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Omitir una declaración informativa a tiempo puede salir caro. Más allá de las multas económicas, los contribuyentes pueden perder la deducibilidad de ciertos gastos e incluso enfrentar sanciones más serias.
¿Qué pasa con los gastos no deducibles?
Si bien muchos contribuyentes creen que un simple retraso en sus declaraciones no tiene mayores consecuencias, la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR) establece que ciertos pagos solo serán deducibles si las declaraciones informativas correspondientes se presentan en tiempo y forma.
Según expone la consultora Fiscalia, en caso de que la autoridad fiscal requiera la declaración y esta se entregue en un plazo máximo de 60 días, la deducibilidad del gasto sigue en pie. Pero si el SAT detecta la omisión en una auditoría sin haber solicitado antes la información, el gasto podría ser rechazado, afectando la carga tributaria del contribuyente.
Multas: ¿cuánto puedes pagar por omitir tu declaración?
Las sanciones económicas varían según el tipo de declaración omitida. Algunas de las multas contempladas son:
- 📌 Declaraciones informativas en general → De $1,810 a $22,400 por cada obligación no declarada.
- 📌 Operaciones a través de fideicomisos → De $13,430 a $31,350.
- 📌 Operaciones con partes relacionadas → De $99,590 a $199,190.
Afortunadamente, si la declaración se presenta de manera espontánea, antes de que el SAT inicie una revisión, no se aplicará ninguna sanción.
¿Cárcel por no presentar una declaración?
Aunque parece extremo, la consultora Fiscalia señala que en ciertos casos la omisión prolongada puede derivar en sanciones penales. Por ejemplo, si una empresa no presenta su declaración de ingresos en REFIP por más de tres meses o la entrega incompleta, las consecuencias pueden ser severas: de tres meses a tres años de prisión.
Cumplir a tiempo es la mejor estrategia
Para evitar problemas con el SAT, lo mejor es cumplir con las obligaciones fiscales en los plazos establecidos. Además de evitar multas y sanciones, esto garantiza que los gastos sean deducibles y que el contribuyente no enfrente sorpresas desagradables en una auditoría.
Si tienes dudas sobre si estás al día con tus declaraciones, este es el momento ideal para revisarlo.
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Cortesía de El Contribuyente
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