“Nadie nos vio partir”: La familia como campo de batalla


La historia de una madre que se enfrenta al mayor de los despojos: la pérdida de sus hijos a manos de su propio esposo. No se trata de un secuestro cualquiera, sino de un acto de violencia íntima y silenciosa que transforma a la familia en un campo de batalla emocional. “Nadie nos vio partir” es la nueva serie de plataforma, ambientada en los años sesenta, en la que muestra cómo la maternidad se convierte en resistencia, cómo el amor se mide en la obstinación de no rendirse y cómo los vínculos familiares, atravesados por el dolor y el poder, pueden marcar para siempre la memoria de quienes los viven.

“Nadie nos vio partir” se estrena el próximo 15 de octubre en Netflix.

La serie, basada en la novela del mismo nombre de la escritora Tamara Trottner, cuenta la historia de una mujer que enfrenta la desaparición de sus hijos, quienes son secuestrados por su propio padre como una forma de castigo y venganza. La protagonista, al quedar sola y despojada de lo que más ama, emprende una lucha desesperada por recuperarlos. El drama no se limita al plano íntimo: los hechos ocurren en un contexto de poder, prestigio y apariencias sociales que condicionan cada decisión y amplifican el sufrimiento.

La producción llega con un fuerte componente emocional y con la carga cultural de estar basada en una historia real que marcó profundamente a su autora. La narrativa se sitúa en la década de los años sesenta, un periodo de grandes transformaciones sociales en México y en el mundo, pero también un tiempo en el que la figura de la mujer enfrentaba limitaciones culturales y legales.

“Tratamos de abordar estos personajes desde un lugar muy humano, no tratando de hacerlos perfectos ni de volverlos villanos o heroínas, sino de entender de dónde vienen, comprender sus circunstancias y por qué toman las decisiones que toman, estén en lo correcto o equivocadas”, comenta la actriz que protagoniza la cinta, Tessa Ía, en entrevista con EL INFORMADOR

“Creo que son decisiones humanas que hacen que el público se pueda identificar con ellos por esa misma fragilidad, por esos mismos errores. Es una dinámica de familia. Es un problema que se va extendiendo más y más, y viene de dos padres que aman a sus hijos, que quieren lo mejor para ellos y simplemente no tienen ningún manual que les diga qué es lo correcto”.

“Es gracias a la falta de herramientas que puedan tener, que estos personajes toman decisiones incorrectas. Y eso es algo muy interesante”, dice, por su parte, el también protagonista Emilio Zurita, que en la serie interpreta al padre que secuestra a sus hijos. “Esta historia no es una caricatura, no es el villano ni la heroína: es gente intentando hacerlo mejor con lo que tiene. Creo que eso es muy bonito, porque como audiencia puedes identificarte con cada uno de los personajes, incluso con aquellos que tal vez en un inicio detestes”.

El trasfondo literario

“Nadie nos vio partir” tiene su raíz en la novela homónima de Tamara Trottner, quien a través de la escritura reconstruyó una parte dolorosa de su historia personal. Su libro, publicado originalmente por Alfaguara, mezcla el testimonio íntimo con la narrativa literaria para explorar el trauma de la separación y los efectos de la violencia vicaria, aquella que se ejerce sobre los hijos como una forma de infligir daño al otro progenitor.

La obra de Trottner ha sido reconocida por su estilo conciso y al mismo tiempo profundamente evocador. En ella, el pasado se convierte en un territorio complejo donde los silencios familiares, las lealtades invisibles y los rencores heredados conviven con la ternura y el amor que se niegan a desaparecer. 

Esa densidad emocional es la que busca trasladar a la pantalla, con una producción que combine la fidelidad literaria con los recursos visuales de una narrativa televisiva. Emiliano Zurita reconoció el trabajo de los escritores por llevar al ámbito audiovisual una historia tan compleja, y de manera tan bien lograda. 

“Es muy interesante porque, de hecho, al leer el libro dices: ‘¿Cómo van a adaptar esto?’ Es algo muy complicado. El libro está contado a través de los ojos de Tamara, la hija de Valeria, y es muy interesante leer el libro y también ver la serie porque te dan puntos de vista muy distintos”, explica el actor.

“De hecho, la serie te cuenta lo que te cuenta el libro, pero también te explica mucho más del contexto. Lo que en un párrafo del libro apenas se menciona, aquí se convierte en tiempo de pantalla”, apunta.

“A mí me encanta, y necesito recalcar que todos los creativos detrás leyeron el libro y dijeron: ‘Estos son cinco capítulos bien contados, sin meterle cosas de más’. Esto es lo que necesita la historia para ser narrada de manera digna y honesta”.

Una obra que necesitaba ser contada

Más allá del suspenso y del dolor que articula, “Nadie nos vio partir” es una serie que invita a reflexionar sobre las dinámicas de poder en el seno de la familia, sobre los silencios que se acumulan en torno al sufrimiento y sobre la capacidad de resistencia de quienes no se resignan a la pérdida. 

En tiempos en los que se discute con mayor fuerza la violencia contra las mujeres y los efectos de la violencia vicaria, esta historia adquiere una resonancia particular.

“Yo conecto mucho con ‘Valeria’, mi personaje, en su sentido de imperfección. Es una mujer que nace dentro de un sistema que la obliga a funcionar de cierta manera, pero rápidamente se dio cuenta de que no era ese tipo de persona”, cuenta Tessa Ía. 

“Creo que es de gran valentía poder tomar tu propio camino cuando naces en un sistema tan predeterminado. No es algo fácil en lo absoluto lo que hizo, y la encomio por ello. Se me hace un acto de muchísimo valor que llevó hasta sus últimas consecuencias: recuperó a sus hijos dos años después de que la expulsaran de la comunidad, de que socialmente la tacharan de todo. Sin embargo, ella siempre supo dentro de sí lo que era lo correcto. Para mí lo correcto era que defendiera su autonomía como ser humano, como mujer capaz de decidir por sí misma”.

“Por mi parte creo que logré empatizar mucho con ‘Leo’. Repito: no es justificar sus acciones, porque no siento que sean justificables, pero sí logré entenderlo”, dice Zurita. 

“Creo que eso me lo dio Tamara, porque ella logró comprender a su padre desde que vivió ahí. Es algo muy bonito saber que, aunque tomó varias malas decisiones, lo hizo por amor. Y si en algún punto de tu vida puedes darte cuenta de eso e intentar mejorar, puedes ir más allá de tus errores. Para mí es muy interesante, y ojalá la gente lo vea así: todos los que están en esta serie, son personajes imperfectos. Creo que, si logras simpatizar con eso, es un gran regalo: ver más allá de los errores de la gente y ojalá poder ayudarlos a mejorar”, apunta.

El elenco ideal para darle forma al proyecto

Tessa Ía interpreta a la protagonista, una mujer desgarrada pero resiliente que encarna la fuerza materna como motor de la trama. A su lado, Emiliano Zurita da vida al esposo que, desde el resentimiento y el deseo de control, toma a los hijos como rehenes emocionales. La tensión entre ambos personajes sostiene buena parte de la intensidad dramática de la serie. 

El reparto se complementa con actores de amplia trayectoria como Juan Manuel Bernal, Flavio Medina, Karina Gidi, Lisa Owen, Natasha Dupeyron y Marion Sirot, quienes aportan matices a una historia en la que cada personaje refleja los dilemas de una época y de una comunidad marcada por la tradición y el peso de la herencia.

CT

Cortesía de El Informador



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