Ni te lo imaginabas: existen mapas estilo pulpo y… pueden agarrarte con sus tentáculos para manipular tu mente

Seguro que has visto alguna vez un mapa que representa un país con forma de pulpo, extendiendo sus tentáculos por otras regiones. A lo mejor pensaste que era solo una metáfora visual llamativa o un recurso gráfico antiguo. Pero lo que probablemente no sabías es que ese tipo de representación puede afectar directamente a cómo interpretamos la información, moldeando percepciones políticas, sociales o culturales casi sin que nos demos cuenta. Un mapa, por inocente que parezca, puede convertirse en una herramienta de manipulación emocional y narrativa.

Eso es justo lo que ha demostrado un nuevo estudio realizado por investigadores de Northeastern University, presentado en la prestigiosa conferencia CHI 2025. El trabajo, titulado The Many Tendrils of the Octopus Map, analiza tanto ejemplos históricos como modernos de estos mapas estilo pulpo y explora cómo influyen en nuestro pensamiento. No es solo que los mapas puedan parecer parciales: algunos están diseñados, consciente o inconscientemente, para inducir ideas conspirativas y avivar el miedo hacia ciertos colectivos o países .

El pulpo como enemigo omnipresente

Los mapas estilo pulpo no son nuevos. Durante más de un siglo, se han usado para representar imperios, ideologías, religiones o empresas como si fueran criaturas con tentáculos extendidos que lo controlan todo. En ellos, la figura del pulpo se utiliza para sugerir una presencia invasiva, inquietante y difícil de erradicar. Tal como explican los autores, este tipo de mapa “forma un argumento visual que comunica una visión específica de un adversario como una amenaza codiciosa y expansiva” .

En muchos de estos mapas, el pulpo aparece en el centro, con sus brazos extendiéndose hacia otros países. A veces, las víctimas están representadas con banderas, figuras humanas o símbolos culturales. Lo importante no es solo el contenido, sino cómo se organiza visualmente la información para insinuar una amenaza centralizada, activa e incontrolable.

No hace falta dibujar un pulpo: basta con sugerirlo

Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que ni siquiera es necesario que haya un pulpo literal para que el efecto se produzca. En su investigación experimental, los autores mostraron a un grupo de participantes mapas ficticios sobre un país inventado llamado “Huskiland”, que tenía bases militares en otros países. Algunos mapas incluían tentáculos, otros usaban flechas rojas, y otros solo mostraban líneas o conexiones neutras.

Aun así, los participantes percibieron el mismo tipo de amenaza. Según los resultados, “el principal efecto observado fue que cuanto mayor era el número de conexiones con un país, más probable era que la gente lo viera como poseedor de propiedades similares a las de un pulpo”. Es decir, la estructura visual del mapa puede activar la misma interpretación que una caricatura explícita.

Este fenómeno demuestra lo que los autores definen como un “argumento visual implícito”. Una red de bases militares, rutas comerciales o vínculos políticos puede interpretarse como una amenaza incluso si el diseño gráfico es aparentemente neutral. La sospecha se cuela por la forma en la que están organizados los datos.

Seis señales para detectar un mapa estilo pulpo

El equipo de investigación identificó seis componentes que, combinados, forman el núcleo del efecto “pulpo”: centralidad, tentacularidad, alcance, intencionalidad, capacidad de dominio y amenaza. Cada uno de ellos ayuda a construir la narrativa de que existe una fuerza oculta, coordinada y peligrosa que opera en las sombras.

Por ejemplo, la “tentacularidad” se refiere a brazos que parecen actuar por separado pero que obedecen a un centro de control. La “intencionalidad” sugiere que las acciones no son aleatorias, sino parte de un plan estratégico. Y la “capacidad de dominio” indica que el sujeto central ejerce control sobre sus objetivos. Al juntar estos elementos, el mapa no solo informa: persuade, insinúa y condiciona .

Además, el diseño visual puede reforzar esas ideas con detalles como colores intensos, flechas dinámicas o expresiones faciales en los personajes representados, aunque también puede conseguirlo sin ningún recurso llamativo. El simple hecho de conectar muchos puntos a uno central ya puede sugerir control o amenaza.

Propaganda con tentáculos: del pasado al presente

Estos mapas han sido ampliamente usados como propaganda. El artículo ofrece ejemplos históricos desde el siglo XIX, incluyendo representaciones de Rusia, el Reino Unido o Alemania como pulpos en mapas de guerra o política. Incluso el famoso mapa de 1877 de Fred W. Rose retrataba a Rusia como un pulpo expansivo que se apoderaba de territorios vecinos .

Pero no solo los imperios o ideologías aparecen en forma de pulpo. Empresas como Standard Oil, movimientos sociales o grupos religiosos también han sido caricaturizados con esta estructura. A menudo, el objetivo ha sido crear miedo, generar rechazo o dar la impresión de que algo está “en todas partes”.

Y aunque a veces se ha usado con fines positivos —como mostrar una red de transporte eficaz— lo habitual ha sido que el pulpo simbolice una amenaza manipuladora y omnipresente. En muchos casos, además, se han reproducido estereotipos racistas, antisemitas o xenófobos, lo que agrava su carga ideológica.

Ver mapas es también interpretar el mundo

El trabajo concluye con una advertencia importante: la forma en la que se muestran los datos puede influir tanto como los datos mismos. A menudo confiamos en los mapas por su apariencia objetiva, pero en realidad, como señalan los investigadores, “las visualizaciones no son solo la comunicación desapasionada de datos, sino que pueden explotarse para avivar el miedo, el odio o la xenofobia” .

Por eso, los autores hacen un llamado a reflexionar sobre la ética del diseño en la visualización de datos. No se trata solo de evitar las manipulaciones intencionadas, sino de ser conscientes de que incluso decisiones visuales neutras pueden tener efectos retóricos y emocionales. Ver un mapa es también leer una historia: y esa historia puede estar escrita con tinta de sospecha.

Referencias

  • Eduardo Puerta, Shani Claire Spivak y Michael Correll. The Many Tendrils of the Octopus Map. Proceedings of the 2025 CHI Conference on Human Factors in Computing Systems. ACM, 2025. https://doi.org/10.1145/3706598.3713583.

Cortesía de Muy Interesante



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