El rescatista Salvador Montes de Oca informó sobre el fallecimiento de Rex, perro con quien conformó un binomio en las labores de búsqueda de víctimas del sismo del 19 de septiembre de 2017 en CDMX.
Rex, de 14 años de edad, se jubiló como rescatista en 2021 y fue adoptado por la familia del Salvador, con quien conformó un binomio durante 10 años.
El perro de raza pastor belga padecía una enfermedad articular degenerativa y murió este miércoles 22 de enero de 2025.
¿Quién fue Rex, el perro rescatista?
Nacido en 2011, Rex se formó como perro rescatista desde los 9 meses de edad.
A lo largo de 10 años de carrera participó en un total de 15 misiones de búsqueda y rescate, incluida la del sismo del 19 de septiembre de 2017 en CDMX.
En los trabajos de rescate de víctimas del sismo del 19-S, Rex logró localizar entre los escombros a una persona con vida, contribuyendo a que fuera salvada. Además, pudo encontrar cuatro cuerpos sin vida para que fueran identificados y entregados a sus familias.
La última misión de Rex ocurrió en 2021, participando en el rescate de un cuerpo tras un derrumbe en Colima.
Tras jubilarse como restatista, el perro fue adoptado por la familia de Salvador Montes de Oca, con quien conformaba un binomio canino. Vivió cuatro años con la madre y la hermana de Salvador en Colima, donde era común verlo jugando y conviviendo con los clientes del restaurante que posee la familia.
Rex padecía una enfermedad articular degenerativa, lo que provocó que poco a poco fuera perdiendo movilidad. En 2023 Salvador Montes de Oca y su familia incluso recaudaron fondos para financiar su tratamiento.
“¡Misión cumplida!”: así despidió Salvador a Rex
A través de su cuenta de Facebook, este 22 de enero, Salvador Montes de Oca publicó un mensaje con su perro Rex, con quien trabajó como rescatista durante 10 años:
“Espero que volvernos a encontrar en esta vida o en la otra. Te buscaré, amigo. ¡Misión cumplida!”, escribió
Salvador también contó cómo fueron los últimos años de vida de Rex tras jubilarse como perro rescatista:
“Rex disfrutaba todos los días de paseos. Conoció la playa, nadó en las enormes olas de Cuyutlan, subió hasta la parte más alta de Colima, los picos. En el volcán fue a talpa caminado, conoció y jugó en en los ríos de Colima. Viajó en moto”.
Además, explicó lo difícil que fue para él despedirse de su compañero:
“A Rex desde los 8 años se le diagnosticó con una enfermedad articular degenerativa. El último año ya fue muy difícil para él. Le dábamos de todo para mejorar su calidad de calidad de vida: inyecciones, pastillas y hasta CBD. El día de ayer ya en la tarde ya no pudo ponerse de pie. Calidad de vida y un muerte digna es lo que todo ser vivo merecemos. Decir a dios no es fácil, pero sé que fue lo mejor”, explicó.
Cortesía de Chilango
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