México dobla déficit comercial con China en 10 años

México duplicó su déficit en el comercio de productos con China en la última década, hasta alcanzar un récord de 119,858 millones de dólares en 2024, de acuerdo con datos del Inegi.

En ese último año, las exportaciones de México fueron de 9,937 millones de dólares, con un segundo descenso interanual seguido, y las importaciones subieron a un máximo histórico de 129,795 millones de dólares.

El déficit comercial de México con China toma relevancia a medida que el presidente Donald Trump ha insistido en ajustar la balanza comercial de México con Estados Unidos como una condición para mejorar el trato arancelario a las importaciones de productos mexicanos.

Una gran parte de las importaciones mexicanas de productos chinos corresponde a bienes intermedios que se utilizan para producir bienes finales de exportación, lo que está relacionado, a su vez, con una baja integración nacional de cadenas productivas en ciertas industrias en México, como la de los televisores, y por la alta competitividad mundial de insumos, partes y componentes chinos.

En los primeros cinco meses de 2024, el déficit comercial de México con China subió 1.2% a 47,554 millones de dólares. En el comercio bilateral durante este periodo, las exportaciones mexicanas cayeron 1.5%, a 3,827 millones, y las exportaciones chinas crecieron 1%, a 51,382 millones.

Datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) muestran que cinco productos del sector de la metalurgia representan 56% del total de las exportaciones mexicanas a China en 2024, que este organismo contabiliza en 9,076 millones de dólares.

La suma se integra así: minerales de cobre y sus concentrados (3,719 millones de dólares), minerales de plomo y sus concentrados (687 millones), desperdicios y desechos de cobre (394 millones), concentrados de zinc (176 millones) y minerales y concentrados de metales preciosos (110 millones).

A mediados de junio pasado, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, expuso que México exporta minerales de cobre, pero importa ese metal refinado desde China, sin el cual la industria automotriz del país se paraliza en un día. “Es evidente que tenemos que escalar, como decimos, hacer un upgrade en nuestras capacidades”, dijo.

En las últimas décadas, China se consolidó como uno de los grandes centros manufactureros del mundo. Según la OMC, este avance se debe a su creciente integración en las cadenas de valor globales.

Además, influyen factores como la liberalización del comercio, el flujo de inversiones y la productividad laboral. También destacan su mercado interno, la calidad de su infraestructura y el impulso a la innovación.

Hoy, los productos manufacturados representan más de 95% de las exportaciones totales de China. Esta cifra refleja el peso de su industria en el comercio mundial.

Un reciente informe de la OMC destacó que la alteración del comercio entre Estados Unidos y China provocará previsiblemente desviaciones importantes de las corrientes comerciales, lo que concita preocupación en terceros mercados por el aumento de la competencia de China.

Cortesía de El Economista



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