David Lynch ha fallecido. El director y guionista norteamericano maestro del surrealismo falleció el 16 de enero a los 78 años de edad. Entre sus obras emblemáticas podemos destacar su ópera prima Eraserhead lanzada en 1977, seguida de obras cumbres como Lost Highway y Mulholland Drive. Sin embargo, también realizó la primera adaptación cinematográfica de una de las más grandes obras de la ciencia ficción. Una cinta que, con los años, se volvió de culto.
La familia Atreides asume el control de Arrakis, un árido planeta y único lugar donde se encuentra una materia prima conocida como especia. Previamente, este planeta fue gobernado por los tiránicos Harkonen y ahora buscarán atacarlo para recuperar el poder. El príncipe Paul será el encargado de enfrentar esta amenaza, liderar al pueblo nativo y descubrir su verdadero destino. Esto es: Dune.
Seguramente reconoces la sinopsis y el título por la aclamada versión del canadiense Denis Villeneuve estrenada en dos partes entre 2021 y 2024. No obstante, esta primera adaptación de la novela de Frank Hebert representa un esfuerzo titánico para poder haberse plasmasmado en pantalla grande
Lo que hace única a Dune es cómo Lynch captura la atmósfera opresiva y fascinante de este universo. Con un diseño de producción espectacular, que incluye gusanos de arena gigantes, vestuarios intrincados y una arquitectura imponente, cada detalle enriquece su inmersión.
El elenco, liderado por Kyle MacLachlan como Paul Atreides, entrega actuaciones destacadas que dan vida a personajes complejos y misteriosos. Aunque su trama puede resultar densa para quienes desconocen la novela, la película recompensa con momentos de pura magia visual y emocional
El “Mastodonte” espacial filmado en México
Grabada en México, mayormente en los Estudios Churubusco, el director buscó de manera ambiciosa representar cada detalle del libro original a fin de tener una mayor fidelidad. Tal como recabó un reportaje del New York Times, Lynch hizo cinco borradores del guion y quiso dividir el metraje en dos películas. Sí, tal cual ya lo vimos con Villeneuve.
Por su parte, la productora Rafaella De Laurentiis describió el proyecto como “Mastodonte” debido a todos los requerimientos y equipo requerido. Podemos mencionar los ocho estudios de sonido en un periodo de seis meses, sumados los viajes a las Dunas de Zamalayuca, Chihuahua para hacer las grabaciones en exteriores.
“Las estadísticas y la logística podrían describir una guerra más que una película. Hay 53 papeles con diálogos, 20,000 extras, cuatro planetas separados por crear, casi 70 decorados por construir y derribar, 900 hombres y mujeres que han trabajado en la tripulación en un momento u otro durante el último año”.
The New York Times.
El mayor problema de grabar Dune
Como recaba el medio norteamericano, entre heridos dentro de la producción, problemas de aduana y efectos digitales primerizos, la verdadera batalla no la pudieron ver los fanáticos de Hebert, sino que la vivieron los productores con el artista. Al final, llegó la mayor estocada para la visión de Dune encabezada por Lynch: la duración del metraje.
La primera versión tuvo una duración de nada menos que cinco horas, aproximadamente. Por mera lógica, los altos mandos “metieron mano” y redujeron el montaje a la mitad. A 137 minutos para mayor exactitud. Por esta razón, gran parte de la historia queda vagamente plasmada, incluso se pueden ver forzados y apresurados los últimos 20 minutos de la película.
Con los años se realizaron diferentes versiones extendidas, pero David Lynch decidió no asociar su nombre a estos montajes. Por ello, se optó por el seudónimo de Alan Smithee, utilizado tradicionalmente en el cine por directores que no están satisfechos con el resultado final. Con los años, el director de Twin Peaks aceptó que realizar este filme fue un error.
“Empecé a vender Dune. Mirando hacia atrás, no es culpa de nadie más que mía. Probablemente no debería haber hecho esa película, pero vi toneladas y toneladas de posibilidades para cosas que amaba, y esta era la estructura para hacerlas. Había mucho espacio para crear un mundo, pero Raffaella y Dino De Laurentiis me dieron claras indicaciones sobre el tipo de película que esperaban y yo sabía que no tenía el corte final”.
David Lynch para Far Out Magazine.
Recepción, taquilla y el plan de Jodorowsky
Sobra decir que por esta última cuestión, la película fue un fracaso en taquilla. De los 40 millones de dólares de presupuesto, alcanzó apenas los 31 millones recaudados. Sumado a ello, la crítica la destruyó en su momento. Por ejemplo, Variety la catalogó como una “enorme, hueca, imaginativa y fría epopeya de ciencia ficción”.
Al día de hoy, cuenta con una calificación del 36% en el sitio Rotten Tomatoes. El pasar de los años le dio una nueva reivindicación al filme original de 1984. Puede que sea por los decorados, efectos de sonido, la banda sonora de la agrupación Toto e incluso la misma propuesta del cineasta, pero ahora, esta cinta ya es catalogada como de culto.
Como último dato, entre las primeras propuestas para dirigir el proyecto se contempló a Ridley Scott y el chileno Alejandro Jodorowsky, quien tuvo una propuesta visualmente más ambiciosa y, que de igual manera, buscó ser fiel a su estilo surrealista. De hecho, existe un documental que lo explica.
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Cortesía de Xataka
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