“Mi padre vendió el coche de sus sueños para financiar mi carrera”: años más tarde este expiloto se lo regresó totalmente restaurado

El piloto británico Dario Franchitti guarda una historia detrás de su impresionante colección de superdeportivos que toca el corazón. Hace más de una década regresó a Reino Unido tras una carrera llena de victorias en Estados Unidos. En uno de sus garajes, junto a joyas como Ferrari F40 y Porsche Carrera GT, un 911 de primera generación modificado por Singer inspira un recuerdo: un Porsche 911 Turbo 930 que perteneció a su padre.

Aquel 911 Turbo rojo, comprado por su padre en 1980, era más que un coche para la familia Franchitti. Representaba un sueño hecho realidad. Pero el destino quiso que ese sueño se vendiera para que Dario pudiera arrancar su carrera como piloto. Su padre sacrificó su preciado Porsche para financiar los primeros años del hijo, quien años después, ya retirado y con un camino lleno de campeonatos en la IndyCar y victorias en las 500 Millas de Indianápolis, recuperó esa joya automotriz.

La historia cobró mayor relevancia tras la aparición del vehículo en la portada de una revista automotriz. Franchitti no dudó en seguir la pista y descubrió que el Porsche estaba en subasta. Lo compró por una fuerte suma, y tras una restauración a fondo, se lo devolvió a su padre como regalo. Ahora ese coche no solo brilla por su impecable estado, sino también por lo que representa: un gesto de gratitud y amor familiar. Su padre lo conduce ocasionalmente, siempre evita la lluvia, afirma que es una vieja tradición familiar.

El garaje de Dario Franchitti es mucho más que un simple lugar para guardar autos. Se trata de un pequeño museo lleno de historia y pasión. Desde su despacho, separado por una enorme cristalera, contempla su colección de superdeportivos que le acompañaron en viajes memorables. Tiene hasta un Lancia Delta Integrale casi original y un Aston Martin Vantage V8 que completan la colección. Cada vehículo refleja un capítulo en su vida, su legado y amor por las máquinas.

Ferrari F40, Porsche 911 de primera generación modificado por Singer y Aston Martin Vantage V8.

Este relato, contado en el programa The Late Brake Show, revela un lado humano poco conocido de un expiloto que, tras colgar el casco en 2013 por un accidente, encontró en su garaje un refugio para recordar lo vivido. La historia del Porsche 911 Turbo no solo emociona a los amantes del motor, también muestra cómo las pasiones pueden conectar generaciones y cómo el sacrificio de una persona puede impulsar los sueños de otra.

En un mundo donde los autos se ven como objetos, esta anécdota de Dario Franchitti invita a valorar más el significado detrás de cada volante. No se trata solo de caballos de fuerza o diseño, sino de historias, recuerdos y vínculos. Un garage con autos de ensueño, sí, pero también un legado de amor y sacrificio.

Cortesía de Xataka



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