
“Vivimos tiempos de múltiples desafíos, fragmentación, individualismo, desigualdades, desplazamientos forzados, tensiones geopolíticas, guerras y una creciente crisis ambiental. A esto se suma la rápida irrupción de la inteligencia artificial que transforma el acceso a la cultura, la producción y la circulación. Frente a este panorama, evidentemente, cobra mucha mayor fuerza el reconocimiento de los derechos culturales como parte indivisible de los derechos humanos. La cultura no es una ni de unos cuantos. Es el entramado simbólico que nos da sentido y nos conecta con el mundo, porque en cultura, nada humano nos es ajeno”.
Son palabras de la secretaria de Cultura federal de México, Claudia Curiel, durante su participación en la ceremonia de inauguración de la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, Mondiacult 2025, realizada en Barcelona, España, desde este lunes y hasta el 1 de octubre, con la presencia de representantes de todos los países suscritos al organismo internacional.
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La funcionaria mexicana tomó la palabra en la ceremonia de apertura de la cumbre mundial dado que México fue país anfitrión de las dos únicas ediciones anteriores, la de 2022 y la de 1982.
Asimismo, la Curiel de Icaza expresó ante casi 200 representantes de cultura de todo el mundo que: “En mi país se reconoció la diversidad y la comunalidad como vías para resolver conflictos y ampliar derechos. Hoy en 2025, nos corresponde no sólo ratificar lo avanzado sino actualizar nuestros marcos de acción frente a los retos globales y concretar principios compartidos, como la centralidad de la cultura”.
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Defensa del patrimonio y de los pueblos indígenas
Curiel de Icaza hizo especial énfasis, como representante de la región de América Latina y el Caribe, en que países como el que representa afincan su mayor riqueza identitaria en la diversidad cultural y natural.
No obstante, fue enfática en que Mondiacult es una oportunidad para reforzar de manera regional y global temas torales como el cuidado del patrimonio, la devolución de los bienes sustraídos ilegalmente y la defensa de los derechos colectivos de los pueblos originarios”, entre muchos otros.
“Somos un Estado que ha pedido perdón por las afrentas cometidas en el pasado y que con ello se ha fortalecido democráticamente”, dijo y, en este sentido, mencionó la reforma para reconocer a los pueblos originarios como sujetos de derechos, de autonomía y gestión propia.
Asimismo, añadió: “si decimos derechos culturales, tendremos que hablar, por supuesto, del reconocimiento y la dignificación del trabajo de las y los creadores, de los artistas, técnicos, gestores, productores, mediadores y portadores de culturas vivas. Si decimos derechos culturales, tenemos que hablar también de educación artística porque reconocemos en el arte la sustancia indispensable para la formación humana, el pensamiento crítico y la transformación social”.
Por último, Curiel de Icaza sentenció: “hoy más que nunca es nuestro deber aprovechar el poder ilimitado de la cultura para construir paz, fortalecer la justicia social y garantizar el bienestar colectivo (…) que esta reunión en Barcelona sea testigo de un nuevo impulso colectivo para poner a la cultura al centro de nuestras acciones”.
Antes del inicio de la cumbre, la secretaria de cultura mexicana se reunió con sus pares, ministros de países de Iberoamérica, para definir agendas comunes y fortalecer la cooperación internacional ante lo que habrá de establecerse en el encuentro mundial.
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Cortesía de El Economista
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