Neurocientíficos hallan un superpoder oculto: roedores “Jedi” que usan ultrasonidos para mejorar su olfato

No importa cuántas películas de ciencia ficción hayas visto: la realidad siempre supera la ficción. Y es que las capacidades sensoriales de los animales siguen sorprendiendo a investigadores de todo el mundo. Un nuevo estudio ha revelado una fascinante habilidad de los roedores que podría compararse a los poderes de los caballeros Jedi del universo Star Wars, como afirman los propios autores del estudio. Estos pequeños mamíferos, a través del uso de ultrasonidos, parecen ser capaces de manipular las partículas en el aire para mejorar su capacidad olfativa. Al igual que los Jedi que utilizan “la fuerza” para mover objetos, los roedores utilizan estas ondas mecánicas para alterar y controlar su percepción de los olores. Sorprendente.

El estudio ha sido publicado en la revista Neuroscience and Biobehavioral Reviews y propone que los roedores se apoyan en la producción de ultrasonidos para manipular las partículas odoríferas. Este descubrimiento plantea una nueva perspectiva sobre cómo los animales pueden usar múltiples sentidos de manera coordinada, por lo que abre nuevas preguntas sobre la evolución y la adaptación de sus capacidades sensoriales.

Exploración del olfato y la percepción multisensorial

El olfato es crucial para la vida de los roedores, puesto que desempeña un papel fundamental en sus interacciones sociales, exploración del entorno y búsqueda de alimentos. Un roedor sin olfato es un roedor condenado. Sin embargo, lo que destaca de este nuevo estudio es la coordinación entre el olfato y las vocalizaciones ultrasónicas. Según los autores, los roedores parecen haber evolucionado hacia una habilidad que parece mágica: usar ultrasonidos para alterar cómo las partículas se distribuyen y depositan en su cavidad nasal.

Antes de estos hallazgos, se pensaba que las vocalizaciones ultrasónicas de los roedores tenían una función puramente comunicativa, utilizadas principalmente en contextos sociales como el cortejo o la defensa territorial. Los científicos creían que estos sonidos actuaban únicamente como señales para otros roedores, sin ningún efecto directo sobre el entorno físico o los procesos olfativos. Sin embargo, este nuevo enfoque sugiere que las vocalizaciones podrían tener una doble función: no solo comunicar información, sino también alterar el entorno para mejorar la capacidad de percibir olores.

Este mecanismo, denominado “tamizado ultrasónico“, permite a los roedores manipular físicamente las moléculas olorosas que inhalan. Las ondas ultrasónicas aglomeran partículas diminutas en el aire, lo que afecta la forma en que se depositan en el epitelio olfativo y en el órgano vomeronasal, una región especializada en detectar feromonas. Este proceso permite una mejor discriminación de los olores, especialmente aquellos cruciales para las interacciones sociales, como las señales químicas de otros individuos.

Un roedor usando ondas sonoras ultrasónicas para alterar cómo las partículas se distribuyen y depositan en su cavidad nasal.
Los roedores usan ultrasonidos para alterar cómo las partículas se distribuyen y depositan en su cavidad nasal. Fuente: Midjourney / Eugenio Fdz.

El “tamizado ultrasónico”: un mecanismo complejo

El concepto de “tamizado ultrasónico” es fundamental para comprender cómo los roedores potencian su capacidad olfativa. Durante la inhalación, las ondas ultrasónicas emitidas por estos animales causan que las partículas odoríferas se aglomeren, alterando su tamaño y ubicación dentro de la cavidad nasal. Estudios anteriores han demostrado que las partículas más grandes tienden a depositarse en áreas más específicas, lo que aumenta la probabilidad de que las feromonas, esenciales para las interacciones sociales y reproductivas, lleguen a los receptores adecuados.

Los experimentos y simulaciones incluidos en el estudio de Mercado y Zhuo (2024) muestran que las ondas ultrasónicas modifican la distribución de las partículas dentro de la cavidad nasal de los roedores, lo que sugiere que estas vocalizaciones juegan un papel activo en la mejora de la detección de feromonas. Este fenómeno podría ser comparado con la ecolocación de murciélagos y delfines, que también utilizan ultrasonidos para mejorar la percepción de su entorno. Sin embargo, en este caso no se trata de una evolución para localizar su posición sino para “oler mejor”. De hecho, el propio título del paper lo deja muy claro: ¿Los roedores huelen con el sonido?

Se pensaba que las vocalizaciones ultrasónicas de los roedores tenían una función puramente comunicativa
Se pensaba que las vocalizaciones ultrasónicas de los roedores tenían una función puramente comunicativa. Fuente: Midjourney / Eugenio Fdz.

Implicaciones para la comunicación y la interacción social

El estudio también destaca que esta combinación de olfato y ultrasonidos no es simplemente un mecanismo biológico aislado, sino que está profundamente relacionado con las interacciones sociales de los roedores. Durante situaciones de interacción social, como el reconocimiento de territorios o la búsqueda de pareja, los roedores producen más vocalizaciones ultrasónicas.

Además, estas vocalizaciones están sincronizadas con el ritmo de la respiración y los movimientos del cuerpo, lo que refuerza la idea de que los roedores coordinan activamente varios sistemas sensoriales y motores para optimizar la detección y el procesamiento de olores importantes. Este hallazgo sugiere que la evolución ha favorecido a los roedores que pueden maximizar la información sensorial disponible a través de esta sinergia entre olfato y ultrasonidos.

Roedores comunicándose con ultrasonidos
En cualquier caso, el mecanismo descubierto está profundamente relacionado con las interacciones sociales de los roedores. Fuente: Midjourney / Eugenio Fdz.

Relevancia del descubrimiento para el campo de la neurobiología

El descubrimiento de esta capacidad multisensorial en roedores va mucho más allá de una ampliación en nuestro conocimiento sobre el olfato. De hecho, plantea nuevas preguntas sobre cómo los cerebros de los mamíferos integran información de diferentes sentidos para formar una percepción coherente del entorno. A medida que se realicen más investigaciones, este descubrimiento podría inspirar nuevos estudios sobre cómo otros animales coordinan múltiples sistemas sensoriales para interactuar con su entorno de manera eficiente.

Este tipo de coordinación sensorial y motora también tiene implicaciones para la investigación sobre la atención selectiva y la interacción entre diferentes sistemas perceptivos en los mamíferos. Al igual que en otros animales, los roedores parecen ser capaces de ajustar dinámicamente sus acciones sensoriales para mejorar la calidad de la información que reciben, lo que podría ser clave para su supervivencia en entornos cambiantes.

El uso de ultrasonidos para manipular partículas odoríferas podría ser solo la punta del iceberg en términos de las capacidades sensoriales de los animales, y este estudio abre la puerta a una nueva era de investigaciones en neurobiología y comportamiento animal.


Referencias

Cortesía de Muy Interesante



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