Niegan la libertad condicional a Erik Menéndez, condenado en California junto a su hermano por el asesinato de sus padres en 1989

Fuente de la imagen, Reuters

    • Autor, Nardine Saad
    • Título del autor, BBC News
  • FERIA DE SAN FRANCISCO

Una junta penitenciaria rechazó este jueves una petición de libertad condicional realizada por Erik Menéndez, quien junto a su hermano Lyle cumple una condena de al menos 50 años de prisión por el asesinato de sus padres ocurrido en 1989.

El menor de los hermanos Menéndez había presentado sus alegatos en la mañana de este jueves ante la junta de libertad condicional. Su hermano Lyle tiene prevista su propia audiencia el viernes.

Ambos hermanos habían reunido los requisitos para obtener el beneficio después de que un juez les impusiera una nueva condena en mayo pasado de 50 años a cadena perpetua. Inicialmente habían sido condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Actualmente cumplen su condena en una cárcel de California por el asesinato a tiros de sus padres ocurrido en la mansión familiar de Beverly Hills en 1989.

Erik Menéndez podrá volver a solicitar la libertad condicional en otra audiencia dentro de tres años, según dictaminó la junta.

Pero su lucha por la libertad no ha terminado.

El gobernador de California, Gavin Newsom, está considerando por separado una solicitud de indulto para los hermanos.

Esto podría darles una reducción de la pena o incluso un perdón, pero no anularía la culpabilidad de los hermanos. Pronunciarse sobre un caso tan mediático y controvertido, sin embargo, podría ser políticamente arriesgado para Newsom, a quien se considera un posible candidato a la presidencia de EE.UU. de cara a las elecciones de 2028.

Además de la libertad condicional y el indulto, los hermanos también han solicitado un nuevo juicio debido a la aparición de nuevas pruebas en el caso. Un juez está estudiando la solicitud, pero la fiscalía del distrito de Los Ángeles se opone a ella.

Erik y Lyle Menéndez en una foto de prisión

Fuente de la imagen, Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California vía AP

Un “riesgo moderado”

Durante la audiencia de este jueves, un fiscal de distrito se opuso a la liberación de Erik, alegando que los cambios positivos en su comportamiento solo estaban motivados por la posibilidad de ser liberado.

Argumentaron que “sigue siendo un riesgo irrazonable para la sociedad” y que “no tiene conciencia de sus crímenes”.

El menor de los Menéndez compareció virtualmente en la audiencia desde la prisión de San Diego donde está recluido, vestido con un uniforme azul de preso y gafas. Los miembros de su familia, sus abogados y un fiscal de la fiscalía de Los Ángeles también comparecieron en una videollamada ante el panel de la junta de libertad condicional.

Durante la audiencia, que duró casi todo el día, la junta le preguntó sobre los asesinatos, la relación con sus padres y sus intentos de encubrir su culpabilidad.

En algunos momentos se mostró emocionado al describir los momentos en los que disparó con una escopeta a sus padres, José y Kitty Menéndez, mientras veían la televisión en su mansión de Beverly Hills.

Los hermanos dispararon más de una decena de balas y Erik incluso recargó el arma y siguió disparando a su madre. Ambos han alegado durante mucho tiempo que fue en defensa propia y que estaban siendo abusados sexualmente por su padre.

Los hermanos Menéndez en su juicio por parricidio

Fuente de la imagen, Getty Images

“Solo quiero que mi familia entienda que lamento profundamente lo que les he hecho pasar desde el 20 de agosto de 1989 hasta hoy”, dijo Erik durante la audiencia antes de conocer su destino.

“Si alguna vez tengo la oportunidad de recuperar la libertad, quiero que la sanación sea para ellos”, dijo. “No piensen que se trata de mi sanación, sino de la sanación de la familia. Esta es una tragedia familiar”.

La junta le preguntó sobre su estancia en prisión y sus problemas legales antes de los asesinatos, entre ellos su participación en dos robos. Dijo que su estancia en prisión le ayudó a desarrollar una “barrera moral”.

El panel también examinó factores como la salud de Erik Menéndez y si supondría un peligro para la sociedad si salía de prisión. Una evaluación de riesgos realizada sobre él concluyó que supondría un riesgo “moderado” si fuera puesto en libertad.

Revisaron la educación y los programas positivos en los que había participado en prisión, junto con las faltas que había cometido mientras estaba encarcelado, incluidas peleas en la prisión y haber sido encontrado en múltiples ocasiones con contrabando.

Mientras estaba entre rejas, se metió en problemas por tener un teléfono celular, materiales de arte y tabaco, que había escondido dentro de un libro religioso.

La familia Menéndez en la serie

Fuente de la imagen, PA Media

Una coalición de familiares, que llevan mucho tiempo abogando por la liberación de los hermanos, y simpatizantes también hablaron ante la junta, testificando que Erik había cambiado durante su larga condena.

Teresita Menéndez-Baralt, hermana de José Menéndez, rompió a llorar mientras hablaba ante la junta diciéndoles que había perdonado a Erik por matar a su hermano y por los años de trauma que causó a su familia.

Dijo que está muriendo de cáncer.

“La verdad es que no sé cuánto tiempo me queda. Si a Erik se le concede la libertad condicional, sería una bendición”, declaró. “Espero vivir lo suficiente como para darle la bienvenida a mi casa, sentarme a la misma mesa, abrazarlo… eso me daría una paz y una alegría inconmensurables”.

Uno de los “juicios del siglo”

Los mediáticos juicios a los hermanos fueron seguidos con atención en EE.UU. en los años 90.

Durante los juicios, los hermanos alegaron que los asesinatos fueron en defensa propia y afirmaron que habían sufrido años de abuso emocional y sexual a manos de sus padres.

Sin embargo, los fiscales argumentaron que eran monstruos codiciosos y privilegiados que planearon meticulosamente los asesinatos y luego mintieron a las autoridades que investigaban el caso mientras se gastaban US$700.000 de la herencia de sus padres en compras que incluían un Porsche nuevo, un Jeep y relojes Rolex.

No fueron arrestados hasta que la policía se enteró de sus confesiones a un psicólogo.

Tres décadas después, el caso fue reexaminado públicamente gracias a una combinación de nuevas pruebas, una cadena de videos virales en TikTok, la serie dramática de Netflix y la intervención de varias celebridades.

Pero los tribunales no actuaron hasta que el exfiscal general de Los Ángeles reexaminó el caso y pidió a un juez que les impusiera una nueva sentencia, citando el enfoque evolutivo de California hacia los delincuentes juveniles y los sobrevivientes de abusos.

Un cambio en la legislación estatal permite que los delincuentes que tenían menos de 26 años en el momento del delito sean condenados como menores en lugar de como adultos. Lyle tenía 21 años y Erik 18 cuando mataron a sus padres.

A pesar de que el nuevo fiscal del distrito de Los Ángeles, Nathan Hochman, se opuso a la revisión de la sentencia, en mayo un juez redujo sus penas a entre 50 años y cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional.

Hochman acusó a Erik de seguir “mostrando rasgos narcisistas y antisociales” y su oficina se opuso enérgicamente en los tribunales a la puesta en libertad tanto de él como de Lyle.

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Cortesía de BBC Noticias



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