El libro más reciente del lingüista portugués Fernando Venâncio, Assim Nasceu uma Língua, ha avivado un debate sobre la inevitable separación entre el portugués de Brasil y el de Portugal. En dicho libro, el autor aseguró que, dentro de pocas décadas, la lengua brasileña emergerá como un idioma independiente.
En declaraciones para la BBC, Venáncio aseguró que “no hay manera de volver atrás, no hay manera de detener este proceso de separación entre portugués y brasileño“. Esto plantea la duda sobre si llegará a pasar algo similar con el español.
¿Qué está pasando en la lusofonía?
De acuerdo con Carlos Fioravanti, el análisis de textos antiguos revela que el portugués hablado en Brasil empezó a diferenciarse del peninsular hace más de cuatro siglos. Por otra parte, José Simões, de la Universidad de Sao Paulo, analizó un texto de 1793 titulado Memórias para a história da capitania de São Vicente.
Este libro fue escrito originalmente en portugués brasileño y posteriormente “reescrito” en portugués europeo. Simões encontró más de 30 diferencias entre ambos dialectos dentro de aquel documento.
Pese a que desde principios del siglo XX tanto en Portugal como en Brasil se han realizado diversos procesos de estandarización ortográfica, las diferencias entre ambas variantes no han hecho sino multiplicarse.
En 2009 entró en vigor una norma ortográfica que unificaba los dialectos. No obstante, la lengua la hacen los hablantes. Si bien el portugués culto es muy parecido en todos los países lusófonos, lo cierto es que en el habla popular las diferencias son innumerables.
“El portugués promete, por tanto, dividirse —o multiplicarse— en otras lenguas, como un día le ocurrió a la lengua de los romanos“, escribe Venáncio y vaticina que esta división tendrá lugar dentro de pocas décadas. No obstante, el equipo de Simões cree que el proceso tardará al menos otros 200 años.
¿Podría pasar con el español?
A diferencia del portugués, el español ha mantenido una mayor cohesión gracias a una temprana estandarización lingüística. La publicación de la Gramática de la lengua castellana por Antonio de Nebrija en 1492 marcó el inicio de la unificación del idioma. Este proceso fue reforzado por las primeras repúblicas iberoamericanas que adoptaron el español como lengua oficial.
Sin embargo, en países como Argentina y Chile, los debates sobre la relación entre las variantes locales y el español estándar han sido recurrentes. En 2004, Felipe Garrido, de la Academia Mexicana de la Lengua, defendió que las diferencias lingüísticas deberían ser valoradas.
A esto hay que añadir que la globalización y las nuevas tecnologías han facilitado la “convivencia lingüística” entre las variantes del español. Este fenómeno podría dar origen a una especie de lengua franca que integre elementos de diferentes países hispanohablantes. El periodista argentino Martín Caparrós ha hablado del “ñamericano“, mientras que el escritor Juan Villoro propone “hispanoamericano” como nombre para esta nueva variante.
Cortesía de Xataka
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