
El autodiagnóstico del gobierno de México es sumamente positivo.
En su primer informe, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sintetizó el resultado en una frase:
“México está viviendo un momento estelar”. Pese a la política comercial de Estados Unidos, “la economía mexicana muestra fortaleza”.
Con otra frase, igual de contundente, remarcó el retornó del estatismo: “quedó en el pasado la oscura noche neoliberal”, modelo bajo el cual se establecía que el Estado no debía intervenir en el desarrollo ni preocuparse por redistribuir la riqueza.
La Jefa del Ejecutivo, “presumió” en 14 puntos, los logros de su gobierno:
1.-La economía crecerá este año 1.2%.
2.- Más de 36 mil millones de dólares de Inversión Extranjera Directa, registrados.
3.- El dólar se mantiene por debajo de los 19 pesos.
4.- El desempleo está en 2.7%.
5.- La inflación anual, en julio fue de 3.5%.
6.-. El salario mínimo aumentó 12% este año
7.- México es el segundo país con menos desigualdad en América:
8.- Seguridad social a un millón de trabajadores de aplicaciones telefónicas.
9.- Los ingresos del gobierno federal alcanzaron 5 billones 952 mil millones de pesos.
10.- La deuda pública se mantiene al cierre de agosto en 50% del PIB.
11.- La población en pobreza se redujo en 13.5 millones, pasó de 41.9% de la población a 29.5%.
12.- La relación de respeto con el gobierno de Estados Unidos ha permitido que México sea el país con el mejor porcentaje de tarifas arancelarias, en promedio en todo el mundo.
13.- Un ambicioso plan para fortalecer a Pemex y CFE. La petrolera producirá 1.8 millones de barriles diarios de petróleo y ejercerá 250 mil millones de pesos en proyectos;
Y la CFE construirá 40 nuevas plantas y ejercerá 900 mil millones de pesos de inversión.
14.- Se destinó el 2.3% del PIB a los Programas para el Bienestar, beneficiando a 32 millones de familias.
La presidenta aseveró que “vamos bien y vamos a ir mejor”.
En términos económicos, los 14 enunciados resumen la autoevaluación.
Todos los gobiernos, suelen observar a través de el cristal de optimismo. Es natural.
Es la perspectiva no gubernamental la que permite hacer un contrapeso y permite ver con mayor objetividad los datos.
Es cierto que las proyecciones económicas en el análisis del sector privado, vienen siendo revisadas al alza.
Sin embargo, la variación al alza, es muy pequeña.
En días pasados, los analistas del sector privado, consultados por Banxico, ajustaron al alza sus expectativas de crecimiento para la economía mexicana para éste año 2025 y para el próximo 2026.
Para este año estiman que el PIB crecerá a una tasa de 0.40% (mayor al 0.30%, estimado previamente) y para el próximo año 2026, el crecimiento será de 1.40%, superior al 1.37% previsto hace un mes.
El mejor pronóstico del 0.40% entre los analistas privados, todavía está muy lejos del 1.2% que proyecta el gobierno mexicano.
La economía mexicana está en franca atonía.
Los analistas de estudios económicos de Banamex prevén un avance de 0.4% en 2025 y de 1.5% en 2026.
De acuerdo con el último análisis del Centro de Estudios Económicos y Sociales (CEESP) la evolución de los principales indicadores económicos se mantiene frágil, sin señales de una recuperación importante en el corto plazo.
Además, factores internos como la falta de Estado de Derecho, la inseguridad y la corrupción, junto con los aranceles aplicados por Estados Unidos, han elevado la incertidumbre de empresarios y consumidores, afectando directamente los motores del crecimiento: inversión y consumo.
Hay que añadir otros datos que preocupan: la inversión pública registró una caída de 25.8%, acumula 13 meses de retrocesos; la inversión privada se contrajo 4.9%.
Por otra parte, la pobreza laboral aumentó 0.1 puntos porcentuales; pasó de 35% a 35.1%; aunque el salario mínimo ha aumentado y en consecuencia su beneficio, el número de personas que ganan más de un salario mínimo cayó en 2.2 millones y los que ganan hasta 1 salario mínimo aumentaron en 3 millones, entre enero y julio.
La informalidad continúa en aumento. En julio la informalidad laboral pasó de 54.5% a 56.1% anual; el número de trabajadores formales disminuyó en 757 mil y la población ocupada en la informalidad aumentó en 1.2 millones.
El consumo privado se mantiene débil. En junio y julio registró caídas de 0.1% y 0.4%. La inflación muestra resistencia a la baja, en particular la subyacente.
En lo que toca a las finanzas públicas, aunque los ingresos totales crecieron 3.4% anual en el primer semestre, el aumento no ha sido suficiente para cubrir las mayores demandas de programas sociales.
La inversión física se redujo 30.4% y se redujeron gastos en protección ambiental, seguridad interior, salud y educación.
En lo que corresponde a la deuda, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, se ubicó en 17.8 billones de pesos, es decir, 1.8 billones más que un año antes.
En conclusión, puede advertirse que la economía va mejor, pero no tanto. Hasta ahora, seguimos y seguiremos éste y el próximo año, con muy bajo nivel de crecimiento económico. Al tiempo.
Cortesía de El Economista
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