Moana 2 más que una secuela se siente como una miniserie, pero es mejor que cualquier continuación de Disney que no llegó al cine

Disney es el ejemplo perfecto de cantidad antes que calidad. Entre remakes, secuelas o revivals, la compañía se ha esmerado en entregar continuaciones o historias ya conocidas al por mayor. Lo peor es cuando nos damos cuenta que ahora la ley del mínimo esfuerzo se propaga entre las decisiones creativas. La muestra es nada menos que Moana 2.

No es difícil suponer la razón de porqué se dio luz verde al proyecto: millones de dólares de ganancia. Sin embargo, entre una campaña de marketing descomunal y mercancía hasta para aventar, el resultado final es una película que más bien parece el compilado de pequeñas historias pegadas con cinta, que gracias al éxito de su antecesora vio la luz en pantalla grande. 

Pero aquí viene un aspecto aún más grave: ni siquiera es la peor secuela de entre todas que ha sacado Disney. Resulta que este experimento con una trama entrecortada, un soundtrack sin impacto y un alma insípida sobresale entre lo realizado hace ya varios años. Si lo pensamos un poco a fondo, el filme hubiera sufrido del mismo destino de aquellas segundas partes que llegaron directamente al DVD.

Hoy en día, se hubiera estrenado de facto en la plataforma de streaming, y a lo mejor le hubiera ido medianamente bien en cuanto a números de audiencia. Pero si fuese estrenada a principios de la década de los 2000, tendría más pena que gloria al igual que Atlantis 2, Tierra de Osos 2, Pocahontas 2, Tarzan 2, La bella y la bestia: una Navidad encantada y Peter Pan: El regreso al país de Nunca Jamás.

Porque sí, esta tendencia por querer convertir los clásicos en franquicias y extenderlas a más no poder, no es nueva. Ya un par de décadas atrás se quisieron hacer múltiples entregas de sus grandes éxitos que no corrieron con la misma suerte. La diferencia es, al parecer, promocionarlas como una secuela digna con la cual vivir la experiencia de asistir a una sala de cine. Esto a pesar de que la calidad del metraje sea, precisamente, para el mercado doméstico.

Como si esto no fuera suficiente, con los poco más de mil millones de dólares recaudados en taquilla todo parece indicar la inevitable llegada de Moana 3. Lo anterior continúa el margen en el que se ha concentrado la compañía en cuanto a cinematografía: más y más productos derivados. Simplemente en 2025 se estrenarán tres películas de Marvel, tres series de Star Wars, tres revivals televisivos y dos remakes live-action.

Captura De Pantalla 2025 04 14 160833

Así, Moana 2 solo es otro producto más para sacar juguetes a costa de una película con lenguaje televisivo. A esto se le puede sumar que ni siquiera un tuvo impacto que trascendiera o superara a su antecesora más allá de los números. No podemos negar lo logrado en cuanto a ganancias pero ¿y luego? Entretenida, tal vez, memorable, probablemente no. Ahora que si se excusa bajo la frase “es para niños”, se pone peor la cosa.

Al final del día, las infancias son el público objetivo y no se les tiene que hacer menos al presentarles un filme que le falta el respeto a su inteligencia. No es cuestión de asentir que la criticarán igual que un adulto, pero las películas abren la puerta a que las niñas y niños puedan imaginar o aprender con lo que ven. Esto sin contar que existen filmes que marcan la niñez al impregnarse en la memoria, para bien o para mal.

Captura De Pantalla 2025 04 14 160901

Ya si estamos frente a una ola de refritos y escasos contenidos originales, lo de menos es buscar aquellos que valgan la pena. Aquellos que realmente nutran, expandan y superen lo ya conocido que desquite el precio del boleto. Pero al final del día, puede que haya quien disfrute de hasta esos refritos pasados sobre aceite negro que se ha utilizado una y otra vez.

Cortesía de Xataka



Dejanos un comentario: