Nissan sigue apostando por México a pesar de los aranceles: su pick-up Frontier trasladará su producción de Argentina

En un movimiento que marca el fin de una era para la industria automotriz de Latinoamérica, Nissan anunció que dejará de fabricar la pick-up Frontier en su planta de Córdoba, Argentina. A partir de enero de 2026, la producción se mudará por completo a la planta CIVAC de Morelos, México. El cambio forma parte de una estrategia global de transformación que busca agilizar procesos, reducir costos y aumentar la competitividad en la región, según un comunicado de prensa de la marca japonesa.

La decisión llega tras una evaluación interna de Nissan Motor Corp. en la que se identificaron áreas clave para consolidar operaciones y responder con mayor velocidad a los cambios del mercado. Aunque la producción de la Frontier estaba dividida entre México y Argentina, la compañía optó por centralizarla en una sola planta. La elegida fue la mexicana, debido a su infraestructura, volumen y cercanía con los principales destinos de exportación. La línea C2 de CIVAC tomará el control absoluto de esta pick-up que ha sido históricamente una de las cartas fuertes de la marca.

¿Y qué pasará con la planta de Argentina?

Aunque dejará de ensamblar vehículos, Nissan asegura que no cerrará operaciones. El enfoque girará hacia el fortalecimiento de la red comercial local, el servicio posventa y la experiencia del cliente. La marca promete que el soporte a los usuarios actuales y futuros seguirá siendo una prioridad. También subraya que su presencia en el país no se reduce, sino que se transforma, con base en los aprendizajes obtenidos durante la última década de operación en territorio argentino. Medios locales como Canal 26 reportan que 250 operarios quedarán sin trabajo.

Esta reconfiguración también impacta otras líneas de producción. En CIVAC, la línea C1 (utilizada temporalmente para aumentar el volumen de autos de pasajeros) dejará de operar en ese segmento durante el último trimestre de 2025. Esa línea superó su meta de producción en más de un 30%, lo que aparentemente permitirá a la empresa cerrar esa fase sin presión. La reorganización de las líneas en México no sólo liberará capacidad, también permitirá dar prioridad a productos más rentables, como las camionetas medianas que lideran ventas en varios mercados latinoamericanos.

Nissan Frontier PRO-4X.

Para Nissan, esta movida es más que una reubicación de procesos. Representa un paso estratégico para consolidar su presencia industrial en Latinoamárica. Con cinco plantas clave (tres en Aguascalientes, una en Morelos y otra en Brasil), la marca busca asegurar calidad de manufactura y eficiencia operativa. México se convierte así en el eje de producción de pick-ups para el continente, mientras Argentina redefine su rol dentro del ecosistema Nissan.

“Convertirnos en el centro de producción de nuestro emblemático Nissan Navara/Frontier para toda América Latina es una clara muestra de reconocimiento a la tradición manufacturera mexicana, que ha sido parte de la historia de Nissan en este país durante más de 60 años. Esta pickup es uno de los productos más exitosos de nuestro portafolio y una prueba indiscutible de nuestro compromiso por ofrecer vehículos innovadores, emocionantes y de la más alta calidad a México y a todos nuestros clientes en América Latina”.

Rodrigo Centeno, presidente y director general de Nissan Mexicana e INFINITI.

Nissan Frontier Fabrica

Fábrica de Nissan Frontier.

Una tormenta llamada Nissan

El traslado de la producción de la Frontier de Argentina a México también ocurre en un contexto donde Nissan ha estado navegando aguas turbulentas a nivel corporativo. Hace pocos meses, la marca japonesa sacudió el tablero al confirmar que exploraba una posible fusión con Honda, un movimiento que habría revolucionado el mapa automotriz mundial. Aunque la idea fue descartada casi tan rápido como se planteó, dejó al descubierto que Nissan estaba dispuesta a tomar decisiones drásticas para mantenerse competitiva en una industria en transformación.

La reconfiguración también coincide con cambios profundos en la cúpula directiva de la marca. Antes de dejar el cargo, el ex CEO Makoto Uchida advirtió que si Estados Unidos cumplía con su amenaza de imponer nuevos aranceles, Nissan tendría que mover parte de su producción fuera de México. Ese escenario encendió las alarmas, ya que el país es uno de los pilares exportadores de la firma hacia el mercado norteamericano.

Sin embargo, tras la llegada del mexicano Iván Espinoza al frente de Nissan, la estrategia parece haber dado un giro: en vez de salir de México, la automotriz decidió fortalecer su presencia. El traslado de la Frontier a Morelos confirma que, al menos por ahora, la apuesta está en consolidar capacidades en suelo mexicano antes que dispersarlas por temor a decisiones geopolíticas que aún no se concretan.

Cortesía de Xataka



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