).
El informe advierte que, de reducir esa brecha de género y aumentar la participación laboral de adultos mayores, México podría elevar su crecimiento anual del PIB per cápita al 0.41%. Si además mejora su productividad, esa cifra podría subir hasta 1.55%, lo que marcaría una diferencia económica significativa.
La informalidad sigue siendo el principal problema
No todo son malas noticias. El informe destaca que México mantiene una de las tasas de desempleo más bajas de la OCDE: 2.8% hasta mayo de 2025. Además, los salarios reales han crecido 1.7% desde 2021 y el salario mínimo real aumentó un impresionante 56.7% entre 2021 y 2025, el mayor incremento dentro de la organización.
Sin embargo, más de la mitad de los trabajadores mexicanos siguen empleados en el sector informal, lo que limita su acceso a derechos, seguridad social y una jubilación digna. Aunque la reforma laboral que reconoce a los trabajadores de plataformas digitales como empleados formales es un avance, el reto estructural permanece.

El edadismo también impacta la salud
Según el Instituto Nacional de Geriatría, el edadismo no sólo afecta las oportunidades de empleo, sino también la salud física y mental de las personas mayores. La OMS lo define como una forma de pensar, sentir y actuar basada en estereotipos relacionados con la edad.
Entre sus efectos documentados están una mayor probabilidad de muerte prematura (hasta 7.5 años antes), una peor recuperación ante enfermedades y una calidad de vida considerablemente más baja.
La pandemia de COVID-19 dejó aún más en evidencia estos prejuicios. En muchos países, incluida México, se usó la edad como criterio único para acceder a atención médica, confinamientos o recursos terapéuticos.
Cortesía de Xataka
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