Parece que el mexicano Iván Espinosa, nuevo CEO de Nissan, no se anda con rodeos. Durante una intervención en la Cumbre sobre el Futuro del Automóvil del Financial Times, lanzó una advertencia con destinatario claro: el gobierno japonés. El ejecutivo pidió acelerar las negociaciones bilaterales con Estados Unidos para reducir los aranceles que amenazan las ventas del fabricante en uno de sus mercados clave.
La declaración llega en un momento de reestructura dentro de la compañía, que acaba de anunciar recortes que implican el cierre de siete plantas y la reducción del 15% de su plantilla global.
“Para ser sincero, espero que avancen con mayor rapidez. Necesitamos aclarar las cosas lo antes posible”.
Iván Espinosa, CEO de Nissan.
La preocupación de Nissan no es menor. Actualmente, cerca del 45% de sus ventas en Estados Unidos provienen de vehículos exportados desde México y Japón. La automotriz estima que el impacto económico de las políticas económicas de Donald Trump podría alcanzar los 450 mil millones de yenes, unos 3,080 millones de dólares, según reportes de Reuters. Espinosa fue directo al señalar que la incertidumbre actual no solo afecta a Nissan, sino que golpea la competitividad de todos los fabricantes de equipo original que exportan a Estados Unidos.
En ese contexto, Espinosa aseguró que Nissan ya trabaja con medidas de mitigación, aunque consideró insuficiente la velocidad con la que el gobierno japonés está manejando las negociaciones. El panorama se complica aún más si se considera que, aunque Japón fue la primera gran economía en abrir un canal de diálogo con Estados Unidos, otros países como Reino Unido ya concretaron acuerdos bilaterales. Incluso China logró una tregua parcial. Todo mientras los fabricantes japoneses siguen esperando claridad sobre los términos comerciales con Washington.
Además de la tensión política, Nissan enfrenta un momento crítico en su estrategia industrial. La decisión de cerrar siete plantas responde a la necesidad de reducir gastos ante un contexto global de márgenes cada vez más reducidos. Sin embargo, Espinosa también apuesta por una renovación en productos y tecnología. Nissan planea lanzar una nueva generación de modelos eléctricos con mejoras en autonomía, sistemas ADAS más precisos y nuevos interiores centrados en pantallas más grandes y conectividad avanzada. Esto incluirá software desarrollado en sus instalaciones para integración total con smartphones y actualizaciones remotas. Todo esto con la intención de competir con rivales como Tesla y BYD.
Fábrica de Nissan México.
La nueva era de diseño de Nissan con el desafío de agradar a las masas
En cuanto a diseño exterior, los nuevos modelos prometen estar marcados por líneas más limpias, aerodinámica activa y la adopción de parrillas iluminadas. Las variantes eléctricas incorporarán materiales más ligeros para compensar el peso de las baterías, mientras que en el interior la atención se centrará en eliminar botones físicos, expandir la interfaz táctil y agregar funciones controladas por voz. El objetivo de Nissan no es solo sobrevivir a los aranceles, sino consolidarse como un competidor tecnológico en la nueva era del automóvil, con diseños que agraden a las masas.
Por ahora, todas las miradas están puestas en Ryosei Akazawa, el principal negociador comercial de Japón. Se espera que viaje a Washington en los próximos días para una tercera ronda de conversaciones. Nissan, mientras tanto, acelera su transformación interna mientras espera que el gobierno japonés haga lo propio con la diplomacia exterior. Parece que la cuenta regresiva ya comenzó.
Cortesía de Xataka
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