Nepal comenzó a llenar su ciudad con residuos plásticos con un solo fin: ser más sostenibles

Cada año, en el mundo se producen más de 400 millones de toneladas de plástico, la mayoría destinada a envases de un solo uso que después acaban en basureros o en ríos, mares y otros lugares como nuestro propio organismo. Como te contamos recientemente, alrededor del 91% de los plásticos no son reciclables.

¿Qué hacer ante un problema semejante? Nepal ha optado por el llamado “pavimento plástico”, una técnica que consiste en usar estos residuos en la construcción de carreteras. En Pokhara, una ciudad de 600,000 habitantes, ya se han pavimentado tramos con una mezcla de asfalto y plásticos, la cual no solo ayuda a reducir la contaminación, sino que mejora la resistencia de los caminos.

¿Pavimento con basura?

La idea del “pavimento plástico” no es del todo nueva. Tan solo en los últimos cinco años se han construido caminos a partir de este material en países como Filipinas, Tailandia, Sudáfrica, Países Bajos, Estados Unidos, Singapur e India. En este último se han construido cerca de 400,000 kilómetros de rurales mediante esta técnica.

En el caso de Pokhara, esta iniciativa fue liderada por Green Road Waste Management. Bimal Bastola, su fundador, explicó a AFP  a principios de 2025 que ya se había completado alrededor de una docena de proyectos que suman un kilómetro y medio de pavimento con residuos plásticos. De acuerdo con Bastola, cada kilómetro requiere dos toneladas métricas de plástico triturado.

El empresario explica que, además de aprovechar los residuos, el sistema permite ahorrar materias primas y reducir costos. El plástico sustituye parcialmente al alquitrán y se adhiere a los materiales agregados al pavimento. Entre sus ventajas están que evita la filtración de agua y extiende la vida útil de las carreteras.


Las calles de Pokhara en Nepal están pavimentadas con desechos plásticos. Imagen | @AFP en X.

Una solución que aún necesita pruebas

Pese al entusiasmo, no todo el mundo está convencido. Desde el Banco Mundial reconocen que se trata de una alternativa “prometedora”, pero advierten que falta investigación sobre sus efectos a largo plazo. ¿Qué emisiones generan su producción? ¿Qué sucede cuando esas pistas llegan al final de su vida útil? ¿Liberan microplásticos al ambiente?

En 2020, la alianza ambiental GAIA advirtió que “basura que entra es basura que sale”. Lo cierto es que, aunque aún queda camino por recorrer, la idea de transformar residuos en infraestructura útil se mantiene como una opción que podría convertirse en parte de la solución al problema de la contaminación con plásticos.

Cortesía de Xataka



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