Monte Xanic lanza su primer Syrah 100% orgánico con apenas 200 cajas

El Syrah es célebre por su color profundo, taninos firmes y complejidad aromática que combina frutas oscuras, especias y flores. Su personalidad depende siempre del territorio. En México, el Valle de Ojos Negros ofrece clima seco y contrastes térmicos que favorecen acidez equilibrada y concentración de color, pero exige manejo meticuloso.

Monte Xanic eligió esta zona para producir su primer Syrah 100 % orgánico certificado, con apenas unas 200 cajas en su primera añada y un enfoque claro de mínima intervención.

“Queremos que sea la fruta la que hable. La madera está para moldear taninos, no para imponer sabores”, explica Óscar Gaona, enólogo de la bodega.

Syrah orgánicoCortesía

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Viñedos certificados en el Valle de Ojos Negros

Las uvas provienen de viñedos con certificación orgánica, sin pesticidas ni fertilizantes químicos. Monte Xanic implementa barreras de protección para evitar contaminación de predios vecinos y realiza análisis de laboratorio para asegurar la ausencia de residuos.

“No es solo decir ‘yo juro que es orgánico’. Es tener todos los estudios, las pruebas químicas y las barreras para que no entre nada ajeno”, detalla Gaona.

El cultivo aplica estrés hídrico controlado para incrementar concentración de color y compuestos fenólicos clave para un Syrah expresivo.

Óscar GaonaCortesía

Fermentación sin sulfitos: ciencia y rigor

El Syrah se elabora sin sulfitos añadidos, un reto técnico que requiere control microbiológico riguroso. “El sulfito es el protector clásico. Aquí usamos levaduras seleccionadas para dominar la fermentación sin aditivos químicos”, explica Gaona.

Además, la bodega emplea filtración certificada para vinos orgánicos para garantizar la estabilidad en botella. “Es el precio de tener un vino desnudo, sin protección química. Pero lo prefiero así”, reconoce.

Crianza precisa: siete meses en roble francés

El Syrah Orgánico pasa siete meses en barrica nueva de roble francés, elegida por su porosidad específica para crianza controlada. “No quiero que sepa a madera. La barrica moldea taninos. La fruta es el centro del vino”, subraya Gaona.

Monte Xanic trabaja con toneleros que seleccionan madera de bosques franceses distintos para perfiles sutiles y diferenciados. “No quiero un vino genérico que huela igual a cualquier otro. Queremos que hable del suelo y de la uva”, añade.

Notas de cata: alta intensidad aromática

El vino es limpio y brillante, de capa cerrada con tonalidad violácea

En nariz ofrece alta intensidad aromática con zarzamoras, arándanos, ciruelas, cerezas negras y grosella, junto a violetas. Destacan notas de tomillo, hierbas finas, canela, anís estrella, vainilla, madera y pimienta.

En boca presenta fruta roja y azul intensa, taninos maduros y persistencia elegante, ideal para maridar con adobos, mole negro, pato o cochinita pibil.

Producción boutique de apenas unas 200 cajas

La primera añada consiste en apenas unas 200 cajas, distribuidas principalmente en wine bars especializados y a los más de 8,000 socios del Club de Vinos Monte Xanic. “Es nuestra primera presentación oficial. Queremos hacerlo bien desde el inicio, aunque eso signifique empezar pequeño”, señaló Gaona.

La intención es escalar la producción manteniendo el mismo nivel de control y certificación. La visión del enólogo: mínima intervención con respaldo científico. “Entre más ciencia tengamos, menos tenemos que intervenir. Mi papel es guiar la calidad de la uva, no imponerme”, reflexiona.

Monte XanicCortesía

El equipo combina análisis físico-químicos con un enfoque sensorial entrenado para decidir el manejo de cada parcela. “No es hacer un vino para presumir técnica. Es dejar que la tierra hable con la menor intervención posible”, resume.

Sustentabilidad con certificación internacional

Monte Xanic fue la primera bodega mexicana en certificar sus vinos tintos como veganos y desde enero de 2023 cuenta con certificación oficial orgánica para la bodega y sus procesos.

En tres años redujo su huella de carbono en 8 % (de 2.61 a 2.28 kg CO₂e por litro) y su huella hídrica en un 45 %.

Con más de 500 medallas en 37 años de historia, Monte Xanic también domina el mercado nacional con más del 47 % de participación en vinos blancos premium. “El ‘tenemos que hacer algo’ no puede ser un eslogan. Tiene que empezar con nuestras prácticas diarias”, enfatiza Gaona.

Desde su fundación en 1988, Monte Xanic ayudó a posicionar el Valle de Guadalupe como la región vitivinícola más reconocida del país. Fue pionera en priorizar calidad sobre volumen, adaptando densidades de plantación y riego en condiciones de estrés hídrico natural.

El Syrah Orgánico 2024 no es un giro comercial sino una evolución lógica: demostrar que certificación internacional, mínima intervención y respeto al terroir pueden converger en un vino con carácter y honestidad.

“No quiero vender que porque es orgánico está más chido. Esto está chido por todo lo que estamos haciendo atrás. Debe saber como un gran vino. Punto”, concluye Gaona.

El vino se presentó de forma oficial en Valle de Bravo, durante un recorrido de hiking organizado en colaboración con la empresa ecoturística Introspecta y Hotel Rodavento, subrayando el vínculo entre paisaje, sustentabilidad y producción consciente.

Hiking con Monte XanicCortesía

Además del Syrah Orgánico, Monte Xanic continúa apostando por la accesibilidad y la innovación con su vino Rosé en lata, pensado para ampliar momentos de consumo y maridar con la diversidad de la cocina mexicana. Este formato práctico busca acercar el vino premium a nuevos públicos.

Rosé en lataIsrael Palacios

Cortesía de El Economista



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