Muchos conductores en Ciudad de México creen que con una licencia tipo A pueden manejar cualquier auto. La realidad es otra. La ley distingue entre conducir para uso personal y hacerlo como servicio público. Esa diferencia cambia todo y es fundamental para evitar multas.
La licencia tipo A autoriza manejar vehículos particulares. Es la más común entre quienes solo usan el auto para trasladarse al trabajo o la escuela. En cambio, la licencia tipo B está pensada para quienes operan taxis o microbuses. Su trámite es más riguroso y tiene reglas específicas.
Intentar manejar un taxi con licencia tipo A puede parecer una falta menor, pero la sanción es severa. El Reglamento de Tránsito de CDMX, dice en su artículo 44 fracción II, que se pueden imponer multas de 80, 90 o hasta 100 veces la Unidad de Medida y Actualización vigente. Es decir de 9,051 pesos, 10,182 pesos o 11,314 pesos respectivamente.
Algunas plataformas de transporte por aplicación sí permiten conducir con licencia tipo A. Otras no, incluso, solicitan la denominada licencia E1. Esto se debe a que los autos registrados en esas aplicaciones son particulares, sin embargo, transportan personas bajo la figura de chofer. No ocurre lo mismo con los taxis tradicionales, que forman parte del sistema público regulado por la SEMOVI, ahí todos los aspirantes necesitan una licencia tipo B.
Revisa términos y condiciones en las plataformas donde buscas trabajar.
Puedes revisar cómo, dónde y cuándo se realiza el trámite para obtener la licencia tipo B capitalina en Portal CDMX. Necesitarás los siguientes documentos. El trámite dura 40 días hábiles.
- Documentos de identificación oficial.
- Comprobantes de domicilio.
- Comprobante de pago de los derechos establecidos en el Código Fiscal de la Ciudad de México vigente en el ejercicio fiscal (1,365 pesos por dos años o 2,053 pesos por tres años).
- Comprobante o certificado de estudios, expedido por la SEP o Institución autorizada, debidamente sellado por la autoridad que lo emite, Constancia de Lecto-Escritura, Certificado de Primaria, Certificado de Secundaria, Certificado de Preparatoria o Bachillerato, Título o Cédula Profesional.
- Acreditar satisfactoriamente las evaluaciones y obtener las constancias de evaluación médica Integral, curso de capacitación, evaluación de conocimientos y desempeño (pericia).
Es importante recordar que también existe una licencia tipo B federal. Esa versión la emite la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes. Es válida en todo el país, pero no sustituye a la que exige la CDMX para taxis. Su función es distinta: autoriza transporte de carga o pasaje en carreteras nacionales, a excepción de trailers o vehículos que transportan materiales peligrosos.

Con la Licencia Federal B no puedes manejar un tráiler.
Un gran poder conlleva una gran responsabilidad
Conducir un taxi es más que mover un vehículo. Es asumir la responsabilidad de llevar personas con seguridad y respeto. De ahí la exigencia de una licencia especial que acredite preparación y compromiso.
La diferencia entre licencias no es burocracia. Es una medida para garantizar confianza en la movilidad urbana. Saber cuál necesitas y para qué sirve puede evitarte multas, problemas y riesgos innecesarios al volante.
Cortesía de Xataka
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