
El tráfico generado por las obras en la Carretera a Chapala se ha convertido en un martirio para los conductores. El problema es que, ante la falta de retornos hasta el Aeropuerto tapatío, los motociclistas han encontrado una solución alternativa: utilizar los puentes peatonales para cambiar de sentido en la vialidad. Maniobrando entre los obstáculos y sorteando a los peatones, las motos suben y bajan por los puentes, generando un riesgo constante. Los vecinos no dudan en señalar que este comportamiento es un peligro. Sin embargo, las autoridades se deslindan de su responsabilidad en la vigilancia.
“Desde que empezaron las obras, las motos se suben a los puentes peatonales. A veces hasta dos o tres motos van en el puente, una detrás de otra. Es un peligro porque van muy rápido y hay niños o adultos mayores cerca de las motos. Los trabajadores permiten que se suban, incluso les ponen tablas y piedras para que puedan hacerlo. Tendría que haber más vigilancia, o que de plano hablen con los trabajadores para que no dejen subir a las motos a los puentes”, criticó Griselda Ruiz, vecina de la zona.
Los únicos retornos disponibles en la Carretera a Chapala se encuentran en el aeropuerto, en la glorieta antes de llegar al estacionamiento, y metros más adelante, cerca de un puente vehicular. Con solo un carril disponible y los camiones de carga ocupando gran parte de la vialidad, apenas hay espacio para que las motocicletas circulen entre los vehículos o a un costado de las obras. Además, sobre el asfalto se han dejado escombros, piedras y lodo, lo que hace que la vialidad sea aún más peligrosa y resbaladiza.
Para entender la falta de control sobre los motociclistas y el uso de los puentes peatonales, se consultó a la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) y a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) sobre las labores de vigilancia en los puentes y si los trabajadores de las obras permiten a los motociclistas subirse a éstos. También se preguntó si se contemplaban medidas para inhibir esta práctica, como sanciones. Sin embargo, ambas dependencias señalaron que la Policía Vial del Estado es la responsable de estas acciones. Por su parte, esta corporación indicó que la vigilancia de la Carretera a Chapala, a partir del Parque Montenegro, corresponde a la Guardia Nacional, pero tampoco se obtuvo respuesta de esta última. Todos se deslindan o se pasan la bolita.
Manuel Ortiz, trabajador de la zona, reconoció que manejar en esta vialidad es extremadamente peligroso. “Los carros y los camiones de carga te avientan, hay tramos que ya están construidos y otros no, por lo que hay ‘huecos’. Las motos se meten por todos lados y te salen de la nada”.
Por su parte, Roberto, un motociclista frecuente de la zona, explicó que, para evitar los peligros en la vialidad, muchos optan por tomar otras rutas, incluso si esto implica utilizar los puentes peatonales. “Hay muchos camiones pesados que no te ven cuando se cambian de carril, o los carros manejan muy mal y te avientan”.
Ante las obras en la Carretera a Chapala, el gobernador Pablo Lemus afirma que el 20 de noviembre se abrirán ocho carriles centrales (cuatro por sentido). “Y toda la obra, incluidos los dos carriles adicionales por sentido (laterales), las banquetas y la ciclovía, se entregarán antes del último día de diciembre (próximo)”.
Sobre la invasión de motos, el problema es que repiten esa práctica en Periférico o en avenidas, dejando en riesgo a los peatones.
CT
Cortesía de El Informador
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