Nissan confirma cierre de fábrica histórica y cese en la producción de vehículos ligeros en Japón por falta de rentabilidad

Nissan confirmó un cambio importante en su estructura productiva en Japón. La histórica planta de Oppama, conocida como la “fábrica madre” y símbolo del crecimiento industrial del país desde 1961, cerrará su producción de vehículos ligeros en marzo de 2028. La empresa trasladará esas operaciones a su fábrica en la prefectura de Fukuoka, en el sur de Japón, como parte de un ambicioso plan global para enfrentar desafíos económicos y mejorar su competitividad.

Además, Nissan anunció que cesará la producción en su planta Nissan Shatai Shonan para marzo de 2026, enfocada en vehículos comerciales ligeros. La decisión no fue fácil para la dirección ni para el personal involucrado. Iván Espinosa, CEO de Nissan, explicó que la compañía enfrenta una caída en ventas clave en mercados como Estados Unidos y China, lo que ha afectado la rentabilidad y aumentado los costos.

El plan de reestructuración global, llamado Re:Nissan, contempla reducir la capacidad de producción mundial de 3.5 millones a 2.5 millones de vehículos y consolidar sus plantas de fabricación de 17 a 10. El traslado de Oppama a Nissan Kyushu en teoría permitirá aprovechar mejor la capacidad instalada, con la expectativa de elevar su utilización hasta un 100%, frente al 60% actual promedio nacional.

Desde su apertura, la planta de Oppama ha sido un referente para Nissan y la industria japonesa, con más de 17.8 millones de vehículos fabricados y casi 4,000 trabajadores. La compañía explicó que otras funciones en el área, como el Centro de Investigación y el centro de pruebas de choque, continuarán operando sin cambios.

Se prevé que alrededor de 2,400 empleados de la fábrica puedan ser reasignados a otras labores o plantas, y se establecerán políticas claras para garantizar la comunicación y diálogo con los sindicatos sobre empleo y condiciones laborales hasta el cierre definitivo. Nissan también analiza distintas opciones para el futuro uso de las instalaciones en Oppama, incluidas negociaciones con posibles socios estratégicos como Foxconn y Honda.

Iván Espinosa, CEO de Nissan.

Reinventarse o morir

El cierre forma parte de un esfuerzo por fortalecer la posición financiera de Nissan. Con la reducción de plantas y capacidad, la compañía busca disminuir costos, aumentar la rentabilidad de sus productos y apostar por un crecimiento sostenible a largo plazo. Por otro lado, la producción de la Nissan NV200 en la planta Shatai Shonan finalizará en el año fiscal 2026, con planes para lanzar una versión sucesora en 2027.

Así, Nissan concluye la consolidación de su producción en Japón dentro del programa Re:Nissan, que marca un punto de inflexión para la empresa en un contexto global complicado y competitivo. Este movimiento refleja la necesidad de Nissan de adaptarse a un mercado automotriz en transformación, donde la eficiencia, innovación y rentabilidad son claves para mantener su relevancia. La historia de Oppama cierra un capítulo emblemático, pero la compañía apuesta a reinventarse para afrontar el futuro con mayor solidez.



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