Con la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos para los próximos cuatro años, son varios los países que se enfrentan a la exposición de riesgos en comercio, seguridad y migración.
En el top 10 de las economías más expuestas del Índice de riesgo de Trump de la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU por su sigla en inglés), el primer lugar lo ocupa México, con una puntuación total de 71.4, la cual lo coloca como el único país en zona roja.
La puntuación de riesgo general se basa en una evaluación de la vulnerabilidad en las tres áreas mencionadas ateriormente (comercio, inmigración y seguridad) en las que se esperan cambios importantes en las políticas bajo el gobierno de Trump.
En comercio, a México se le dio el máximo puntaje de exposición (100), en seguridad fueron 56.3 puntos y en migración 44.4.
Ni China, que enfrenta una guerra comercial con Estados Unidos, tiene una exposición tan elevada como México.
Aunque hay países que alcanzaron una puntuación de 100 en seguridad y migración, en comercio fue en menor proporción que México.
Por ejemplo, Panamá obtuvo una exposición al riesgo de 100 puntos en seguridad, pero en comercio fue de solo 13.1 puntos.
El Salvador tuvo una exposición de 100 puntos en migración, pero en comercio nada más 18.2 puntos.
México es un alto dependiente de las compras de mercancías de Estados Unidos, 8 de cada 10 dólares de las exportaciones mexicanas corresponden al país vecino.
De una evaluación de 70 países socios de Estados Unidos, los 10 que tienen más motivos para estar preocupados por Trump son: México, Costa Rica, Alemania, República Dominicana, Panamá, China, Japón, El Salvador, Vietnam y Honduras.
El reporte de EIU apunta que en el tema comercial se espera la intención declarada de Trump de imponer un arancel generalizado a las importaciones estadounidenses, se cumpla.
El republicano ha propuesto una tasa fija del 10%, pero puede ser que al final esto se diluya y sean más probables medidas punitivas adicionales sobre importaciones políticamente sensibles, como el acero.
En seguridad, se anticipa que la ayuda militar estadounidense se volvería más condicional y Trump buscaría reequilibrar las relaciones clave en materia de defensa.
En ese sentido, su gobierno intensificaría la presión sobre los aliados en materia de defensa para que realicen mayores contribuciones financieras y materiales.
En el tema migratorio se observa que la administración de Trump aumentaría el financiamiento para la protección del muro fronterizo y otras estrategias de disuasión.
“Se prestaría mayor atención a las expulsiones de inmigrantes y se aplicarían algunas formas de restricciones adicionales a las vías legales para la migración laboral y los estudios internacionales”, dice EIU.
Cortesía de Expansión
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