México tiene una cobertura sanitaria 20 puntos menor que el promedio de la OCDE

Universalizar el acceso a servicios de salud es uno de los grandes retos para México. Sólo el 78% de los habitantes cuenta con cobertura médica (pública o privada), de acuerdo con cifras del informe Panorama de la Salud 2025 elaborado por la OCDE.  

Esto implica que, en el país, 2 de cada 10 personas enfrentan complicaciones para acceder a servicios básicos de salud, desde estudios de laboratorio, consultas, procedimientos quirúrgicos, tratamientos y medicinas.

El nivel de cobertura sanitaria en México es significativamente bajo si se compara con el promedio de los países de la OCDE; en donde la cobertura sanitaria alcanza al 98% de la población.

Otro de los indicadores que muestran un menor desempeño en México sobre el acceso a la salud es la satisfacción de los usuarios de estos servicios; sólo 56% se sintió conforme con la atención médica de calidad. La media de la OCDE fue de 64 por ciento.

De la mano con los indicadores de acceso a la salud, se observa también que México gasta menos presupuesto que otras economías similares en este rubro.

El gasto en salud es equivalente al 5.9% del PIB nacional en el país, mientras que el promedio de la OCDE asciende a 9.3 por ciento. Incluso, algunos países miembros destinan poco más del 10% del PIB a los recursos para la salud.

Esta brecha se ve incluso más clara cuando se analiza el gasto en salud en proporción con el tamaño de la población. Por ejemplo, en México el gasto en salud per cápita es de 1,588 dólares, mientras que el promedio de los países OCDE es de 5,967 dólares.

Un bajo nivel de recursos destinados a la salud de los mexicanos repercute no sólo en el acceso efectivo de la población a este derecho; también afecta la calidad y eficiencia de las instituciones de salud pública.

Más allá del acceso: disponibilidad y calidad

México mostró que, aunque algunos indicadores sobre disponibilidad sanitaria se encuentran con bajo desempeño, otros indicadores sobre la salud general y hábitos están en niveles positivos.

En el informe se estima que a nivel nacional hay 2.7 médicos en ejercicio por cada 1,000 habitantes y 3.0 enfermeras en ejercicio por cada 1,000 habitantes. Ambos niveles menores del promedio de la OCDE y del promedio recomendado por los organismos sanitarios.

Adicionalmente, México tiene 1.0 camas de hospital por cada 1,000 habitantes, esta cifra presenta una de las brechas más grandes con los países miembros de la OCDE, el promedio en este indicador es 4.2 camas por cada 1,000 personas.

Incluso en la disponibilidad de equipo médico especializado básico para detección, diagnósticos o tratamientos también se observan niveles bajos.

Estos bajos niveles de recursos humanos y de infraestructura también se reflejan en otros indicadores sobre el acceso a la salud.

Por ejemplo, se observan bajos niveles de atención de salud en la primera infancia: sólo el 78% de los niños elegibles fueron vacunados contra la difteria, tétanos y tos ferina, una cifra significativamente baja respecto del promedio OCDE.

La aplicación de pruebas de cáncer de mama también muestra la baja calidad sanitaria en materia de prevención: sólo 2 de cada 10 mujeres en edad de riesgo se sometieron a pruebas de detección de este tipo de cáncer.

Menores factores de riesgo en México

Por otro lado, en el análisis de los factores de riesgo para la salud, se observó que los mexicanos presentan cifras más positivas en comparación con otros países de la OCDE: fuman menos, toman menos alcohol y hay menores casos de suicidio (conectado con otros problemas de salud mental).

Sólo 9% de los mayores de 15 años fuma diariamente en México. Este indicador asciende hasta 15% en el promedio de los miembros de la OCDE.

La media de litros de alcohol bebidos por persona fue de 6.2 por persona; también inferior a los 8.5 litros per cápita de la OCDE.

Aunque los hábitos o factores de riesgo para la salud se mantienen en niveles positivos, todavía se registran más hospitalizaciones y fallecimientos evitables en México. Así como todavía existen personas fuera de la cobertura médica pública y que tampoco pueden costear los servicios privados.

Una de las carencias sociales en las que más se ha retrocedido en México es la que evalúa el acceso efectivo a la salud. Universalizar este derecho y mejorar la calidad y disponibilidad son los principales retos en este rubro.

Cortesía de El Economista



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