La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha reafirmado este lunes su rechazo a la marcha contra el Gobierno que el sábado reunió a unas 17.000 personas bajo la premisa de ser la generación Z, la más joven, un punto que ha resultado finalmente controvertido. “Mucho adulto, pocos jóvenes”, ha sintetizado la mandataria en su conferencia matutina, en la que desautorizado unas protestas que considera poco genuinas y que terminaron con fuertes altercados con la policía en la plancha del Zócalo de la capital. Como consecuencia, hubo 120 heridos, 100 de ellos agentes, y 20 detenidos. “Los golpes contra la policía son inaceptables. Si hay algún abuso de un policía que lo investigue la propia Policía de la ciudad, pero lo que pasó con esta violencia no es explicable”, ha afirmado Sheinbaum.
El Ejecutivo ya había cuestionado el origen de esta marcha la semana anterior, pocos días antes de que tuvieran lugar. Entonces presentaron una investigación de Infodemia que la atribuía a una campaña internacional de desinformación valorada en más de 90 millones de pesos y denunciaba la participación de bots, influencers, políticos de oposición y del empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego, con el que la presidenta ha tenido momentos de enfrentamiento. El magnate recibió el jueves pasado un golpe definitivo, después de que la Suprema Corte rechazara sus amparos y le conminara a pagar sus deudas con el fisco, que ascienden ya a cerca de 50.000 millones de pesos y cuyo pago ha sido aplazado desde hace más de una década.

Eso solo ha aumentado la tensión entre el millonario y el gabinete de la presidenta. “Salinas Pliego estuvo promoviendo la movilización, estuvo escribiendo en contra nuestra y promoviendo, azuzando a la movilización. Las televisoras [de las que es dueño] estuvieron generando una idea de que el Gobierno es represor”, ha lanzado Sheinbaum esta mañana, que considera que quienes convocaron realmente las protestas fueron los de la marea rosa, el movimiento que surgió en 2022 como oposición al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador. “Son las mismas caras de siempre”, ha dicho ella: “La diferencia es que entonces consiguieron llenar la plancha del Zócalo”.
Las acusaciones señalan también a una coordinación de la derecha internacional. La cuenta oficial en X del movimiento social, que tiene por bandera el símbolo del anime One Piece, ha compartido varios mensajes de los líderes opositores venezolanos María Corina Machado y Edmundo González. Ese es el único rastro explícito en un perfil que cuenta apenas 25 publicaciones en total. “Si creen que vinculándose con organizaciones de derecha van a detener la transformación, se equivocan”, ha planteado Sheinbaum, que ha afirmado que es importante saber “quiénes son, de dónde vienen y si les pagan”.
A pesar de las fuertes críticas a la marcha, la presidenta ha asegurado que su rechazo no es a que los opositores protesten sino al empleo de la violencia, que considera que iba dirigida premeditadamente hacia la policía, contra la que cargaron después de conseguir forzar las vallas de Palacio Nacional. “No debemos caer en la provocación, es un llamado a hacer movilizaciones pacíficas”, ha dicho, y ha detallado que investigará, junto con la Fiscalía de la Ciudad de México, quiénes son los grupos que están detrás.
En la misma línea que la mandataria se había pronunciado la presidenta de Morena, Luisa María Alcalde, el día anterior. “Mientras la derecha agita desde el odio, la violencia y la desinformación, en Morena nos seguimos organizando”, expresó el domingo. “Si la oposición quiere tener más gente, la violencia no les va a ayudar. La gente no quiere cosas violentas. La mayoría de los jóvenes están con la transformación”, ha completado este lunes Sheinbaum.
La de este domingo era la primera gran marcha contra su Gobierno sin una demanda precisa sino con una condena generalizada al Ejecutivo. Las movilizaciones están llamadas a repetirse este 20 de noviembre bajo la consigna “México no se rinde” y “Mexicanos, al grito de guerra”, esta última una referencia a la letra del himno nacional. No hay tampoco en esta nueva convocatoria una petición específica o el rechazo de ninguna medida concreta. Solo la forma peyorativa con la que los partidos de la oposición se refieren al gabinete presidencial. “Primera llamada narco-gobierno… primera llamada”, se han limitado a advertir en su cuenta oficial en X.
Cortesía de El País
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